Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Diario] Inicio del Mundo de las Almas [Akuma]
Rengetsu D. Tenji
Príncipe Ciego
Dando repetidos toques con su bastón hacia los lados Tenji iba descendiendo por el tablón que conectaba el muelle de puerto con la embarcación que lo trajo hasta la isla, un barco mercantil modesto que le dejo viajar por un bajo coste. El chico iba comprobando que no se desviaran demasiado sus pasos hacia el borde del tablón y buscando tocar tierra firme - ¡Recuerda que marcharemos al amanecer a la salida del sol, si no estas tendremos que marchar sin ti! - Le avisaría el capitán del barco desde arriba cuando se fijo que el chico ciego ya estaba pisando los tablones de madera que conformaban el muelle - ¡Si muchas gracias, ahí estaré para devolverle la caña! - Como él no trabajaba ni tenia que hacer los tratos de mercancías que los de la tripulación pasarían parte del día realizando le pidió prestada al capitán una de las cañas de pescar viejas que a veces usaban cuando se aburrían en alta mar viajando, con el fin de poder pasar el día por algún riachuelo que encontrará en la isla o la propia costa a muy malas.

El chico se iba orientando gracias a su oída y tacto, al caminar descalzo era fácil para él notar cuando cambiaba el terreno que pisaba, de que tipo era y junto al sonido a su alrededor y las voces de las personas lograba un mínimo de orientación, aunque eso no quitaba que evidentemente no podía ubicar bien ningún lugar - Disculpe, me podría decir hacia donde podría encontrar un rio o arroyo? - Noto los pasos de alguien cerca de él, sin siquiera saber quien era se paro para preguntarle - Por supuesto joven - Por su voz era un hombre algo mayor, probablemente entrado en sus cincuenta, tal vez casi los sesenta ya, el mismo toco el brazo del joven, sintiendo Tenji al momento como la mano del hombre tenia el relieve de algunas cicatrices de cortes y cayos bien marcados, seguramente trabajo toda su vida con la madera, es posible que en un astillero - Sigue el camino hacia esta dirección hasta el final y notaras un muro, entonces giras a la derecha y empezara un camino de tierra que pasa un poco más adelante por el lado de un arroyo antes de llegar al bosque - El hombre busco orientar al chico al notar que no podía ver - Muchas gracias buen hombre - Un saludo formar agachando un poco la cabeza para luego proseguir su camino.

Efectivamente encontró el muro que le menciono el hombre, debía ser la fachada de alguna casa o almacén, entonces giraría hacia la dirección indicada para no tardar en sentir entre sus dedos el tacto de la tierra repentino, dejando de percibir los restos de piedra pulida enterrada parcialmente para formar un camino ligeramente asfaltado.

Conforme paseaba por aquel sendero de tierra escuchaba el cantar de las aves y el olor a hierba llevado por el viento, lo cierto es que aquella isla parecía un lugar muy agradable en el que estar, con una buena presencia de la naturaleza, dando pie a un entorno pacifico y estable. El arroyo se hizo presente ante los oídos del ciego, causando que se desviara un poco del camino pasando a notar el tacto del pasto con sus pies que crecía en la orilla de este, para encontrar con su bastón el agua dando un par de golpes con el mismo en ella para calcular su profundidad. Luego siguió avanzando bordeando el rio buscando no caer por accidente en él con un tropiezo, hasta que golpeando hacia los lados noto que su bastón chocaba con algo, probablemente un árbol, dio un par de golpes con su báculo contra la corteza confirmando su consistencia y solidez para ver si le servía para descansar bajo su sombra y ponerse a pescar.

Aunque esos golpes al árbol causaron de que se desprendiera de este algo que cayo y rodo hasta los pies del ciego, en una primera instancia este se preocupo de que no hubiera tirado algún nido de un ave o algo así, pero cuando tomo el objeto estaba claro que no se trataba de eso - Mmm... Es blando, tiene como un rabillo, podría ser un fruto - Clavando un poco la uña, mientras se dejaba caer apoyado en el tronco para quedarse sentado, el chico logro perforar la piel del fruto y efectivamente retirar parte del mismo denotando en su interior una pulpa jugosa - Pues si que parece una fruta, aunque no se cual es, tiene una forma peculiar - El hombre intento olerla pero no le transmitió ninguna mala sensación, pero tampoco ninguna familiar. Finalmente opto por retirar un poco más de la piel y proceder a darle un tímido mordisco, en ese mismo instante una desagradable, amarga, acida y dulce sensación se apodero de su boca, una mezcla de sabores en unas intensidades y mezclas que se hacia insoportable hasta el punto que comenzó a toser - Tsuuu Tsuuu, que porquería es esto! - Dejando caer el resto de aquel fruto asqueroso que rodearía al agua al mismo tiempo que él gateaba hasta esta para limpiarse un poco la boca y su sabor con el liquido elemento - Igual no estaba madura... - Fue lo que pensó cuando se había limpiado un poco la boca y ya no había por lo menos restos solidos por ella, aunque se trago un poco - Espero que no me sienta mal, será mejor que me quede por aquí un rato a ver que tal - Volvería a acostarse contra el árbol, mientras preparaba su caña de pescar, aunque estaba aun con una pequeña expresión de disgusto por el sabor de aquel fruto.

Y aunque ahora simplemente permanecía totalmente relajado y contemplativo, Tenji no era consciente que con aquel mordisco el mismo y su vida acababan de cambiar para siempre. Un nuevo poder despertaba en lo más profundo de su ser, una nueva fuerza que le permitiria luchar por sus sueños y ambiciones.
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Inicio del Mundo de las Almas [Akuma] - por Rengetsu D. Tenji - 27-07-2024, 02:54 PM

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