Timsy
Timsy
30-08-2024, 01:23 AM
El viento continuaba amenazando con derribarme. A pesar de estar poniendo todo mi empeño en evitar ser derrotado por una masa invisible de nada, sentía que estaba perdiendo por completo la batalla. ¿Pero qué demonios ocurría en este lugar? ¡¿No había ningún sitio normal sin que el entorno quisiera matarte o alguna cosa similar? El grupo de gente parecía estar ocupada en sus historias. A penas conseguía escuchar nada concreto, hasta que… El viento terminó por derribarme, empujándome de manera continua por el suelo haciéndome rodar como un vulgar rizoma de posidonia en la orilla de una playa perdida en mitad de ninguna parte. Así fue como fui a unirme al grupo.
El sonido del viento atizándome los tímpanos y el mareo del viaje con complejo de rueda de molino de agua no me dejaban procesar con claridad lo que se decía a mí alrededor. Tampoco los pajaritos que daban vueltas alrededor de mi cabeza ayudaban a mejorar la situación. Me llevé ambas manos a la testa para tratar de contener las vueltas que parecía estar dando, como si con aquel simple gesto pudiera poner fin al movimiento incesante que estaba teniendo todo mí alrededor. Todo fue en vano. Peleé por levantarme, pero una vez más el viento y el mareo no tuvieron a bien permitírmelo - ¡Grlgrlgrlgrl! - ¿ahora tampoco podía hablar?
Decidí regalarme y concederme unos segundos para recobrar la normalidad y la compostura. Centré la mirada en un único punto para forzar que todo dejara de girar. Esta vez funcionó. También ladeé ligeramente la cabeza para evitar que el viento percutiera en los tímpanos directamente, sino que golpeara lateralmente. Así al menos ya no estaría sordo a efectos prácticos. Tras esos segundos pude ver como casi la totalidad del grupo se marchaba. Debido a los recientes acontecimientos no me fue difícil suponer que marchaban a la guerra contra la otra zona, estuviera dónde estuviese. Sin decir ni una palabra, y con gran esfuerzo, me levanté y seguí al grupo dispuesto a desafiar a los desconocido.
El sonido del viento atizándome los tímpanos y el mareo del viaje con complejo de rueda de molino de agua no me dejaban procesar con claridad lo que se decía a mí alrededor. Tampoco los pajaritos que daban vueltas alrededor de mi cabeza ayudaban a mejorar la situación. Me llevé ambas manos a la testa para tratar de contener las vueltas que parecía estar dando, como si con aquel simple gesto pudiera poner fin al movimiento incesante que estaba teniendo todo mí alrededor. Todo fue en vano. Peleé por levantarme, pero una vez más el viento y el mareo no tuvieron a bien permitírmelo - ¡Grlgrlgrlgrl! - ¿ahora tampoco podía hablar?
Decidí regalarme y concederme unos segundos para recobrar la normalidad y la compostura. Centré la mirada en un único punto para forzar que todo dejara de girar. Esta vez funcionó. También ladeé ligeramente la cabeza para evitar que el viento percutiera en los tímpanos directamente, sino que golpeara lateralmente. Así al menos ya no estaría sordo a efectos prácticos. Tras esos segundos pude ver como casi la totalidad del grupo se marchaba. Debido a los recientes acontecimientos no me fue difícil suponer que marchaban a la guerra contra la otra zona, estuviera dónde estuviese. Sin decir ni una palabra, y con gran esfuerzo, me levanté y seguí al grupo dispuesto a desafiar a los desconocido.