Shiro
Ninguno
25-08-2024, 01:13 PM
Por suerte para Shiro la joven no indagó más en el tema Nanako. Entendió que la situación no era agradable para el espadachín, por lo que este a modo de ser agradecido decidió comportarse lo mejor que sabía. - No, no - dijo Shiro mientras sonreía al escucharla decir que pasara el día en el hospital y que ella iría a buscarlo al día siguiente cuando estuviera mejor. Tanta bondad casi hace desconfiar al joven peliblanco, pero rápidamente desestimó esos pensamientos enterrándolos en el fondo de su mente. - Necesito estirar la piernas y que me dé el aire - prosiguió sin dejar de sonreír e intentando ser lo más simpático que podía. No estaba muy acostumbrado a mostrar esa faceta suya desde que sufrió la traición de su amiga.
Shiro no iba a estar tranquilo encerrado en un lugar en el que no conocía a nadie. La joven quizás hubiese sido todo un descubrimiento de bondad y generosidad… Pero el joven no creía que el resto de la villa fuese a ser igual. Si viviese en la Gray Terminal sería como ver un unicornio entre tanta rata. Además, su desconfianza natural no lo iba a dejar descansar tranquilo, por lo que antes de que la chica pudiese insistir en que tomase reposo y se le pasara este extraño subidón de endorfinas se colocó su arma al cinto e intentó coger del brazo a Akari para acto seguido encaminarse hacia la salida de la enfermería.
No sabía si la chica se dejaría agarrar o si ni siquiera querría acompañarlo. Quizás todo aquello de decirle que se quedase reposando era para librarse de él, aunque si no era el caso y le apetecía seguirlo correría junto a ella hasta alcanzar el exterior.
- Vamos Akari, enséñame tu sitio favorito - diría el joven exultante con ganas de pasar un rato ameno alejado de la conspiración y desconfianza que solía ser su vida. - Aprovechemos que aún brilla el sol - continuaría mirando a la chica a los ojos sin dejar de sonreír mientras ladeaba la cabeza.
Shiro no iba a estar tranquilo encerrado en un lugar en el que no conocía a nadie. La joven quizás hubiese sido todo un descubrimiento de bondad y generosidad… Pero el joven no creía que el resto de la villa fuese a ser igual. Si viviese en la Gray Terminal sería como ver un unicornio entre tanta rata. Además, su desconfianza natural no lo iba a dejar descansar tranquilo, por lo que antes de que la chica pudiese insistir en que tomase reposo y se le pasara este extraño subidón de endorfinas se colocó su arma al cinto e intentó coger del brazo a Akari para acto seguido encaminarse hacia la salida de la enfermería.
No sabía si la chica se dejaría agarrar o si ni siquiera querría acompañarlo. Quizás todo aquello de decirle que se quedase reposando era para librarse de él, aunque si no era el caso y le apetecía seguirlo correría junto a ella hasta alcanzar el exterior.
- Vamos Akari, enséñame tu sitio favorito - diría el joven exultante con ganas de pasar un rato ameno alejado de la conspiración y desconfianza que solía ser su vida. - Aprovechemos que aún brilla el sol - continuaría mirando a la chica a los ojos sin dejar de sonreír mientras ladeaba la cabeza.