Pasaron dos días y Gretta no se había movido de su sitio, estaba herida por mil sitio y sostenía unos huesos pelados, aun no comprendía que había pasado ni porqué pero no sentía dolor y por primera vez en mucho tiempo estaba tranquila, estaba feliz. Y era raro teniendo en cuenta que estaba rodeada de cadáveres, la imagen era dantesca, cualquier ser que lo viese se aterrorizaría, pero a ella le daba igual, no sentía asco ni se preguntaba si esto sería raro, no podía hacerlo porque no tenía con que compararlo, toda su vida en una celda la hacían una total inculta en lo que a ser normal se refería, no sabía como relacionarse o comportarse, tampoco ni hablar casi y por supuesto no sabía sumar, leer ni escribir, asique las emociones que debía tener no las tenía ni le importaba.
Al final se animó a levantarse porque el estómago le rugía, fue en busca de sustento al almacén y vio tal cantidad de comida que se desmayó, tardó en recuperarse un momento y rápidamente empezó a comer sin control, sin pensar en lo que había ocurrido hace dos días, sin pensar en su pasado, sin pensar en que haría si la comida se acababa y seguía en el mar, sin pensar en nada.
A la semana no quedaba comida normal en el barco, se había fundido la comida de una tripulación de unos 20 hombres en unos días, asique tuvo que recurrir a los cadáveres, pronto comprendió que el fuego mejoraba las cosas, sobre todo si estas estaban podridas, no se preocupaba de por dónde la llevaba el barco, si es que la llevaba a algún lado. Porque tampoco sabía manejarlo y si algo había aprendido todo aquel tiempo encerrada, era a no preocuparse por cosas que no podía controlar. Pasó otra semana y los cadáveres también se acabaron, entonces un temor le recorrió el cuerpo, en estas dos semanas no había tenido otra preocupación salvo de que parte se comía ahora y que parte dejaba para después, pero ahora si no llegaba a tierra no tendría que comer.
La noche siguiente una tormenta restalló en el horizonte, el sonido le recordó a un látigo chispando y fue corriendo a su celda a refugiarse, de repente se quedó paralizada en la puerta, no había vuelto a pasar por ese sitio desde lo ocurrido y al ver los trozos de su amiga la rata ya podridos esparcidos por el suelo, sus recuerdos entraron en su mente como un huracán, todo lo vivido hasta entonces volvía para atormentarla, habían sido dos semanas buenas, pero el mundo le volvía a recordar quien era. Pasó un rato largo hasta que pudo recomponerse y salió corriendo de la habitación hacia la cubierta, cuando llegó arriba la tormenta ya estaba encima del barco y lo zarandeaba de un lado a otro, Gretta se aferraba a lo que podía, barriles, mástiles, suelo, pero al final una ola enorme acabo partiendo el barco por la mitad y ella salió despedida al océano agarrada a un trozo de madera enorme que había sido parte del suelo de la cubierta.
Se despertó con un sol potente quemándole la cara y por instinto se dio la vuelta y se percató de que estaba sobre arena, hacía mucho que no pisaba tierra, normalmente solo la dejaban bajar una o dos veces al año y era para intentar venderla, en cuanto la rechazaban la volvían a subir. Se rebozó en la arena pero no le gustó nada el tacto en la piel y por puro malestar se bañó, pero tampoco le gustó el tacto que le dejaba la sal asique busco otro refugió, al girarse vio que un enorme bosque daba acceso a la playa asique se adentró por el.
El tacto de las hojas, arbustos y arboles rozándola le gustó y disfrutó un momento de respirar aire fresco hasta que su estomago rugió y su nariz comenzó a hacer unos movimientos extraños, estaba olfateando algo, un olor la atraía como por arte de magia y lo siguió, acabó dando con una planta enorme de unos 4 metros con forma de jarrón, el olor venía de dentro, la flor era grande pero no tanto como ella, asique se asomó al jarrón y pudo ver que estaba lleno de un líquido viscoso y el olor venía de ese líquido, metió un brazo para coger un poco y probarlo cuando la planta se cerró sobre este haciéndole bastante daño -AHHHH- gritó Gretta mientras arrancaba la tapa que la aferraba con su otro brazo y se liberaraba del yugo, la planta se retorció y se desplomó al suelo, dejando caer el líquido de su interior y algo más, cuando miró bien vio huesos de diferentes tamaños pero no le importó, se tragó el líquido comprobando que era de un olor dulce pero de un sabor ácido, lo que la dejó con mal sabor de boca pero con el estomago algo más calmado.
Siguió vagando hasta que dio con unos gruñidos -OUNGH OUNGH- escuchaba Gretta y se acercó a ver de donde provenían, al pasar unos arbustos grandes, vio como unos animales de grandes dimensiones estaban restregándose en un charco de tierra húmeda y la estaban mirando, no hicieron mención de huir, a Gretta e vinieron las decenas de veces que había visto a esos animales por su cumpleaños, eran una familia de jabalíes, dos adultos y ocho crías, todos rezongando en el barro, Gretta se permitió llorar por primera vez desde lo ocurrido y cayó de rodillas al suelo con las manos en la cara, los animales se asustaron un poco por la reacción pero no huyeron, una cría acabó acercándosele y le olfateó la cabeza -oungh oungh- Gretta abrió las manos y vio a la pequeña criatura a escasos centímetros de su cara olfateándola y al final intentó tocarla, la cría se asustó al principio pero como si fuese por magia se dejó tocar y al momento se fue a la charca mirando a Gretta antes de entrar -oungh oungh- parecía que la estaba invitando a entrar y al final Gretta hizo caso, la familia se echó hacia un lado cuando entró y la sensación fue gloriosa.
Abrió los ojos sin saber dónde estaba, al final recordó a la familia de jabalíes, pero no estaban, había estado dormida 2 días en aquella charca pero eso no lo sabía, tenía hambre asique salió de la charca y siguió a su olfato una vez más.
Al final se animó a levantarse porque el estómago le rugía, fue en busca de sustento al almacén y vio tal cantidad de comida que se desmayó, tardó en recuperarse un momento y rápidamente empezó a comer sin control, sin pensar en lo que había ocurrido hace dos días, sin pensar en su pasado, sin pensar en que haría si la comida se acababa y seguía en el mar, sin pensar en nada.
A la semana no quedaba comida normal en el barco, se había fundido la comida de una tripulación de unos 20 hombres en unos días, asique tuvo que recurrir a los cadáveres, pronto comprendió que el fuego mejoraba las cosas, sobre todo si estas estaban podridas, no se preocupaba de por dónde la llevaba el barco, si es que la llevaba a algún lado. Porque tampoco sabía manejarlo y si algo había aprendido todo aquel tiempo encerrada, era a no preocuparse por cosas que no podía controlar. Pasó otra semana y los cadáveres también se acabaron, entonces un temor le recorrió el cuerpo, en estas dos semanas no había tenido otra preocupación salvo de que parte se comía ahora y que parte dejaba para después, pero ahora si no llegaba a tierra no tendría que comer.
La noche siguiente una tormenta restalló en el horizonte, el sonido le recordó a un látigo chispando y fue corriendo a su celda a refugiarse, de repente se quedó paralizada en la puerta, no había vuelto a pasar por ese sitio desde lo ocurrido y al ver los trozos de su amiga la rata ya podridos esparcidos por el suelo, sus recuerdos entraron en su mente como un huracán, todo lo vivido hasta entonces volvía para atormentarla, habían sido dos semanas buenas, pero el mundo le volvía a recordar quien era. Pasó un rato largo hasta que pudo recomponerse y salió corriendo de la habitación hacia la cubierta, cuando llegó arriba la tormenta ya estaba encima del barco y lo zarandeaba de un lado a otro, Gretta se aferraba a lo que podía, barriles, mástiles, suelo, pero al final una ola enorme acabo partiendo el barco por la mitad y ella salió despedida al océano agarrada a un trozo de madera enorme que había sido parte del suelo de la cubierta.
Se despertó con un sol potente quemándole la cara y por instinto se dio la vuelta y se percató de que estaba sobre arena, hacía mucho que no pisaba tierra, normalmente solo la dejaban bajar una o dos veces al año y era para intentar venderla, en cuanto la rechazaban la volvían a subir. Se rebozó en la arena pero no le gustó nada el tacto en la piel y por puro malestar se bañó, pero tampoco le gustó el tacto que le dejaba la sal asique busco otro refugió, al girarse vio que un enorme bosque daba acceso a la playa asique se adentró por el.
El tacto de las hojas, arbustos y arboles rozándola le gustó y disfrutó un momento de respirar aire fresco hasta que su estomago rugió y su nariz comenzó a hacer unos movimientos extraños, estaba olfateando algo, un olor la atraía como por arte de magia y lo siguió, acabó dando con una planta enorme de unos 4 metros con forma de jarrón, el olor venía de dentro, la flor era grande pero no tanto como ella, asique se asomó al jarrón y pudo ver que estaba lleno de un líquido viscoso y el olor venía de ese líquido, metió un brazo para coger un poco y probarlo cuando la planta se cerró sobre este haciéndole bastante daño -AHHHH- gritó Gretta mientras arrancaba la tapa que la aferraba con su otro brazo y se liberaraba del yugo, la planta se retorció y se desplomó al suelo, dejando caer el líquido de su interior y algo más, cuando miró bien vio huesos de diferentes tamaños pero no le importó, se tragó el líquido comprobando que era de un olor dulce pero de un sabor ácido, lo que la dejó con mal sabor de boca pero con el estomago algo más calmado.
Siguió vagando hasta que dio con unos gruñidos -OUNGH OUNGH- escuchaba Gretta y se acercó a ver de donde provenían, al pasar unos arbustos grandes, vio como unos animales de grandes dimensiones estaban restregándose en un charco de tierra húmeda y la estaban mirando, no hicieron mención de huir, a Gretta e vinieron las decenas de veces que había visto a esos animales por su cumpleaños, eran una familia de jabalíes, dos adultos y ocho crías, todos rezongando en el barro, Gretta se permitió llorar por primera vez desde lo ocurrido y cayó de rodillas al suelo con las manos en la cara, los animales se asustaron un poco por la reacción pero no huyeron, una cría acabó acercándosele y le olfateó la cabeza -oungh oungh- Gretta abrió las manos y vio a la pequeña criatura a escasos centímetros de su cara olfateándola y al final intentó tocarla, la cría se asustó al principio pero como si fuese por magia se dejó tocar y al momento se fue a la charca mirando a Gretta antes de entrar -oungh oungh- parecía que la estaba invitando a entrar y al final Gretta hizo caso, la familia se echó hacia un lado cuando entró y la sensación fue gloriosa.
Abrió los ojos sin saber dónde estaba, al final recordó a la familia de jabalíes, pero no estaban, había estado dormida 2 días en aquella charca pero eso no lo sabía, tenía hambre asique salió de la charca y siguió a su olfato una vez más.