Masao Toduro
El niño de los lloros
29-08-2024, 03:37 PM
(Última modificación: 29-08-2024, 03:57 PM por Masao Toduro.)
Respiré aliviado cuando me respondió el monstruo que no trabajaba para nadie, aunque aquello bien podía ser una trampa o un embuste de la vil criatura. Fuera como fuese, no terminaba de creerse a aquella bestia, mucho menos después de haber visto la película de "tiburón", tal vez aquel monstruo fuese un derivado de un científico loco, un experimento fallido que iría recorriendo el barrio cargándose uno por uno a todos los protagonistas como era tan típico en aquel tipo de películas "slasher" o como coño se llamará el entendido del cine, ciertamente aquel personaje tenía un aura de secuela que no podía con él.
No fue hasta cuando me percaté de que el bicho se había retrasado un poco, que me relaje algo más, sin tampoco bajar del todo la guardia, la criatura ya había demostrado ser astuta una vez, no dejaría que lo pillará con la guardia baja una segunda. Luego el monstruo replicó con una historia que la verdad es que era un follón de cuidado, que si artefacto, que si no sé qué historia del pueblo de los peces, en fin el tío parecía que le iba a dar la típica chapa del domingo que le daba el párroco de su barrio durante la misa, tal vez la historia no fuera más de una frase, pero se le hizo eterna, tan solo esperaba que saltara ya a la parte donde le proponía comprar un libro o una guía para como invertir en sellos.
—Pos la verdah, ez que a mí la suda tol trajin este, yo solo quiero sacarme unas pelas pa comer mañana un buen puchero, no ze tú— repliqué con mi acento característico, aunque si el bicho llevaba rondado el barrio algún tiempo debía estar más que acostumbrado.
Acercándome cautamente terminé de recuperar, la caja, abriéndola y mostrando un poco de la mercancía para que el tiburón no me diera un bocado, un paquete de chocolate del bueno, por el peso no debía ser más de uno o dos kilos, la caja en total tendría como mucho unos siete u ocho kilos en total.
—Con esto me pago el alquile del meeh, pero vamos picha que si me dejas dejar esto en mi "keli" a buen recaudo y tiene una buena idea pa sacar una buena tajada, yo me apunto— finiquite tal vez mostrando más interés del que tenía, después de todo tenía que convencerlo de que no me comiera.
Pero bueno, siempre podía ser el ayudante del malo de la película, cambiar de bando en el último momento, lo que fuera para salir del meollo vivo, quién sabe lo mismo si hacia un buen papel lo invitaban para la tercera entrega.
No fue hasta cuando me percaté de que el bicho se había retrasado un poco, que me relaje algo más, sin tampoco bajar del todo la guardia, la criatura ya había demostrado ser astuta una vez, no dejaría que lo pillará con la guardia baja una segunda. Luego el monstruo replicó con una historia que la verdad es que era un follón de cuidado, que si artefacto, que si no sé qué historia del pueblo de los peces, en fin el tío parecía que le iba a dar la típica chapa del domingo que le daba el párroco de su barrio durante la misa, tal vez la historia no fuera más de una frase, pero se le hizo eterna, tan solo esperaba que saltara ya a la parte donde le proponía comprar un libro o una guía para como invertir en sellos.
—Pos la verdah, ez que a mí la suda tol trajin este, yo solo quiero sacarme unas pelas pa comer mañana un buen puchero, no ze tú— repliqué con mi acento característico, aunque si el bicho llevaba rondado el barrio algún tiempo debía estar más que acostumbrado.
Acercándome cautamente terminé de recuperar, la caja, abriéndola y mostrando un poco de la mercancía para que el tiburón no me diera un bocado, un paquete de chocolate del bueno, por el peso no debía ser más de uno o dos kilos, la caja en total tendría como mucho unos siete u ocho kilos en total.
—Con esto me pago el alquile del meeh, pero vamos picha que si me dejas dejar esto en mi "keli" a buen recaudo y tiene una buena idea pa sacar una buena tajada, yo me apunto— finiquite tal vez mostrando más interés del que tenía, después de todo tenía que convencerlo de que no me comiera.
Pero bueno, siempre podía ser el ayudante del malo de la película, cambiar de bando en el último momento, lo que fuera para salir del meollo vivo, quién sabe lo mismo si hacia un buen papel lo invitaban para la tercera entrega.