Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Común] [Pasado] Extraño comiendo en la Isla Kilombo
Byron
Hizashi
Esperando la comida, mientras se discutían temas banales, Lance medio recostado en su asiento lanzó un comentario que cambio el tono de la misma conversación. Igual era impresión de Byron, pero en sus calmadas palabras podía sentirse cierto aire melancólico, como si este tipo de momentos fuesen los que llenasen la vida del peliblanco, el relacionarse con diferentes tipos de personas. En parte el muchacho comprendía este sentimiento, aunque en su vida no hubiese compartido tantos individuos, no cambiaría por nada ninguno de ellos, estos con su encuentro dejaron una huella en él que había provocado que Byron fuese la persona que era hoy en día. Tras su primera apreciación de la escena, hizo dos preguntas, las cuales dejaron pensativo al muchacho.

Siendo sinceros, Byron nunca había pensado de forma seria cuál era su objetivo o cuál era su sueño. El ansia de libertad y descubrimiento podía ser uno de ellos si, pero honestamente, era superficial, sin personalidad, todo el mundo quería algo así, era un sentimiento noble, pero le faltaba definición, definir quien era Byron. Comenzó a sumergirse más en sus pensamientos, buscando como contestar esa pregunta.

Como siempre tuvo dentro de él un ansia, un pequeño sentimiento que no podía describir, el por qué de aquella curiosidad por descubrir, por conocer, ¿qué era lo que realmente quería? ¿Qué motivaba a Byron a querer descubrir más y más? Por un breve instante fue consciente, igual no quería admitirlo pues dejaba ver su lado más ególatra, pero él se sentía alguien distinto, no se conformaba con los placeres comunes y terrenales, quería la grandeza, el ser reconocido. Quería descubrir ese lugar, para ser él quien lo descubrió. Quería ser tener ese conocimiento, para usarlo en su beneficio y ser diferencial al resto. En parte, el mundo giraba en una competición de quien dejaría la huella más grande en el mundo.

Drake contestó seriamente, de una forma mucho más realista, no dejándose llevar por la grandilocuencia de unos tontos deseos, siendo mucho más práctico. Casi confirmando de forma indirecta las suposiciones que hizo Byron sobre él anteriormente, sus declaraciones prácticamente gritaban que su pasado no había sido una vida de color rosa, el muchacho entendía aquello, tampoco es que para él hubiese sido fácil, aunque en términos diferentes. Inesperadamente, tras una breve pausa en la que parecía cuestionar sus anteriores comentarios, y con una cara de pensar dos veces sus siguientes palabras para hacer una buena elección de estas, deshizo su pequeño nudo en la garganta dejándose llevar por su niño interior.

- Dejar huella eh, te comprendo Drake.- Dijo dando un trago del espeso vino que ocupaba su jarra.- Contestando yo a esa pregunta... ¡Quiero la libertad, quiero viajar por el mundo y descubrir cosas que solo yo haya visto!- Golpeó la mesa con fuerza al emocionarse de más.- Sí... Esa sería una forma de aplacar el ansia de curiosidad que hay en mí, pero hay un motivo todavía más importante... ¡Poder decir que yo lo he descubierto y tú no! - Señaló a Lance con una mano haciéndole partícipe de su teatrillo, mientras que con la sobrante elevaba al cielo su jarra. - La única forma de justificar y demostrar tu existencia es, dejando una marca imborrable, yo seré inmortal participando en mitos y leyendas de las épocas futuras.

Se vio interrumpido por la aparición de aquella chica que compartía su mismo color de ojos. Y golpeando con fuerza la mesa del establecimiento dejo sobre esta unas monedas para pagar las consumiciones, quería invitarnos como agradecimiento, aunque se podía ver claramente que se había quedado prendada de Drake. Miró a Lance, y entendiendo como debía sentirse ante aquel batacazo emocional, hizo un gesto a la camarera para que sirviese otra ronda, quizás podría ahogar sus penas en alcohol, y después de todo aquello al final iba a salirle gratis a él también, así que había que echarle un poco de morro.

La chica, Jun, se unió a la velada, quitando su capucha dejo ver las largas trenzas azules que llevaba como peinado. Definitivamente era una cara bonita, aunque sus afilados colmillos extrañaban al zagal, no sabía que una persona podía tener esa clase de incisivos. Hizo una extraña mueca mirándolos fijamente, frunciendo el ceño como concentración, llegando a ser hasta descortés de forma no intencional, simplemente llamaban demasiado la atención de aquel chico que poco o nada conocía sobre las diferentes razas del mundo que habitaban.

La comida se sirvió, todos parecían estar muertos de hambre y devorar, increíblemente Byron también lo hizo, teniendo en cuenta que prácticamente acababa de comerse un plato de estofado. El primero en echar un bocado fue Lance, más Drake el primero en terminar, tremendo estómago tenían aquellos dos. Y mientras Byron masticaba intentando seguir el ritmo, Drake volvió a abrir la conversación, dando a entender que ese pequeño encuentro podía tratarse podría tratarse de algún tipo de "comida de negocios".

Byron chasqueó la lengua decepcionado consigo mismo, ni siquiera se había dado cuenta, la preciosa oportunidad que le estaba brindando el destino y él no la vio hasta que esa misma oportunidad se mencionó a sí misma sutilmente. Aun así, era comprensible que no se hubiese dado cuenta, aún estaba un poco aturdido por la absurda situación que había vivido esa mañana. Rio irónicamente mientras llevaba su mano a su rostro golpeando su frente, como la idea entrando en su cabeza, seguidamente incorporándose apoyando sus palmas sobre la mesa les dijo a los presentes como una amplia sonrisa.

- ¡Tengo pensado ir a Logue Town y partir para dejar huella en este mundo! ¿¡Por qué no venís conmigo y surcáis los mares bajo mi bandera?!- Preguntó ilusionado, dejándose llevar.
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RE: [Pasado] Extraño comiendo en la Isla Kilombo - por Byron - 28-08-2024, 12:30 AM

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