Nagaki
Medusa
25-08-2024, 12:47 PM
Mientras las palabras "Ofrenda... Norfeo..." resonaban en mi mente, una extraña sensación de poder y fuerza me empezó a invadir. Podía sentir cómo cada fragmento de energía se aglutinaba dentro de mí, como una tormenta a punto de estallar. Pero en medio de esa vorágine, una presencia peculiar se hizo evidente a mi alrededor. Un susurro leve, casi risueño, rompió el silencio del agua.
De repente, un pequeño minion fantasma, muy parecido al que había hecho la ofrenda pero con una sábana por encima, un color semi transparente y una expresión traviesa, apareció a mi lado. Era como si un pedazo de la realidad se hubiera desgarrado y dejado entrar a esta criatura juguetona y misteriosa.
—¡Banana! —gritó el minion, señalando hacia la superficie con su manita espectral. Su voz tenía un tono divertido, pero había algo en sus ojos que parecía saber más de lo que decía.
- Ofrendas... - dije con voz tenebrosa y miré en dirección a la mano del minion- Ofrendas... ¿Norfeo? -pregunté al minión-
- Baboi, baboi, Norfeo pupete, para tú -dijo el minion mientras me señalaba insistentemente hacia arriba-
Me quedé atónita al notar que, a pesar del horror de lo que había hecho, ese pequeño alborotador apareciera. Desperdigué los restos de la criatura por las profundidades y, junto al fantasma, empezamos a ascender juntos hacia la superficie.
Cuando finalmente emergí, el aire fresco me abrazó como un amante perdido. El minion flotaba junto a mí, vibrando de alegría y subiendo y bajando en el agua, como si en vez de ser un espíritu atrapado, estuviera disfrutando de esta nueva aventura.
De repente, en la orilla del lago, noté algo que capturó mi atención: unas pisadas desiguales, marcadas en la arena húmeda. Eran recientes y, para mi sorpresa, iban en dirección a un bosque cercano. Sin pensarlo más, decidí seguir el rastro.
- Boo - le grité al minion que seguía a mi lado, bautizándolo en ese momento con ese nombre, ahora con una expresión de curiosidad- ofrenda, cerca, busca - señalé al suelo, a las huellas y señalé hacia la dirección en el que marcaban.
El pequeño ser asintió y comenzó volar hacia adelante, si volar se pudiera considerar levitar a 5 centímetros del suelo, y si volar se pudiera considerar caminar como si lo estuvieras haciendo en el suelo pero ligeramente por encima del suelo. Burlándose de los arbustos y atravesándolos, se internó por el bosque. Mientras avanzaba, la brisa me traía el aroma a tierra mojada y hierba fresca, un contraste eufórico con la sangre que aún parecía latir en mi interior.
Las pisadas parecían guiarme a algo más allá de este mundo; podrían ser la respuesta a mis preguntas o, tal vez, una nueva señal de peligro. Al seguir adelante, sentí que mi fuerza estaba refundándose. Algo dentro de mí estaba cambiando, como si la ofrenda y el encuentro con el minion hubieran despertado un nuevo nivel de energía.
Continué siguiendo al minion a través del espeso manto de árboles altos. Mientras nos adentrábamos más en el bosque, sentí una nueva fuerza en mi interior, como si cada pisada resonara en mi ser con fuerza. Descubrí que esos pasos también eran un llamado. Algo me estaba empujando hacia adelante, y el miedo que solía sentir se iba desvaneciendo ante un nuevo propósito.
Me paré al poco y empecé a calentar para sentirme más ágil con estas nuevas facultades que tenía.
Al poco de estirar, Boo empezó a gritar cerca de mi posición, a unos 20-40 metros de donde estaba - BEE DOOO! BEEE DOOOO! BEEEE DOOO! - por lo que experimenté una nueva técnica que había aprendido este cuerpo mío, lo lancé en en esa dirección y me desplacé corriendo a máxima velocidad.
- Nueva.. ofrenda... ofrenda, poder, yo, más poder - concluí-
De repente, un pequeño minion fantasma, muy parecido al que había hecho la ofrenda pero con una sábana por encima, un color semi transparente y una expresión traviesa, apareció a mi lado. Era como si un pedazo de la realidad se hubiera desgarrado y dejado entrar a esta criatura juguetona y misteriosa.
—¡Banana! —gritó el minion, señalando hacia la superficie con su manita espectral. Su voz tenía un tono divertido, pero había algo en sus ojos que parecía saber más de lo que decía.
- Ofrendas... - dije con voz tenebrosa y miré en dirección a la mano del minion- Ofrendas... ¿Norfeo? -pregunté al minión-
- Baboi, baboi, Norfeo pupete, para tú -dijo el minion mientras me señalaba insistentemente hacia arriba-
Me quedé atónita al notar que, a pesar del horror de lo que había hecho, ese pequeño alborotador apareciera. Desperdigué los restos de la criatura por las profundidades y, junto al fantasma, empezamos a ascender juntos hacia la superficie.
Cuando finalmente emergí, el aire fresco me abrazó como un amante perdido. El minion flotaba junto a mí, vibrando de alegría y subiendo y bajando en el agua, como si en vez de ser un espíritu atrapado, estuviera disfrutando de esta nueva aventura.
De repente, en la orilla del lago, noté algo que capturó mi atención: unas pisadas desiguales, marcadas en la arena húmeda. Eran recientes y, para mi sorpresa, iban en dirección a un bosque cercano. Sin pensarlo más, decidí seguir el rastro.
- Boo - le grité al minion que seguía a mi lado, bautizándolo en ese momento con ese nombre, ahora con una expresión de curiosidad- ofrenda, cerca, busca - señalé al suelo, a las huellas y señalé hacia la dirección en el que marcaban.
El pequeño ser asintió y comenzó volar hacia adelante, si volar se pudiera considerar levitar a 5 centímetros del suelo, y si volar se pudiera considerar caminar como si lo estuvieras haciendo en el suelo pero ligeramente por encima del suelo. Burlándose de los arbustos y atravesándolos, se internó por el bosque. Mientras avanzaba, la brisa me traía el aroma a tierra mojada y hierba fresca, un contraste eufórico con la sangre que aún parecía latir en mi interior.
Las pisadas parecían guiarme a algo más allá de este mundo; podrían ser la respuesta a mis preguntas o, tal vez, una nueva señal de peligro. Al seguir adelante, sentí que mi fuerza estaba refundándose. Algo dentro de mí estaba cambiando, como si la ofrenda y el encuentro con el minion hubieran despertado un nuevo nivel de energía.
Continué siguiendo al minion a través del espeso manto de árboles altos. Mientras nos adentrábamos más en el bosque, sentí una nueva fuerza en mi interior, como si cada pisada resonara en mi ser con fuerza. Descubrí que esos pasos también eran un llamado. Algo me estaba empujando hacia adelante, y el miedo que solía sentir se iba desvaneciendo ante un nuevo propósito.
Me paré al poco y empecé a calentar para sentirme más ágil con estas nuevas facultades que tenía.
ARM300
ARTISTA MARCIAL
Pasiva
Tier 3
No Aprendida
Podrás realizar un calentamiento durante un post para ganar +5 [Agilidad] y +5 [Fuerza] por el resto del tema. Este calentamiento se considerará como [Canalizar].
Al poco de estirar, Boo empezó a gritar cerca de mi posición, a unos 20-40 metros de donde estaba - BEE DOOO! BEEE DOOOO! BEEEE DOOO! - por lo que experimenté una nueva técnica que había aprendido este cuerpo mío, lo lancé en en esa dirección y me desplacé corriendo a máxima velocidad.
JGY602
GYOJIN JUJUTSU
Utilidad Activa
Tier 6
No Aprendida
50
3
Esta técnica tiene como fin manipular el agua para que el usuario envie una corriente de la misma por el aire pudiendo controlar la dirección y recorrido de la misma hasta un máximo de 50 metros, en los que puede impulsar un aliado en ella, el cual viajara a una [Agilidad] mayor y podra aprovechar cualquier punto donde el agua lo envie para impulsarse o saltar, aunque simplemente puede aterriza con la corriente cuando vuelva a caer al suelo al final de su recorrido.
+15 [Agilidad]
- Nueva.. ofrenda... ofrenda, poder, yo, más poder - concluí-