Vesper Chrome
Medical Fortress
30-08-2024, 02:19 AM
Cuando me disponía a beber de la segunda botella de sake del día, detrás, casi en el fondo del bar se escuchó un estruendo, diría que es normal en un bar donde asisten borrachos y demás, pero aquí, las peleas han estado siempre prohibidas, si tienen cosas que arreglar deberían salir a la calle y darse de golpes como hombres, no arruinarle el día a las personas que intentan disfrutar del tiempo que le resta en este lugar. Es una referencia muy exacta pero obviamente me refiero a mí. Así que miré hacia atrás y observé quien estaba haciendo aquel escándalo, un hombre de esos que se atreven apostar con jovencitas era quien daba problemas, precisamente por apostar con una niña.
Las cosas no fueron muy lejos, aun así, era incomodo ver ese tipo de cosas, así que evitaba el tener que mirar hacia allá, aunque la curiosidad, las pequeñas heridas que tenia la dama y sobre todo la mirada del barman me decía que al menos me acercara, entre todos los que estábamos en el bar esta vez, yo era el único médico, dudo que ella necesite ayuda médica, pero qué más da. —¿Qué esperas Chrome, no ves una mujer herida? — Comentó en un tono burlón el barman, mi gesto principal fue el de simplemente mirarle con aquella mirada fría que mis ojos de corneas distintas denotan.
—¡Tsk! ¿Qué tiene que ver eso conmigo, estúpido barman? — Bufe antes de darme la vuelta para intentar ignorarle mientras esta vez, si tomaba de mi botella de sake. En eso entra un hombre de piel bastante extraña y lanza un comentario un poco burlesco como si conociera a la mujer, quien parecía desde su asiento, un perro del cual si te acercas demasiado podría morder. — Tu eres el medico aquí Chrome, ve a brindarle tu ayuda. — Tanto el barman como los que estaban conmigo en la barra comenzaron a reírse ante tal comentario estúpido de ese hombre. No me daba vergüenza ni nada por el estilo, de hecho, para salir de ellos, me levanté para dirigirme hacia la chica, no tenia nada que perder, al final soy solo un médico ofreciendo mi hospitalidad.
Caminé hacia ella pasando de largo por el frente del hombre que en un principio habia entrado, de cerca es aun mas extraño, pero llamativo, parece venido de otro sitio, de un lugar donde probablemente eran distintos, tanto su piel, su cabello y vestimenta parecían de otro sitio, ni siquiera de propios de este mar. Lo miré brevemente y seguí caminando hacia la chica.
—Oye niña, ¿Necesitas algo de alcohol para esos rasguños? — De la pequeña bolsa que traigo conmigo saque una diminuta botella con alcohol, lo lancé hacia donde estaba la chica, al final de cuentas, esas heridas no necesitaban ser tratadas por un doctor, conque las desinfecte por si misma estaba mas que bien. Tomé una de las sillas que anteriormente habían sido tiradas al suelo y me senté frente a ella. — Veamos si eres tan tramposa como aquel vejestorio aclamaba. — Una de las camareras trajo un nuevo paquete de cartas, esperaba que simplemente esta mujer no se negara a jugar, y si alguien estaba dispuesto pues que se uniera a nosotros.