MC duck
Pato
03-09-2024, 06:38 PM
Oykot era una isla esplendorosa, hasta en los pequeños detalles, muchos de sus tejados y fachadas tenían decoraciones o emotivas referencias al océano que tanto les había dado, pues la grasa de ballena y otros bienes de la pesca los habían convertido es su esplendor, los colores azules claros o oscuros daban un indicio de que tipo de tiendas se trataban, de sus extraños y lujosos bienes, especias o incluso artilugios que se habían encontrado en islas alejadas de este mar. Sus gentes vestían hermosas telas amplias y cómodas que los hacían ver como un hermoso pueblo mediterraneo. Esplendorosos mercados donde compraban y vendían pescado de todo tipo, donde cocineros expertos compraban y cocinaban para lujosos restaurantes o incluso para la familia real de Oykot.
Lujos… que están fuera de vuestro alcance, pobretones mugrosos.
Tras cruzar un puente de madera desvencijado, sin duda habréis llegado a la zona este de la ciudad, una con edificios de chabolas de madera mal alineadas que se extendían infinitas que se comían cualquier hermosa vista, sus gentes, de sucios y zarrapastrosas telas seguramente no solían ver la ducha que no fuera el mar, los que vestían mejor, con prendas de cuero viejas, eran los más peligrosos, enarbolaban cuchillos con miradas afiladas, ladrones, matones, contrabandistas, a saber… Pero lo que mas habitaba esta zona eran los marineros, los cazadores de ballena, los pesqueros, los tripulantes de los más ricos, ellos eran los que habían levantado esta isla, ellos eran los que salían a cazar las ballenas que enriquecieron a los comerciantes, pescaban el pescado que vendían en sus tiendas, comían en restaurantes, ya pesar de todo estaban en antros malolientes con paja con olor a orín.
Solo les quedaba una cosa en esta vida, su barco ballenero, los pocos que podían poseer uno, lo tenían resguardado, viven en ellos como si fuera su casa, era su vida, su mundo. Algunos habían nacido a bordo de un barco ballenero y esperaban morir también en uno. Era obvio que miraban a los extraños y extranjeros con caras fétidas y malhumoradas. Nunca sabes cuando alguien quiere robarte tu mundo.
Uno de los mejores lugares para gente como vosotros podría ser un local mugriento cualquiera, con paja por todo el suelo, fuerte olor a meados, con gente inconsciente en las esquina por beber demasiado, que por tener no tenían ni pantalones, un pintoresco lugar donde se vendía alcohol rebajado con agua (o esperemos que sea agua), económico para cualquier bolcillo, a marineros, ciudadanos y extranjeros por igual, el cual localmente llamaban "meados".
-¡UN MEADO POR AQUÍ!- gritaba un viejo marinero, mucho mejor vestido que otros, pero con extraña mirada detras de enormes ojeras que le daban cierto aspecto de lunatico a punto de contar su batallita de la semana- Ya os lo podéis imaginar... Estábamos zarpando, cuando de repente... ¡Apareció! El señor de la costa, teníamos a nuestro mejor arponero a punto de lanzar su arpón ...
-tome su meado.
sirvió una arpía de un solo ojo que podía pasar por hombre promedio
-¡Gracias preciosa! y si, lo lanzo con todas sus fuerzas... ¡Pero con tan mala suerte... ¡Que rebotó!- unas risas se escucharon- Si, si, vosotros reíros, pero a él se lo comió primero, sucio rey marino del infierno... casi destrozo completamente el barco, menos mal que pudimos volver, para fondearlo y repararlo.
- shi viejho, yia podhemosh, vollver a la mar ... hip...prontho.
Que buenas noticias para todos.
Lujos… que están fuera de vuestro alcance, pobretones mugrosos.
Tras cruzar un puente de madera desvencijado, sin duda habréis llegado a la zona este de la ciudad, una con edificios de chabolas de madera mal alineadas que se extendían infinitas que se comían cualquier hermosa vista, sus gentes, de sucios y zarrapastrosas telas seguramente no solían ver la ducha que no fuera el mar, los que vestían mejor, con prendas de cuero viejas, eran los más peligrosos, enarbolaban cuchillos con miradas afiladas, ladrones, matones, contrabandistas, a saber… Pero lo que mas habitaba esta zona eran los marineros, los cazadores de ballena, los pesqueros, los tripulantes de los más ricos, ellos eran los que habían levantado esta isla, ellos eran los que salían a cazar las ballenas que enriquecieron a los comerciantes, pescaban el pescado que vendían en sus tiendas, comían en restaurantes, ya pesar de todo estaban en antros malolientes con paja con olor a orín.
Solo les quedaba una cosa en esta vida, su barco ballenero, los pocos que podían poseer uno, lo tenían resguardado, viven en ellos como si fuera su casa, era su vida, su mundo. Algunos habían nacido a bordo de un barco ballenero y esperaban morir también en uno. Era obvio que miraban a los extraños y extranjeros con caras fétidas y malhumoradas. Nunca sabes cuando alguien quiere robarte tu mundo.
Uno de los mejores lugares para gente como vosotros podría ser un local mugriento cualquiera, con paja por todo el suelo, fuerte olor a meados, con gente inconsciente en las esquina por beber demasiado, que por tener no tenían ni pantalones, un pintoresco lugar donde se vendía alcohol rebajado con agua (o esperemos que sea agua), económico para cualquier bolcillo, a marineros, ciudadanos y extranjeros por igual, el cual localmente llamaban "meados".
-¡UN MEADO POR AQUÍ!- gritaba un viejo marinero, mucho mejor vestido que otros, pero con extraña mirada detras de enormes ojeras que le daban cierto aspecto de lunatico a punto de contar su batallita de la semana- Ya os lo podéis imaginar... Estábamos zarpando, cuando de repente... ¡Apareció! El señor de la costa, teníamos a nuestro mejor arponero a punto de lanzar su arpón ...
-tome su meado.
sirvió una arpía de un solo ojo que podía pasar por hombre promedio
-¡Gracias preciosa! y si, lo lanzo con todas sus fuerzas... ¡Pero con tan mala suerte... ¡Que rebotó!- unas risas se escucharon- Si, si, vosotros reíros, pero a él se lo comió primero, sucio rey marino del infierno... casi destrozo completamente el barco, menos mal que pudimos volver, para fondearlo y repararlo.
- shi viejho, yia podhemosh, vollver a la mar ... hip...prontho.
Que buenas noticias para todos.