Vesper Chrome
Medical Fortress
01-09-2024, 05:56 AM
(Última modificación: 01-09-2024, 05:57 AM por Vesper Chrome.)
El pato salió caminando como si no hubiera pasado absolutamente nada, y si que era extraño, necesitaba ver que todo estaba bien con él, pero muy dentro de mi sabia que todo lo que estaba haciendo no era simplemente para que lo sacaran de aquella jaula, pues la verdad no parecía un animal que hubiera estado demasiado acostumbrado a quedarse encerrado. —Estúpido emplumado, ¿a dónde vas? — Pregunté con una cara digna de una foto, simplemente no podía creer la normalidad con la que este se iba como si simplemente esperaba que alguien le abriera la puerta para irse hasta otro sitio.
—Voy a enviar a uno de los peones a cazarlo. — Dijo la anciana mientras se ponía roja del enojo, ese pato parece que ya habia hecho varias cosas que enojaron demasiado a la pobre anciana, así que su idea seria cazarlo y cocinarlo. Miré a la anciana ante esas palabras y una mezcla de sentimientos llegaron a mi pecho, es obvio que ese animal solo quiere ser libre, y es demasiado inteligente, seria una total pena que su historia acábese en la cocina de una anciana enojada. —No tiene que hacer eso anciana, aceptare ese pato como mi pago, yo mismo iré por él. — Podia ser una molestis pero realmente mi idea realmente era dejarlo escapar, quizá en algún momento me encuentre con el en Rostock.
Escuche atentamente cual seria al respuesta de la anciana, la cual por suerte para el pato habia dicho que podía quedármelo, ya que este solo le daba problemas a todas horas, así que intenté seguir al pato un poco, quería saber si saldría de la granja, o simplemente iría por allí a pasear por la costumbre de estar en este sitio, quería saber a ciencia cierta lo que era ser un animal, pues, la Akuma que habia consumido hace un tiempo es algo que a mi mismo me mantiene intrigado, hay cosas que puedo hacer y otras que no, pero el transformarme cambia casi de manera inmediata mi actitud, quizá pueda aprender algo de ese pato travieso.
—Emplumado, ahora eres mío. — Grité en voz alta mientras lo seguía, tanto para que la anciana me escuche, aunque realmente quería observarlo, pero también que escapara y que mejor forma de hacerlo que asustándolo para que emprenda el vuelo lejos de aquí y al final no tenga que ser atrapado de nuevo por estos lares, a pocos metros del pato que parecía alejarse feliz, me detuve. —Oye estupido pato, espero verte algún día. — Sabia que no habia mas que hacer, asi que mientras el se alejaba yo estaba de pie en la entrada de la granja, esperando que estuviera mas lejos, para entonces irme por mi propio lado. Ya que era momento de volver a Rostock, mi trabajo en esta granja habia terminado, esta vez sin un pago, pero no todo tiene que ser dinero y esas cosas, al menos se que ese anciano va a mejorar y que ese pato no será parte de la sopa de esta noche.
—Voy a enviar a uno de los peones a cazarlo. — Dijo la anciana mientras se ponía roja del enojo, ese pato parece que ya habia hecho varias cosas que enojaron demasiado a la pobre anciana, así que su idea seria cazarlo y cocinarlo. Miré a la anciana ante esas palabras y una mezcla de sentimientos llegaron a mi pecho, es obvio que ese animal solo quiere ser libre, y es demasiado inteligente, seria una total pena que su historia acábese en la cocina de una anciana enojada. —No tiene que hacer eso anciana, aceptare ese pato como mi pago, yo mismo iré por él. — Podia ser una molestis pero realmente mi idea realmente era dejarlo escapar, quizá en algún momento me encuentre con el en Rostock.
Escuche atentamente cual seria al respuesta de la anciana, la cual por suerte para el pato habia dicho que podía quedármelo, ya que este solo le daba problemas a todas horas, así que intenté seguir al pato un poco, quería saber si saldría de la granja, o simplemente iría por allí a pasear por la costumbre de estar en este sitio, quería saber a ciencia cierta lo que era ser un animal, pues, la Akuma que habia consumido hace un tiempo es algo que a mi mismo me mantiene intrigado, hay cosas que puedo hacer y otras que no, pero el transformarme cambia casi de manera inmediata mi actitud, quizá pueda aprender algo de ese pato travieso.
—Emplumado, ahora eres mío. — Grité en voz alta mientras lo seguía, tanto para que la anciana me escuche, aunque realmente quería observarlo, pero también que escapara y que mejor forma de hacerlo que asustándolo para que emprenda el vuelo lejos de aquí y al final no tenga que ser atrapado de nuevo por estos lares, a pocos metros del pato que parecía alejarse feliz, me detuve. —Oye estupido pato, espero verte algún día. — Sabia que no habia mas que hacer, asi que mientras el se alejaba yo estaba de pie en la entrada de la granja, esperando que estuviera mas lejos, para entonces irme por mi propio lado. Ya que era momento de volver a Rostock, mi trabajo en esta granja habia terminado, esta vez sin un pago, pero no todo tiene que ser dinero y esas cosas, al menos se que ese anciano va a mejorar y que ese pato no será parte de la sopa de esta noche.