Tofun
El Largo
03-09-2024, 05:17 PM
Broco se acercó a Kael lentamente, bajo la atenta mirada de la tripulación, que había comenzado a limpiar el barro de la cubierta con fregonas y cubos. El viento salado del mar agitaba sus ropas mientras trabajaban, y el crujido de la madera mojada acompañaba el ambiente tenso y expectante. Cuando Broco estuvo frente al pirata, extendió su mano y la ofreció, inclinando un poco la cabeza a modo de reverencia. Era un gesto que sellaba el pacto, la oferta, y una improvisada alianza entre los dos protagonistas.
—¿Esta vez me dejarás tocarte? —dijo Broco, bromeando sin aparentar hostilidad, mientras una sonrisa pícara asomaba en su rostro curtido por el mar.
Después, rebuscó en sus bolsillos y sacó una tarjeta gastada por el tiempo.
—Aquí tienes, Kael. Esto te servirá para el futuro. Respeto tu decisión; todos nosotros tenemos asuntos que atender. Espero verte pronto, ojalá antes de dar con Meethook. Te acercaremos a Oykot. ¿Verdad? —añadió gritando.
Toda la tripulación respondió al unísono con un fuerte "¡Sí!", lo que resonó como un trueno entre las velas y mástiles del barco. Las gaviotas, perturbadas por el grito, volaron en círculos sobre el barco, y un ambiente de camaradería vibraba en el aire.
Al poco tiempo, el barco levantaría el ancla y partiría hacia Oykot. Durante el viaje, Kael pudo finalmente relajarse, disfrutando de la comida vegana que, para su sorpresa, resultaba mucho más sabrosa de lo que había imaginado. Mientras mordisqueaba una empanada de setas y hierbas, Broco se sentó junto a él en la borda, con el océano extendiéndose ante ellos en un interminable manto azul. Fue entonces cuando el capitán comenzó a contarle su historia.
—Hace años, —comenzó Broco, con la mirada perdida en el horizonte—, tuve un compañero. Era un hombre realmente fuerte, alguien que creías indestructible. Pero en un accidente, perdió la mano, la pierna y un ojo. Era una pena... Nunca vi a nadie luchar como él.
Kael escuchaba con atención, intrigado por la historia del traidor.
—Por desgracia, ese hombre, que había sido mi segundo al mando, desertó. Nos traicionó a todos y robó parte de nuestro tesoro. Desde entonces, lo hemos buscado para rendir cuentas —Broco apretó los puños, con la mandíbula tensa—. Sé que se oculta en el Este, pero no sé exactamente dónde. He enviado a miembros de mi tripulación a muchas islas, siguiendo rumores y pistas. Los que más fuerza han cobrado son en Oykot y en la Isla Kilombo. El farero parece cumplir los requisitos.
Kael asintió, percibiendo el peso de la traición en la voz del capitán. No era solo un asunto de honor, sino también algo profundamente personal para Broco.
Cuando finalmente llegaron a Oykot, después de varias jornadas en altamar, los piratas veganos bordearon la costa principal y dejaron a Kael en una cala de difícil acceso, cubierta por grandes acantilados y vegetación frondosa. El lugar era tan discreto que apenas se veía desde el mar, un refugio ideal para evitar ser capturado por los balleneros que patrullaban la región.
—Cuídate, Kael —le dijo Broco, mientras el barco se preparaba para zarpar de nuevo—. El mundo allá afuera no es amable con los solitarios. No olvides lo que hemos hablado, y recuerda que siempre tendrás un lugar en nuestro barco.
Con un último saludo, Broco y su tripulación se despidieron del joven. Las velas se desplegaron, el barco se alejó lentamente por el horizonte, y el sonido del oleaje y el viento llenó el aire mientras Kael se preparaba para su próxima aventura, con una mezcla de expectación y cautela.
—¿Esta vez me dejarás tocarte? —dijo Broco, bromeando sin aparentar hostilidad, mientras una sonrisa pícara asomaba en su rostro curtido por el mar.
Después, rebuscó en sus bolsillos y sacó una tarjeta gastada por el tiempo.
Cita:Broco Lee - Capitán de los Piratas Veganos
Vale por una invitación a bordo.
—Aquí tienes, Kael. Esto te servirá para el futuro. Respeto tu decisión; todos nosotros tenemos asuntos que atender. Espero verte pronto, ojalá antes de dar con Meethook. Te acercaremos a Oykot. ¿Verdad? —añadió gritando.
Toda la tripulación respondió al unísono con un fuerte "¡Sí!", lo que resonó como un trueno entre las velas y mástiles del barco. Las gaviotas, perturbadas por el grito, volaron en círculos sobre el barco, y un ambiente de camaradería vibraba en el aire.
Al poco tiempo, el barco levantaría el ancla y partiría hacia Oykot. Durante el viaje, Kael pudo finalmente relajarse, disfrutando de la comida vegana que, para su sorpresa, resultaba mucho más sabrosa de lo que había imaginado. Mientras mordisqueaba una empanada de setas y hierbas, Broco se sentó junto a él en la borda, con el océano extendiéndose ante ellos en un interminable manto azul. Fue entonces cuando el capitán comenzó a contarle su historia.
—Hace años, —comenzó Broco, con la mirada perdida en el horizonte—, tuve un compañero. Era un hombre realmente fuerte, alguien que creías indestructible. Pero en un accidente, perdió la mano, la pierna y un ojo. Era una pena... Nunca vi a nadie luchar como él.
Kael escuchaba con atención, intrigado por la historia del traidor.
—Por desgracia, ese hombre, que había sido mi segundo al mando, desertó. Nos traicionó a todos y robó parte de nuestro tesoro. Desde entonces, lo hemos buscado para rendir cuentas —Broco apretó los puños, con la mandíbula tensa—. Sé que se oculta en el Este, pero no sé exactamente dónde. He enviado a miembros de mi tripulación a muchas islas, siguiendo rumores y pistas. Los que más fuerza han cobrado son en Oykot y en la Isla Kilombo. El farero parece cumplir los requisitos.
Kael asintió, percibiendo el peso de la traición en la voz del capitán. No era solo un asunto de honor, sino también algo profundamente personal para Broco.
Cuando finalmente llegaron a Oykot, después de varias jornadas en altamar, los piratas veganos bordearon la costa principal y dejaron a Kael en una cala de difícil acceso, cubierta por grandes acantilados y vegetación frondosa. El lugar era tan discreto que apenas se veía desde el mar, un refugio ideal para evitar ser capturado por los balleneros que patrullaban la región.
—Cuídate, Kael —le dijo Broco, mientras el barco se preparaba para zarpar de nuevo—. El mundo allá afuera no es amable con los solitarios. No olvides lo que hemos hablado, y recuerda que siempre tendrás un lugar en nuestro barco.
Con un último saludo, Broco y su tripulación se despidieron del joven. Las velas se desplegaron, el barco se alejó lentamente por el horizonte, y el sonido del oleaje y el viento llenó el aire mientras Kael se preparaba para su próxima aventura, con una mezcla de expectación y cautela.
Cita:Fin de la aventura Kael. Desde mi punto de vista es una Aventura T3 (también te digo que sin la Logia Broco te hubiese puesto fino jaja).
Como hemos metido bastantes post, la recompensa de la espada T2 te la puedes llevar gratuitamente.
Nada mas que añadir, ya sabes que los piratas Veganos te apuntan a su próximo plan y que como te vea Karina va a desear agitar su látigo.