Hunter D. Alpha
Kurogami no Alpha
27-08-2024, 07:27 PM
El momento de tranquilidad fue interrumpido por una persona que a simple viste lucia mayor que tú. Alto, por supuesto. Tampoco es que fuera muy difícil encontrar a cualquier persona que fuese más alto que tú. Aunque tu altura nunca ha sido un complejo para ti. Algo positivo que debemos añadir de ti. Eso hace notar tu confianza, algo bastante positivo.
-El café tiene sus cosas. – Respondiste con total tranquilidad. – Pero el azúcar ya es otra cosa. – Mostraste cierta incomodidad al nombrarla. – No me desagrada, pero no deja de ser un veneno del cual lentamente adelanta tu muerte. Y tristemente, es uno de los pocos venenos que el cuerpo humano no está diseñado para adaptarse. – Diste un suspiro – No es como el veneno de una serpiente o escorpión. Simplemente… es algo de lo cual nadie puede adaptarse, y lo más peligroso es lo adictivo que es.
Normalmente eres de hablar poco, pero este tema en particular te llama. Al igual que la azúcar, la sal también la consideras un veneno. Aunque eres consiente que solo la gente que realmente sabe cocinar, encuentra un equilibrio para que aquello no sea un problema. No es tu caso, cocinar no es una de tus virtudes. Si es por ti, simplemente cocinas todo sin usar condimento alguno. Colocando lo que tienes que colocar al fuego para que este se cocine… hasta llegar al punto exacto que sea comestible. Después de todo, lo importante es sobrevivir sin importar que.
Y mucho más si estas en un mundo como este.
- No creo conocerle, caballero. – Respondiste con total tranquilidad. – Pero digamos que nunca es un mal día para conocer a alguien nuevo. Solo el destino sabe por qué nos cruza con otras personas – Dijiste señalando la silla de tu costado, invitándole a tomar asiento. – Soy Alpha, un placer.
Y después de presentarte… simplemente sonreíste.
-El café tiene sus cosas. – Respondiste con total tranquilidad. – Pero el azúcar ya es otra cosa. – Mostraste cierta incomodidad al nombrarla. – No me desagrada, pero no deja de ser un veneno del cual lentamente adelanta tu muerte. Y tristemente, es uno de los pocos venenos que el cuerpo humano no está diseñado para adaptarse. – Diste un suspiro – No es como el veneno de una serpiente o escorpión. Simplemente… es algo de lo cual nadie puede adaptarse, y lo más peligroso es lo adictivo que es.
Normalmente eres de hablar poco, pero este tema en particular te llama. Al igual que la azúcar, la sal también la consideras un veneno. Aunque eres consiente que solo la gente que realmente sabe cocinar, encuentra un equilibrio para que aquello no sea un problema. No es tu caso, cocinar no es una de tus virtudes. Si es por ti, simplemente cocinas todo sin usar condimento alguno. Colocando lo que tienes que colocar al fuego para que este se cocine… hasta llegar al punto exacto que sea comestible. Después de todo, lo importante es sobrevivir sin importar que.
Y mucho más si estas en un mundo como este.
- No creo conocerle, caballero. – Respondiste con total tranquilidad. – Pero digamos que nunca es un mal día para conocer a alguien nuevo. Solo el destino sabe por qué nos cruza con otras personas – Dijiste señalando la silla de tu costado, invitándole a tomar asiento. – Soy Alpha, un placer.
Y después de presentarte… simplemente sonreíste.