Hay rumores sobre…
... que en cierta isla del East Blue, hubo hasta hace poco tiempo un reino muy prospero y poderoso, pero que desapareció de la faz de la tierra en apenas un día.
[Común] [Pasado] El guardián de Kano
Byron
Hizashi
Poco a poco las horas del día llegaban a su fin, acostumbrado a la calmada isla del mar del este, Byron caminada de forma despreocupada haciéndose paso entre la muchedumbre local con total despreocupación. Deambulaba sin rumbo fijo por el mercado local, con una bolsa llena de redondos panecillos que un afable vendedor le había dejado a buen precio por haber sido los restos de la mañana. Con uno metido en la boca, observaba cuidadosamente las calles del lugar que poco a poco le parecían más y más familiares, debido al haber ido acostumbrándose a ellas, pues en los escasos días que llevaba allí las había recorrido múltiples veces en busca de algo que llamase su atención con la intención de matar el aburrimiento que aquella localización le provocaba.

El cielo se encontraba despejado, y el sol que tenía el chico de aliado caía sobre el cielo con la intención de esconderse tras el horizonte. Aún no estaba lo suficiente bajo como para categorizarlo como un atardecer, pero este poco a poco iba tiñendo el inmenso cielo con un cálido naranja en su parte más próxima a este.

Con esa resplandeciente estampa, Byron había acabado sin buscarlo frente a la puerta del local que días pasados frecuentó con ese estrambótico grupo. Como un relámpago también llegó a su mente la forma tan lamentable en la que había acabado, borracho hasta el punto de tener al día siguiente encontrarse con la mayor resaca que había experimentado de su joven y corta vida. No pudo evitar esbozar una ligera sonrisa al recordarlo, lo que en aquel momento era algo trivial, ahora lo recordaba con un poco de añoranza, pues aunque había pasado poco tiempo de aquel encuentro, ahora se encontraba totalmente solo y aburrido en aquella isla.

De forma inmediata también llegó a su mente la forma en la que aquellos compañeros de juerga habían rechazado su oferta. Lance se negó casi categorizándolo como un rival, y entre risas juraron volver a encontrarse compitiendo por ver quien alcanzaría antes su meta. La forma más divertida sin lugar a dudas fue la de Jun, que simplemente preguntando por quién tenía un barco para surcar el mar, humilló tanto a Byron como Lance, pues por desgracia para ambos, era algo que estaban en proceso de conseguir.

Aunque, si tuviese que elegir la que más llamó la atención al chico de ojos amatistas, fue la del hombre de brazos gigantescos. En aquella intensa charla sobre los sueños y objetivos de cada uno, tomó un rol distante, no abriéndose mucho, tan solo dejando un pequeño momento de honesta ilusión cuando, como un niño con los ojos desbordantes de ilusión dijo que quería tener algo simple, sencillo, un lugar al que llamar hogar. Esas palabras hicieron mella en el muchacho, al sentir que aquel enorme humano tenía un sueño tan humilde, y que a su vez, por su forma de expresarse parecía verlo imposible. Como decía él "la vida del autónomo" o algo así.

Todavía tenía muy presenta la forma en que agarró sutilmente la moneda de la chica peli azul, y dejó en manos del destino y la suerte si se uniría a alguno de ellos. El destino fue cruel, y con elegancia consiguió rechazar ambas propuestas sin dejarlo en una situación comprometida, pasados los días aún se preguntaba si había trucado el resultado, al no verse por su actitud demasiado embaucado en sus ofertas, y siendo un artesano, seguro que el juego de manos era pan comido para él.

- Es una pena, el tipo molaba demasiado.- Murmuró al aire hablando en voz alta para sí mismo.

El sol comenzó a caer, haciéndole recordar de forma clara el plan que ese chico tenía para aquel día. Al ser algo fugaz que pasó por su mente en aquel momento, y ser interrumpido por el grupo antes nombrado, lo había olvidado por completo, pero la similitud de la situación le hizo rescatar la idea que le dio un anciano ciudadano de la isla Kilombo.

- Si me doy prisa, puedo llegar para el atardecer.- Dio otro bocado al pan que antes tenía en la boca, terminado así de comerlo, y raudo cuál rayo se dirigió hacia el faro de Rostock.

Llegó con el pecho agitado por el cansancio, tuvo que correr más de lo que esperaba si quería disfrutar la vistas de las que "fue privado" el primer día. Por su frente corrían algunas gotas de sudor provocadas por el esfuerzo, que resbalaba y se precipitaban al suelo sin ningún tipo de impedimento. Limpió esta con su antebrazo mientras acompañaba este gesto con un ligero quejido de alivio. Por suerte, esta vez no tendría nada de lo que arrepentirse, ante él se encontraba aquel alto faro, y delante de este la maravillosa vista del atardecer que había venido buscando. Sin mucho tardar, decidió que la vista sería mucho mejor desde lo alto de la construcción, y se acercó con la intención de subir.

Ante él, en cuanto puso el primer pie en la escalera para ascender, una imponente y grande sombra que se extendía desde una alta viga de madera hizo acto de presencia sorprendiendo al muchacho. Avanzó más con genuina curiosidad, quedando a su misma altura, pero dentro del edificio. La silueta que la originaba le resultaba familiar, observando su espalda pudo vislumbrar el movimiento de unos largos y músculos brazos, que parecían trastear con algo que su figura le impedía ver. En ese instante lo reconoció.

Esa figura le resultaba inconfundible, se trataba de Drake, que antes de poder saludar, ya le dedicaba unas palabras al joven, como si por sus andares "infantiles" reconociese quien se encontraba a sus espaldas.

Desde el primer momento ya le puso sobre aviso, no iba a cambiar de opinión si lo que buscaba era hacerle otra oferta. Girando el rostro y con una cara que solo transmitía duda, ¿se creía que Byron era algún tipo de acosador? Se acercó a Drake por el lateral, pero no demasiado, se quedó a las puertas del gran ventanal de piedra por el que había visto su figura, y apoyando la bolsa con el pan que le quedaba y sus propios brazos sobre el muro inferior de esta le dijo.

- Como si supiese que estabas aquí gigante cabezón, tengo asumida la derrota, tranquilo.- O eso creía él, pues aún tenía el pequeño remordimiento de no haber conseguido que aquel hombre surcase los mares junto al zagal.

- Es bonito, tienes buenas cualidades.- Dijo refiriéndose al pájaro de madera que el mismo Drake le había mencionado. - Aunque seguro que se aprovechaban mejor en un barco.- Dijo con un tono burlón siguiéndole el juego.

Desde aquel faro, observó el anaranjado horizonte, el hermoso atardecer los iluminaba a ambos y una agradable brisa los envolvía haciendo mucho más agradable la estancia en el lugar, acompañando de forma intercalada el paisaje que ambos disfrutaban en aquel momento. Este volvió a dirigirle la palabra, preguntando al muchacho que hacía entonces en aquel lugar, y ante ella, antes de contestar soltó una pequeña y sincera carcajada.

- ¿Qué pasa? ¿Uno no puede deleitarse con el atardecer o que?- Dijo mirándolo de reojo.- Verás, el día que nos conocimos tenía intención de contemplar el atardecer del mar del este, vengo de bastante lejos, más de lo que podrías imaginar. Allí siempre me quedaba ensimismado viendo el sol esconderse tras el horizonte jeje.- Rio tímidamente mientras rascaba su cabeza, igual estaba abriéndose de más, pero el ambiente se prestaba a ello.- Como forma simbólica de empezar mi aventura, pensé que ver un atardecer distinto al que acostumbraba sería una forma digna de comenzar mi nueva vida.

El chico dejó que por unos segundos el silencio entrase en escena. Siendo sinceros, no quería presionarlo, no quería volver a lanzar la oferta, pues sus motivos tendría para haberla rechazado, pero no pudo evitar dejarse llevar. Aun así, el comentario que lanzaría, no sería una proposición formal, sino como un sutil comentario intentando despertar algo en aquel hombre que parecía haber perdido la capacidad de pensar a lo grande.

- Dime... Drake... ¿No crees que sería maravilloso vivir el resto de tu vida deleitándote con un distinto atardecer? - Volvió a dejar un par segundo de siguiendo. - ¿No aspiras a hacer algo grande con el tesoro que es tu vida?.- Una fuerte ventolera los sacudió, como si el mismo cielo reforzase sus palabras. Y disfrutándola con su pelo moviéndose al son del viento esperó su respuesta.
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Mensajes en este tema
[Pasado] El guardián de Kano - por Drake Longspan - 29-08-2024, 06:48 PM
RE: [Pasado] El guardián de Kano - por Byron - 30-08-2024, 03:31 AM
RE: [Pasado] El guardián de Kano - por Byron - 30-08-2024, 09:50 PM
RE: [Pasado] El guardián de Kano - por Byron - 02-09-2024, 06:50 PM
RE: [Pasado] El guardián de Kano - por Byron - 09-09-2024, 01:46 AM

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