King Kazma
Shiromimi
28-08-2024, 03:47 AM
Unos marines escoltándole de vuelta al pueblo… O realmente eran unos palurdos que no estaban enterados de nada o le estaban engañando para pillarlo en cuanto se desconfiara un poco. Fuera como fuese, tenía que seguirles la corriente o arriesgarse a enfrentarse a ellos él solo. Unos bandidos de poca monta eran una cosa, pero los marines… Incluso el más inepto de ellos tenía un entrenamiento, y no sabía si ellos eran de los buenos o de los menos avezados de la promoción. No creía que fuera a perder contra ellos, no le daban impresión de ser tan fuertes, pero le podían dar problemas, herirle con alguna bala o espada o llamar refuerzos y avisar que estaba allí. El riesgo era demasiado alto como para correrlo, especialmente ahora que era responsable de lo que le pudiera pasar a su tripulación.
Tanto sus pasos como los de sus acompañantes hacían ruido al pisar hojas y ramas y pequeñas piedrecitas sueltas. King no tenía entrenamiento como los ninjas y otras personas capaces de ocultar su presencia y evitar que los movimientos más comunes produjeran ruidos que delataran su posición. Al parecer, aquellos marines tampoco tenían esa clase de entrenamiento, pero siempre podían estar fingiendo ser menos hábiles de lo que eran para que se confiase. No es que fuera muy bueno analizando a la gente o con las probabilidades, pero juraría que las posibilidades de que aquellos marines le estuvieran tendiendo una trampa eran mayores que las de que realmente no supieran quién era y le escoltaran de vuelta al pueblo. Como si el pueblo fuera mucho más seguro que el bosque…
- No soy de aquí, llegué hace unos días en el barco de un amigo. Así que es normal que no oyera hablar de mí. Soy historiador, me dedico a estudiar la historia de los lugares que visito. - ¿Para qué molestarse en mentir? La verdad era mucho más sencilla y no requería pensar en exceso para mantener la mentira. Aunque ocultaba un poco de verdad, eso es cierto. Desde el punto de vista de cualquier marine o civil, aquel conejo no era trigo limpio. – Y si hay tan pocos recursos como para que vayáis solos por un lugar tan peligroso… ¿Por qué no negarse? ¿No podéis incumplir órdenes que os ponen en un peligro desproporcionado sin los recursos adecuados?
Tanto sus pasos como los de sus acompañantes hacían ruido al pisar hojas y ramas y pequeñas piedrecitas sueltas. King no tenía entrenamiento como los ninjas y otras personas capaces de ocultar su presencia y evitar que los movimientos más comunes produjeran ruidos que delataran su posición. Al parecer, aquellos marines tampoco tenían esa clase de entrenamiento, pero siempre podían estar fingiendo ser menos hábiles de lo que eran para que se confiase. No es que fuera muy bueno analizando a la gente o con las probabilidades, pero juraría que las posibilidades de que aquellos marines le estuvieran tendiendo una trampa eran mayores que las de que realmente no supieran quién era y le escoltaran de vuelta al pueblo. Como si el pueblo fuera mucho más seguro que el bosque…
- No soy de aquí, llegué hace unos días en el barco de un amigo. Así que es normal que no oyera hablar de mí. Soy historiador, me dedico a estudiar la historia de los lugares que visito. - ¿Para qué molestarse en mentir? La verdad era mucho más sencilla y no requería pensar en exceso para mantener la mentira. Aunque ocultaba un poco de verdad, eso es cierto. Desde el punto de vista de cualquier marine o civil, aquel conejo no era trigo limpio. – Y si hay tan pocos recursos como para que vayáis solos por un lugar tan peligroso… ¿Por qué no negarse? ¿No podéis incumplir órdenes que os ponen en un peligro desproporcionado sin los recursos adecuados?