Lance Turner
Shirogami
23-08-2024, 11:23 PM
(Última modificación: 23-08-2024, 11:26 PM por Lance Turner.)
Parecía que la noche iba a transcurrir sin sobresaltos, siendo hasta el momento lo más llamativo el cambio de color en el pelo de Terence. Me sorprendió, pero traté de no reaccionar a la primera de cambio para no resultar violento, no a todo el mundo le gustaba que le sobresaltasen comentándoles cambios de su apariencia.
Terence seguía siendo reservado, pero extrañamente cercano a su manera. Le gustaba mantener su posición ventajosa y observar todo a su alrededor, sin embargo, podía notar desde hace un tiempo que con Juuken era más cercano, e incluso actuaba como si fuese un hermano mayor. Debo reconocer que esto me agradaba, le había cogido mucho cariño a Juuken, y ver a Terence tratarle también así, me hacía sentir algo más feliz.
Le había explicado a Juuken qué eran los gyojins, puesto que el joven no había alcanzado a ver uno todavía. Quizá de una manera un tanto peculiar, e incluso demasiado rigurosa, pero al fin y al cabo, serviría para que el chico entendiese más sobre esta especie.
Shiro me había recriminado poco después que la próxima vez pediría él, algo que me hizo bastante gracia, pues no lo esperaba para nada. Mi respuesta, además de reírme, fue mirarle y darle un pequeño, pero cariñoso, golpe en la cabeza sin aplicar fuerza alguna.
- Calla, que aún eres un crío. Ya tendrás tiempo de beber. – Le respondí entre risas.
Realmente no tenía problema si bebían un poco, pero no me parecía razonable dejarles vía libre con la bebida a tan temprana edad. Si insistiesen, probablemente les dejaría pedirlo sin problemas, al fin y al cabo, muchas veces no aprendemos hasta que nos llevamos el golpe nosotros mismos.
El músico que estaba actuando parecía feliz al recibir los aplausos de la joven gyojin, hasta el punto de que tras terminar, se dirigió de frente hacia ella. Me parecía bonito que no se hubiese cortado ante la opinión del resto del público, para apoyarle, y que él se lanzase de inmediato para mostrar su gratitud, pero un joven con un aspecto bastante lamentable se interpuso para llevarse al músico con él.
- Que raro… ni siquiera se parecen, por lo que familiar suyo no será… - Pensé mientras les seguía con la mirada y empezaba a escucharles hablar de la letra de la música. Esto, denotaba incomodidad en el músico. ¿A caso estaría criticándole de una forma tan directa?
Decidí poner el oído para enterarme bien, ya que tenía la extraña sensación de que aquello terminaría en discusión, o incluso en pelea. Aunque la subida al escenario de los siguientes dos artistas casi me distraen del objetivo. Parecían bastante peculiares, pero quizá eso formase parte de su personaje artístico y nos sorprenderían gratamente.
- No podía estar más equivocado… - Pensé nada más que empezó a cantar ella. El ritmo del chico del tambor era muy bueno, pero la voz de la cantante no acompañaba para nada, quizá sacaría más potencial en otro estilo de música.
Costándome escuchar la otra conversación, la que realmente me importaba, decidí cambiar mi postura con toda la naturalidad posible. Me acerqué más a la mesa y giré la cabeza hacia la gyojin, no por interés en ella, si no por dirigir mi oído izquierdo hacia donde estaba teniendo lugar la conversación. Con la mano que tenía apoyada en la mesa, tapaba por completo mi oído derecho, intentando omitir en lo posible a la cantante. Sin darme cuenta, centrado en la conversación, parecía que estaba absorto mirando alrededor de la joven gyojin.
No obstante, para mi desgracia, la gyojin se había acercado a presentarse. Con lo cual, sonreí amablemente por compromiso. Por suerte para mi, ahí estaba Juuken, siempre particularmente social. Tras su presentación, alcé la mano izquierda sonriendo nuevamente.
- Yo me llamo Lance, ¡Encantado! – Dije rápido para que otro miembro del grupo pudiese tomar la palabra tras de mi y continuar esa conversación entre ellos.
Shiro había sido bastante gracioso con su comentario de la taxonomía, derivándola rápidamente a Terence, pero tuve ganas de matarle cuando me di cuenta que se había dirigido a la mesa del cantante para pedir una silla, y lo reconoció al instante.
- ¿¡Pero qué haces!? – Pensé desviando mi mirada hacia un lugar totalmente opuesto. – A ver si ahora retoman la conversación de nuevo… Espera ¿¡Qué!? ¡¿Pero quién te ha dicho que le invites?!
No pude mantener más la compostura y volví mi mirada a la cantante, contemplando cómo disfrutaba de su propio espectáculo lleno de orgullo. No estaba escuchándola realmente, trataba de pensar qué podría pasar a continuación, mientras intentaba seguir esa conversación desde la lejanía todavía.
Para mi sorpresa, Terence también se había levantado hacia la mesa, lo cuál me alarmó un poco al comienzo, pero dicha sensación fue seguida de un sentimiento de tranquilidad. Ese zorro sabía lo que se hacía siempre, así que trataría de ir a aprovechar la situación, regalándole el oído al cantante según llegué a alcanzar.
Me reí un poco yo solo, casi como si estuviese loco riéndome ante nada en apariencia. No sabía muy bien como había terminado así, pero menudo grupo más imprevisible habíamos terminado formando. Me pregunto que hubiese pasado si finalmente hubiésemos conseguido atar al grandullón de Hammond. Es posible que hubiese decidido romperles la mesa con la espada, y tuviésemos que partir de esta isla de inmediato.
- Sí, sin duda tengo buen ojo para encontrar compañeros de banda. - Pensé riéndome de nuevo yo sólo al tiempo que volvía mi mirada a la gyojin, la cuál seguía con nosotros, quizá algo desconcertada al ver como dos se han ido a otra mesa y yo me estoy riendo como un loco.
Terence seguía siendo reservado, pero extrañamente cercano a su manera. Le gustaba mantener su posición ventajosa y observar todo a su alrededor, sin embargo, podía notar desde hace un tiempo que con Juuken era más cercano, e incluso actuaba como si fuese un hermano mayor. Debo reconocer que esto me agradaba, le había cogido mucho cariño a Juuken, y ver a Terence tratarle también así, me hacía sentir algo más feliz.
Le había explicado a Juuken qué eran los gyojins, puesto que el joven no había alcanzado a ver uno todavía. Quizá de una manera un tanto peculiar, e incluso demasiado rigurosa, pero al fin y al cabo, serviría para que el chico entendiese más sobre esta especie.
Shiro me había recriminado poco después que la próxima vez pediría él, algo que me hizo bastante gracia, pues no lo esperaba para nada. Mi respuesta, además de reírme, fue mirarle y darle un pequeño, pero cariñoso, golpe en la cabeza sin aplicar fuerza alguna.
- Calla, que aún eres un crío. Ya tendrás tiempo de beber. – Le respondí entre risas.
Realmente no tenía problema si bebían un poco, pero no me parecía razonable dejarles vía libre con la bebida a tan temprana edad. Si insistiesen, probablemente les dejaría pedirlo sin problemas, al fin y al cabo, muchas veces no aprendemos hasta que nos llevamos el golpe nosotros mismos.
El músico que estaba actuando parecía feliz al recibir los aplausos de la joven gyojin, hasta el punto de que tras terminar, se dirigió de frente hacia ella. Me parecía bonito que no se hubiese cortado ante la opinión del resto del público, para apoyarle, y que él se lanzase de inmediato para mostrar su gratitud, pero un joven con un aspecto bastante lamentable se interpuso para llevarse al músico con él.
- Que raro… ni siquiera se parecen, por lo que familiar suyo no será… - Pensé mientras les seguía con la mirada y empezaba a escucharles hablar de la letra de la música. Esto, denotaba incomodidad en el músico. ¿A caso estaría criticándole de una forma tan directa?
Decidí poner el oído para enterarme bien, ya que tenía la extraña sensación de que aquello terminaría en discusión, o incluso en pelea. Aunque la subida al escenario de los siguientes dos artistas casi me distraen del objetivo. Parecían bastante peculiares, pero quizá eso formase parte de su personaje artístico y nos sorprenderían gratamente.
- No podía estar más equivocado… - Pensé nada más que empezó a cantar ella. El ritmo del chico del tambor era muy bueno, pero la voz de la cantante no acompañaba para nada, quizá sacaría más potencial en otro estilo de música.
Costándome escuchar la otra conversación, la que realmente me importaba, decidí cambiar mi postura con toda la naturalidad posible. Me acerqué más a la mesa y giré la cabeza hacia la gyojin, no por interés en ella, si no por dirigir mi oído izquierdo hacia donde estaba teniendo lugar la conversación. Con la mano que tenía apoyada en la mesa, tapaba por completo mi oído derecho, intentando omitir en lo posible a la cantante. Sin darme cuenta, centrado en la conversación, parecía que estaba absorto mirando alrededor de la joven gyojin.
No obstante, para mi desgracia, la gyojin se había acercado a presentarse. Con lo cual, sonreí amablemente por compromiso. Por suerte para mi, ahí estaba Juuken, siempre particularmente social. Tras su presentación, alcé la mano izquierda sonriendo nuevamente.
- Yo me llamo Lance, ¡Encantado! – Dije rápido para que otro miembro del grupo pudiese tomar la palabra tras de mi y continuar esa conversación entre ellos.
Shiro había sido bastante gracioso con su comentario de la taxonomía, derivándola rápidamente a Terence, pero tuve ganas de matarle cuando me di cuenta que se había dirigido a la mesa del cantante para pedir una silla, y lo reconoció al instante.
- ¿¡Pero qué haces!? – Pensé desviando mi mirada hacia un lugar totalmente opuesto. – A ver si ahora retoman la conversación de nuevo… Espera ¿¡Qué!? ¡¿Pero quién te ha dicho que le invites?!
No pude mantener más la compostura y volví mi mirada a la cantante, contemplando cómo disfrutaba de su propio espectáculo lleno de orgullo. No estaba escuchándola realmente, trataba de pensar qué podría pasar a continuación, mientras intentaba seguir esa conversación desde la lejanía todavía.
Para mi sorpresa, Terence también se había levantado hacia la mesa, lo cuál me alarmó un poco al comienzo, pero dicha sensación fue seguida de un sentimiento de tranquilidad. Ese zorro sabía lo que se hacía siempre, así que trataría de ir a aprovechar la situación, regalándole el oído al cantante según llegué a alcanzar.
Me reí un poco yo solo, casi como si estuviese loco riéndome ante nada en apariencia. No sabía muy bien como había terminado así, pero menudo grupo más imprevisible habíamos terminado formando. Me pregunto que hubiese pasado si finalmente hubiésemos conseguido atar al grandullón de Hammond. Es posible que hubiese decidido romperles la mesa con la espada, y tuviésemos que partir de esta isla de inmediato.
- Sí, sin duda tengo buen ojo para encontrar compañeros de banda. - Pensé riéndome de nuevo yo sólo al tiempo que volvía mi mirada a la gyojin, la cuál seguía con nosotros, quizá algo desconcertada al ver como dos se han ido a otra mesa y yo me estoy riendo como un loco.