Ray
Kuroi Ya
01-09-2024, 09:55 AM
El feroz ataque del marine tuvo un efecto aún mayor del que había esperado, pues el delincuente se desplomó casi de inmediato tras llevarse las manos a sus partes íntimas. Presa del indescriptible dolor, se retorció en el suelo sin ser capaz de moverse más allá de retorcerse en su posición.
Ese momento lo aprovecharon muchos de los presentes para abalanzarse sobre él, llevados por la ira y el odio que sentían contra el hombre que había asesinado al organizador de aquella suntuosa fiesta. Al fin y al cabo quienes allí quedaban eran o bien familiares o bien amigos de la víctima de Crus, y teniendo en cuenta que tan solo habían pasado unos escasos minutos desde la muerte del mismo estaban dominados por sus sentimientos más primarios y viscerales.
El marine miró hacia el autonombrado pirata mientras le apaleaban. En el fondo no era más que un pobre desdichado, unb alma en pena que había perdido cuanto tenía y no había sido capaz de afrontarlo. Apenas unos minutos antes verle en esa situación le habría inspirado un profundo sentimiento de pena, y habría tratado de detener el linchamiento público que se estaba produciendo. Pero claro, unos minutos antes Crus tan solo era un pobre diablo que había robado un par de tiendas, mientras que ahora... Ahora era un asesino a sangre fría, y su numero de víctimas era tan solo de una gracias a la intervención de Ray. De lo contrario a saber a cuántos de los presentes habría matado. Prefería no pensarlo.
Lo que aquel delincuente había hecho, acabando con la vida de su antiguo rival comercial frente a su familia y amigos sin mediar ningún tipo de provocación previa, no tenía perdón. Y el joven entendía la rabia que inundaba a los invitados a la fiesta. Así que no hizo nada por detener el apaleamiento del derrotado criminal por parte de los presentes.
En su lugar se acercó hacia la mujer y la hija del fallecido y, con gesto apesadumbrado, les dijo:
- Lamento mucho su pérdida. No he podido detener a Crus a tiempo, y un inocente ha muerto por ello. Les acompaño en el sentimiento. Por lo menos ahora ese asesino no hará daño a nadie más.
Si hubiera sido un poco más rápido... Pensó mientras caminaba hacia el Cuartel General una vez sus compañeros hubieron llegado y se hubieron llevado a un agonizante Crus. Debía hacerse más fuerte, solo así podría evitar que personas inocentes siguieran perdiendo la vida a manos de desalmados como aquel.
Ese momento lo aprovecharon muchos de los presentes para abalanzarse sobre él, llevados por la ira y el odio que sentían contra el hombre que había asesinado al organizador de aquella suntuosa fiesta. Al fin y al cabo quienes allí quedaban eran o bien familiares o bien amigos de la víctima de Crus, y teniendo en cuenta que tan solo habían pasado unos escasos minutos desde la muerte del mismo estaban dominados por sus sentimientos más primarios y viscerales.
El marine miró hacia el autonombrado pirata mientras le apaleaban. En el fondo no era más que un pobre desdichado, unb alma en pena que había perdido cuanto tenía y no había sido capaz de afrontarlo. Apenas unos minutos antes verle en esa situación le habría inspirado un profundo sentimiento de pena, y habría tratado de detener el linchamiento público que se estaba produciendo. Pero claro, unos minutos antes Crus tan solo era un pobre diablo que había robado un par de tiendas, mientras que ahora... Ahora era un asesino a sangre fría, y su numero de víctimas era tan solo de una gracias a la intervención de Ray. De lo contrario a saber a cuántos de los presentes habría matado. Prefería no pensarlo.
Lo que aquel delincuente había hecho, acabando con la vida de su antiguo rival comercial frente a su familia y amigos sin mediar ningún tipo de provocación previa, no tenía perdón. Y el joven entendía la rabia que inundaba a los invitados a la fiesta. Así que no hizo nada por detener el apaleamiento del derrotado criminal por parte de los presentes.
En su lugar se acercó hacia la mujer y la hija del fallecido y, con gesto apesadumbrado, les dijo:
- Lamento mucho su pérdida. No he podido detener a Crus a tiempo, y un inocente ha muerto por ello. Les acompaño en el sentimiento. Por lo menos ahora ese asesino no hará daño a nadie más.
Si hubiera sido un poco más rápido... Pensó mientras caminaba hacia el Cuartel General una vez sus compañeros hubieron llegado y se hubieron llevado a un agonizante Crus. Debía hacerse más fuerte, solo así podría evitar que personas inocentes siguieran perdiendo la vida a manos de desalmados como aquel.