Jack D. Agnis
Golden Eyes
29-08-2024, 01:16 AM
Alcé los hombros ante las palabras sobre ovejas y lobos. A decir verdad esas personas me daban igual y se morían, mejor, menos carga para la futura Cuba de Ron, pero como yo no era quien decidía, lo que aquel perro dijera estaba bien.
-No dejes que crean que son una carga- le comenté, antes de oír sus ultimas palabras y reírme por lo que este decía, aun sin entender a que lo que se refería con artista marcial, pero supuse que podían dar buenos golpes con sus manos.
“Supongo que todos los mink son iguales, no?” pensé, recordando que King también usaba sus manos para luchar, ensuciandoselas en el proceso.
-Oye oye cachorro, espera un poco. Yo solo me ofrecí arreglar su desastre por el pago, pero protegerlos no estaba en el acuerdo. Lo haré, pero deberás saber que proteger a alguien no es tarea fácil, asique te recomiendo pensar alguna manera de pagarme por este favor- le dije al cachorro. Yo no era niñero de nadie y mucho menos de gente que solo parecía ser una carga para los demás. Pero no iba a negar que tener un favor de aquel perro en algún momento, era tentador.
-En fin, dicho eso. Ya oyeron al cachorro, andando, que no quiero perder mas tiempo- dije con voz de mando, mientras tomaba la caja de herramientas y me subía al bote, y esperaba que aquellos que iban a ir conmigo se subieran y empezaran a remar, yo no podía hacerlo, o al menos eso quería aparentar.
Una vez el bote zarpo, comencé a hablar con los miembros de mi grupo.
-Al llegar, necesito que se encarguen de sacar el agua y secar la madera. Si esta logra penetrarse en la madera estaremos perdido, porque es justo la que esta sobre el agua y dudo que pueda cambiarla sin que se nos hunda el barco. Por otro lado, necesitaré que busquen toda la brea que tengan en el barco y obviamente clavos. - dicho esto, me mantuve callado, mientras observaba a aquellas personas mover los remos con tal lentitud que comenzaban ya a impacientarme.
No tardamos mucho en llegar al banco de arena, donde dejamos encallado el bote, para luego entrar al navío por el hueco inferior.
-Bien, como ven su barco no esta tan mal logrado, pero hay que arreglarlo. Uds tres encargarse de sacar el agua, mientras tu...- dije señalando al mas joven del grupo.
-… busca la brea y los clavos. Yo estaré emparejando aquí el agujero. Ahora a trabajar- dije, antes de comenzar a ignorarlos y comenzar con mi labor de emparejar dicho agujero.
-Vamos a arreglarte corazón. Asique aguanta un poco- murmuré por lo bajo, mientras tomaba una sierra y comenzaba cortar la maderas astilladas.
Las cosas iban viento en popa, pero el destino es cruel y divertido, sobre todos para los débiles.
-No dejes que crean que son una carga- le comenté, antes de oír sus ultimas palabras y reírme por lo que este decía, aun sin entender a que lo que se refería con artista marcial, pero supuse que podían dar buenos golpes con sus manos.
“Supongo que todos los mink son iguales, no?” pensé, recordando que King también usaba sus manos para luchar, ensuciandoselas en el proceso.
-Oye oye cachorro, espera un poco. Yo solo me ofrecí arreglar su desastre por el pago, pero protegerlos no estaba en el acuerdo. Lo haré, pero deberás saber que proteger a alguien no es tarea fácil, asique te recomiendo pensar alguna manera de pagarme por este favor- le dije al cachorro. Yo no era niñero de nadie y mucho menos de gente que solo parecía ser una carga para los demás. Pero no iba a negar que tener un favor de aquel perro en algún momento, era tentador.
-En fin, dicho eso. Ya oyeron al cachorro, andando, que no quiero perder mas tiempo- dije con voz de mando, mientras tomaba la caja de herramientas y me subía al bote, y esperaba que aquellos que iban a ir conmigo se subieran y empezaran a remar, yo no podía hacerlo, o al menos eso quería aparentar.
Una vez el bote zarpo, comencé a hablar con los miembros de mi grupo.
-Al llegar, necesito que se encarguen de sacar el agua y secar la madera. Si esta logra penetrarse en la madera estaremos perdido, porque es justo la que esta sobre el agua y dudo que pueda cambiarla sin que se nos hunda el barco. Por otro lado, necesitaré que busquen toda la brea que tengan en el barco y obviamente clavos. - dicho esto, me mantuve callado, mientras observaba a aquellas personas mover los remos con tal lentitud que comenzaban ya a impacientarme.
No tardamos mucho en llegar al banco de arena, donde dejamos encallado el bote, para luego entrar al navío por el hueco inferior.
-Bien, como ven su barco no esta tan mal logrado, pero hay que arreglarlo. Uds tres encargarse de sacar el agua, mientras tu...- dije señalando al mas joven del grupo.
-… busca la brea y los clavos. Yo estaré emparejando aquí el agujero. Ahora a trabajar- dije, antes de comenzar a ignorarlos y comenzar con mi labor de emparejar dicho agujero.
-Vamos a arreglarte corazón. Asique aguanta un poco- murmuré por lo bajo, mientras tomaba una sierra y comenzaba cortar la maderas astilladas.
Las cosas iban viento en popa, pero el destino es cruel y divertido, sobre todos para los débiles.