Juuken
Juuken
31-08-2024, 05:22 PM
Hoy no era un día especialmente bueno, apenas corría nada de viento, el sol pegaba demasiado para esa época del año y tenía aborrecido aquél lugar. Igual era el momento de plantearse tomar un barco y abandonar esas islas, ya no había nada interesante que hacer por allí, aunque no sabía exactamente las intenciones de Lance, además el encuentro con aquél hombre pez, que resultó muy extraño, me dejó bastante extrañado, aunque seguramente ya se había ido de allí.
Estaba próximo a una zona con bastante arena, el otro día pude ver gente aquí tumbados y dándose baños en el mar. Una pena que perdiese las fuerzas cada vez que entrase al agua, se sentía algo súper relajante. De modo que decidí dar un paseo por aquella zona, a esas horas dudaba que hubiese nadie por allí.
Comenzó a soplar una brisa bastante agradable, iba caminando con las manos en los bolsillos, cerré los ojos para relajarme. El camino era plano, sencillo, y quería sentir el aire directamente en mi rostro y mi cabello, la sensación era verdaderamente relajante. De vez en cuando, un chorro de aire más cálido, y menos agradable, mas por lo general el frescor del viento resultaba tanto agradable como gratificante.
Continuaba caminando, me detuve, abrí los ojos mirando al mar, era una vista increíble, un suave oleaje mecía la orilla. El sonido del agua en movimiento me incitaba a tumbarme y mantener la posición durante horas. Me giré con esa intención. Un sonido de chapoteo me llamó un poco la atención, miré hacia mi derecha y la imagen fue algo que verdaderamente me dejó bastante descolocado.
Una gran criatura estaba allí, en medio de la arena, en una especie de hoyo cavado en la misma, retorciéndose en... ¿barro? Me quedé contemplando directamente, posiblemente sería una criatura peligrosa, aunque tal vez no, con esa forma de actuar debía ser un animal, pero lo veía demasiado grande para tratarse de un simple animalito, sería como siete u ocho veces yo. Tal vez más.
Me quedé completamente embobado, un terrible rugido se escuchó desde donde estaba esa criatura, que todavía no había advertido en mi presencia, tragué saliva. Tal vez debería huir, igual sería lo más sensato. La curiosidad me pudo, y en vez de moverme para alejarme, lo hice para acercarme, quedando a escasos tres metros de ese hoyo donde estaba ese ser.
No sabía qué podía ser, estaba muy a gusto en esa especie de piscina de barro, igual se trataba de otro hombre pez, como ese tal Qazan. Aunque este tenía un aspecto totalmente distinto, pero ya me esperaba cualquier cosa de este mundo. Me quedé mirándole con una sonrisa, a la vez que advertí que nuestras miradas se cruzaban. La emoción de seguir conociendo nuevas criaturas de este vasto mundo me agradaba bastante.
Pero no dejaba de temer que fuera una criatura peligrosa. Debía mantenerme alerta por si acaso. Lo que no estaba seguro era que mi emoción actual me permitiese mantener la cautela contra esa gigantesca criatura.
Estaba próximo a una zona con bastante arena, el otro día pude ver gente aquí tumbados y dándose baños en el mar. Una pena que perdiese las fuerzas cada vez que entrase al agua, se sentía algo súper relajante. De modo que decidí dar un paseo por aquella zona, a esas horas dudaba que hubiese nadie por allí.
Comenzó a soplar una brisa bastante agradable, iba caminando con las manos en los bolsillos, cerré los ojos para relajarme. El camino era plano, sencillo, y quería sentir el aire directamente en mi rostro y mi cabello, la sensación era verdaderamente relajante. De vez en cuando, un chorro de aire más cálido, y menos agradable, mas por lo general el frescor del viento resultaba tanto agradable como gratificante.
Continuaba caminando, me detuve, abrí los ojos mirando al mar, era una vista increíble, un suave oleaje mecía la orilla. El sonido del agua en movimiento me incitaba a tumbarme y mantener la posición durante horas. Me giré con esa intención. Un sonido de chapoteo me llamó un poco la atención, miré hacia mi derecha y la imagen fue algo que verdaderamente me dejó bastante descolocado.
Una gran criatura estaba allí, en medio de la arena, en una especie de hoyo cavado en la misma, retorciéndose en... ¿barro? Me quedé contemplando directamente, posiblemente sería una criatura peligrosa, aunque tal vez no, con esa forma de actuar debía ser un animal, pero lo veía demasiado grande para tratarse de un simple animalito, sería como siete u ocho veces yo. Tal vez más.
Me quedé completamente embobado, un terrible rugido se escuchó desde donde estaba esa criatura, que todavía no había advertido en mi presencia, tragué saliva. Tal vez debería huir, igual sería lo más sensato. La curiosidad me pudo, y en vez de moverme para alejarme, lo hice para acercarme, quedando a escasos tres metros de ese hoyo donde estaba ese ser.
No sabía qué podía ser, estaba muy a gusto en esa especie de piscina de barro, igual se trataba de otro hombre pez, como ese tal Qazan. Aunque este tenía un aspecto totalmente distinto, pero ya me esperaba cualquier cosa de este mundo. Me quedé mirándole con una sonrisa, a la vez que advertí que nuestras miradas se cruzaban. La emoción de seguir conociendo nuevas criaturas de este vasto mundo me agradaba bastante.
Pero no dejaba de temer que fuera una criatura peligrosa. Debía mantenerme alerta por si acaso. Lo que no estaba seguro era que mi emoción actual me permitiese mantener la cautela contra esa gigantesca criatura.