Rengetsu D. Tenji
Príncipe Ciego
23-08-2024, 03:35 PM
Ya pasaba la media noche, las calles habían quedado completamente desérticas, nada quedaba en el exterior de aquellos remodelados astilleros que recordase remotamente al pequeño tumulto que se había formado hace no mucho con los vecinos alarmados. No obstante en el interior de aquel edificio el sonido del metal colisionando, los disparos y golpes salía de una forma ahogada y casi imperceptible, pero cuanto más te adentraras en las salas de aquel lugar, más intenso se volvía el sonido y el frenesí de la batalla.
Las balas cruzaron el espacio aéreo, un disparo y dos taladros de chocolate, uno de los cuales aunque fue amortiguado por Atlas, no fue suficiente para detener completamente el impulso del taladro que aun partido por la mitad golpeo en zonas no vitales del joven marine dañándolo, una suerte que no habria corrido Ray al contar con unos impresionantes reflejos y agilidad al estar transformado permitiéndole eludir fácilmente aquel proyectil. Takahiro correría una suerte similar a la de su compañero no logrando desviar completamente la bala que le dispararon, pero si aminorando su poder para evitar una herida fatal.
El hombre del elegante traje blanco se enfrasco concentrándose en algo tras ejecutar su ofensiva, portando su mano al suelo tras agacharse comenzó a concentrar chocolate bajo su mano que giraba con intensidad al mismo tiempo que se iba condensando y agrupando en ese pequeño espacio más cantidad de chocolate que parecía en este caso ser liquido completamente, el hombre había quedado sumido en una pequeña concentración. Lo cual dio una apertura a los tres marines excelente que no dudaron en aprovechar.
Ray de forma implacable y frenética, tras eludir con éxito la ofensiva en su contra inicio una sucesión de golpes certeros tratando a ese hombre de chocolate como si fuera uno real, conectando cada uno de sus golpes en puntos críticos. La estatua no tenia ni un instante para reaccionar, que su controlador no le prestara atención no ayudaba en lo más mínimo. Cada golpe causaba serias grietas en la estructura de chocolate y finalmente el tercero hizo estallar la estatua en pedazos que se dispersaron por el lugar de forma brutal. El duelo entre la abeja y el dulce fue ganado por la abeja, eso no quitaba que la misma centro toda su atención en el azúcar, denotando que el cabecilla era diabólico.
Takahiro por su parte logro desviar la bala en su contra eludiendo una herida que podría haber resultado muy grave. No obstante fue herido por el proyectil pero tomando su arma con firmeza puesto que parecía que la voluntad e ímpetu de ese hombre hacían que soportara cualquier dolor y penuria, lograron hacerle recomponer instantáneamente y enfundar su arma para realizar un rapidísimo desenfunde contra el brazo del sicario, con esa velocidad y distancia el hombre no pudo reaccionar como antes y sufrió un tajo directo en el brazo, no fue tan poderoso como para cortarlo en redondo, pero si para dejar una herida muy fea que le dificultaba sujetar correctamente su rifle.
Y por ultimo Atlas busco desarmar al hombre que estaba intentando levantarse en el suelo con un golpe en su mano causándole un serio daño antes de recibir el marine rubio los restos de aquel disparo de chocolate contra su cuerpo. Pero al parecer los espadachines de la marina de hoy en día todos están hechos de otra pasta y soporto el dolor y se propuso rematar al hombre que tenia frente a él con todas sus fuerzas, no matándolo, pero si buscando que dejara de molestar de una vez, con un segundo tajo descendiente que dejaría en el torso del hombre una marca de cruz.
Pero ya era tarde, al centrarse en los esbirros el hombre de blanco había completado sus preparativos y de repente de debajo de su mano brotaría un estallido de chocolate liquido que barrería toda la zona como una ola densa de color marrón que se propagaba desde el hombre en todas direcciones arrollando a todo el mundo, incluido el tren que aguardaba en un lateral. Aunque parecía que los hombres medio abatidos del hombre quedaban tragados por el chocolate, pero la sustancia liquida deliberadamente no dañaría a los mismos solo impactando contra los marines y la estructura.
La ola habria arrasado con todo causando algunos daños al tren y más aun si tenemos en cuenta que tras pasar por la zona se quedo solidificada y podría entorpecer algunos mecanismos. Los marines si no habían logrado defenderse con éxito habrían sido arrastrados hasta el limite de su chocolatada alcance y les habria dejado sus hermosos uniformes blancos algo manchados - Ríndanse marines, aunque me habéis sorprendido al no haber sido informado de ningún recluta relevante, todavía os queda un recorrido para jugar en las altas ligas - Proclamaría el hombre, no obstante su mirada se dispersaría en su abatido compañero por un lado y por otro en el hombre que tuvo que soltar su arma por la herida en su brazo mientras se sujetaba la misma intentando hacer presión - Pero mis hombres parecen no poder más y así que felicidades por hoy vosotros ganáis - Diría el hombre llevando sus manos a realizar un aplauso de felicitación a los marines para acto seguido chasquear sus dedos en ambas manos.
Todo el chocolate que había quedado residual en la zona estallaría en una inmensa nube de polvo marrón seco que ocuparía la totalidad de la sala e incluso saldría hacia la sala adyacente por la puerta abierta al haber un exceso del mismo. Este polvo era denso y entorpecía un poco la vista, aunque no era como una niebla densa, solo con intentar hablar o respirar por la boca cualquiera notaria un ligero sabor amargo del cacao más puro en el paladar - Bueno aunque nos hayáis pillado mis jefes no se molestaran, pero si capturáis a alguno de mis hombres - Dijo como asumiendo que a él no podrían pillarlo - Mis jefes enviaran a alguien a silenciarlo, así que prefiero evitar que eso ocurra - El hombre deslizaría de su muñeca a su mano un encendedor muy vistoso de oro abriendo el mismo con un gesto muy estético - No se si conocéis el concepto explosión de polvo, consiste en que si ocupas todo el volumen de un espacio cerrado con algún polvo o harina combustible que roba el espacio al oxigeno, en cuanto se enciende un fuego o chispa todo ese lugar hace Kaboom, que es justo lo que pasara en este lugar si se me escapa el dedo y enciendo el encendedor... La verdad morir me apenaría, pero si dejo que atrapéis a mis hombres los mataran igual y yo me pondré en un lio y ya me habéis hecho estar aquí más de lo quisiera y no quiero arriesgarme a que llegue vuestra capitana y me atrape porque me mataran igual, así que para nosotros no cambia mucho el resultado - El hombre se mostraba calmado y pendiente de los movimientos de los demás, al más mínimo intento de acercarse de uno de los marines no dudaría - Si nos dejáis ir vosotros habréis evitado el sabotaje y protegido el tren de mar, mientras que nosotros salvamos el pellejo, pero si me forzáis a hacerlo solo moriréis con nosotros en la vergüenza y fracaso de que toda esta instalación y el carísimo tren del gobierno, seguramente causando que se cancele el proyecto, un fracaso absoluto para la división marine de Loguetown - El hombre tantearía a los marines mientras uno de sus hombres heridos tomaba a su compañero ayudándolo a levantarse apoyándolo en su brazo bueno - Así que decidid marines ¿Ambos ganamos o ambos perdemos?
Las balas cruzaron el espacio aéreo, un disparo y dos taladros de chocolate, uno de los cuales aunque fue amortiguado por Atlas, no fue suficiente para detener completamente el impulso del taladro que aun partido por la mitad golpeo en zonas no vitales del joven marine dañándolo, una suerte que no habria corrido Ray al contar con unos impresionantes reflejos y agilidad al estar transformado permitiéndole eludir fácilmente aquel proyectil. Takahiro correría una suerte similar a la de su compañero no logrando desviar completamente la bala que le dispararon, pero si aminorando su poder para evitar una herida fatal.
El hombre del elegante traje blanco se enfrasco concentrándose en algo tras ejecutar su ofensiva, portando su mano al suelo tras agacharse comenzó a concentrar chocolate bajo su mano que giraba con intensidad al mismo tiempo que se iba condensando y agrupando en ese pequeño espacio más cantidad de chocolate que parecía en este caso ser liquido completamente, el hombre había quedado sumido en una pequeña concentración. Lo cual dio una apertura a los tres marines excelente que no dudaron en aprovechar.
Ray de forma implacable y frenética, tras eludir con éxito la ofensiva en su contra inicio una sucesión de golpes certeros tratando a ese hombre de chocolate como si fuera uno real, conectando cada uno de sus golpes en puntos críticos. La estatua no tenia ni un instante para reaccionar, que su controlador no le prestara atención no ayudaba en lo más mínimo. Cada golpe causaba serias grietas en la estructura de chocolate y finalmente el tercero hizo estallar la estatua en pedazos que se dispersaron por el lugar de forma brutal. El duelo entre la abeja y el dulce fue ganado por la abeja, eso no quitaba que la misma centro toda su atención en el azúcar, denotando que el cabecilla era diabólico.
Takahiro por su parte logro desviar la bala en su contra eludiendo una herida que podría haber resultado muy grave. No obstante fue herido por el proyectil pero tomando su arma con firmeza puesto que parecía que la voluntad e ímpetu de ese hombre hacían que soportara cualquier dolor y penuria, lograron hacerle recomponer instantáneamente y enfundar su arma para realizar un rapidísimo desenfunde contra el brazo del sicario, con esa velocidad y distancia el hombre no pudo reaccionar como antes y sufrió un tajo directo en el brazo, no fue tan poderoso como para cortarlo en redondo, pero si para dejar una herida muy fea que le dificultaba sujetar correctamente su rifle.
Y por ultimo Atlas busco desarmar al hombre que estaba intentando levantarse en el suelo con un golpe en su mano causándole un serio daño antes de recibir el marine rubio los restos de aquel disparo de chocolate contra su cuerpo. Pero al parecer los espadachines de la marina de hoy en día todos están hechos de otra pasta y soporto el dolor y se propuso rematar al hombre que tenia frente a él con todas sus fuerzas, no matándolo, pero si buscando que dejara de molestar de una vez, con un segundo tajo descendiente que dejaría en el torso del hombre una marca de cruz.
Pero ya era tarde, al centrarse en los esbirros el hombre de blanco había completado sus preparativos y de repente de debajo de su mano brotaría un estallido de chocolate liquido que barrería toda la zona como una ola densa de color marrón que se propagaba desde el hombre en todas direcciones arrollando a todo el mundo, incluido el tren que aguardaba en un lateral. Aunque parecía que los hombres medio abatidos del hombre quedaban tragados por el chocolate, pero la sustancia liquida deliberadamente no dañaría a los mismos solo impactando contra los marines y la estructura.
La ola habria arrasado con todo causando algunos daños al tren y más aun si tenemos en cuenta que tras pasar por la zona se quedo solidificada y podría entorpecer algunos mecanismos. Los marines si no habían logrado defenderse con éxito habrían sido arrastrados hasta el limite de su chocolatada alcance y les habria dejado sus hermosos uniformes blancos algo manchados - Ríndanse marines, aunque me habéis sorprendido al no haber sido informado de ningún recluta relevante, todavía os queda un recorrido para jugar en las altas ligas - Proclamaría el hombre, no obstante su mirada se dispersaría en su abatido compañero por un lado y por otro en el hombre que tuvo que soltar su arma por la herida en su brazo mientras se sujetaba la misma intentando hacer presión - Pero mis hombres parecen no poder más y así que felicidades por hoy vosotros ganáis - Diría el hombre llevando sus manos a realizar un aplauso de felicitación a los marines para acto seguido chasquear sus dedos en ambas manos.
Todo el chocolate que había quedado residual en la zona estallaría en una inmensa nube de polvo marrón seco que ocuparía la totalidad de la sala e incluso saldría hacia la sala adyacente por la puerta abierta al haber un exceso del mismo. Este polvo era denso y entorpecía un poco la vista, aunque no era como una niebla densa, solo con intentar hablar o respirar por la boca cualquiera notaria un ligero sabor amargo del cacao más puro en el paladar - Bueno aunque nos hayáis pillado mis jefes no se molestaran, pero si capturáis a alguno de mis hombres - Dijo como asumiendo que a él no podrían pillarlo - Mis jefes enviaran a alguien a silenciarlo, así que prefiero evitar que eso ocurra - El hombre deslizaría de su muñeca a su mano un encendedor muy vistoso de oro abriendo el mismo con un gesto muy estético - No se si conocéis el concepto explosión de polvo, consiste en que si ocupas todo el volumen de un espacio cerrado con algún polvo o harina combustible que roba el espacio al oxigeno, en cuanto se enciende un fuego o chispa todo ese lugar hace Kaboom, que es justo lo que pasara en este lugar si se me escapa el dedo y enciendo el encendedor... La verdad morir me apenaría, pero si dejo que atrapéis a mis hombres los mataran igual y yo me pondré en un lio y ya me habéis hecho estar aquí más de lo quisiera y no quiero arriesgarme a que llegue vuestra capitana y me atrape porque me mataran igual, así que para nosotros no cambia mucho el resultado - El hombre se mostraba calmado y pendiente de los movimientos de los demás, al más mínimo intento de acercarse de uno de los marines no dudaría - Si nos dejáis ir vosotros habréis evitado el sabotaje y protegido el tren de mar, mientras que nosotros salvamos el pellejo, pero si me forzáis a hacerlo solo moriréis con nosotros en la vergüenza y fracaso de que toda esta instalación y el carísimo tren del gobierno, seguramente causando que se cancele el proyecto, un fracaso absoluto para la división marine de Loguetown - El hombre tantearía a los marines mientras uno de sus hombres heridos tomaba a su compañero ayudándolo a levantarse apoyándolo en su brazo bueno - Así que decidid marines ¿Ambos ganamos o ambos perdemos?