Hay rumores sobre…
... una plaga de ratas infectadas por un extraño virus en el Refugio de Goat.
[C-Presente] Éramos pocos y... apareció un tiburón
Masao Toduro
El niño de los lloros
Me gustan tus ojos, nininini canturreaba mientras frotaba los platos en la pila, acababan de dar el último turno de desayuno de oficiales y le había vuelto a tocar “chambear” Me gusta tu pelo, ninini… Me gusta tu cara… Me gusta tu cuerpo… continuó canturreando mientras palmeaba entre taza y taza.
 
Hoy al parecer iba a tener el día completito, primero tenían que recibir a una nueva incorporación al grupo de fuerzas especiales al que les habían asignado, la jefa del cotarro, la capitana con nombre de botella de vino caro les había dado una explicación bastante compleja de porque habían tenido que fundar el grupo, la verdad es que la charla le resulto muy técnica y el hecho de que les fueran poniendo diapositivas con mucho texto tampoco le había ayudado mucho, yo era más de los libros con dibujitos o de los documentales de la segunda cadena. En resumidas cuentas, lo que había entendido es que éramos la hostia y que nos iban a meter en todos los fregados chungos, vamos que acabamos ascendidos o que nos convertiríamos en abono para el huerto.
 
Me gusta como hablas…, Me gustan tus gestos…, Me gusta tu boca…, Me encantan tus besos, ay, ay. ¡TIN TIN TIN! prosiguió mientras terminaba el último plato de su pila, ajeno a todas estas preocupaciones Hasta las 21 no me necesitabais, ¿No? pregunté al chef de cocina, un sargento ya entrado en años.
 
Así es me respondió Lo veis chicos, hay que cocinar así, con alegría, que si no no salen las cosas gritó el chef, “Arginallo” o algo así le llamaban, debía de ser de “Little Italy” o una isla del sur cercana a la suya, ya que el apellido le sonaba a un programa de cocina que ponían por las mañanas, lo mismo hasta eran familia. 

Tras los vítores de alegría y aplausos que se sucedieron a mi marcha de la cocina, claramente en reconocimiento a mi buen trabajo y profesionalidad, para nada que ver con el hecho de que la cocina volvería  a su monótono silencio sepulcral. 

Tras guardar el delantal, en la taquilla que teníamos a la salida de los fogones, me fui al baño que teníamos al lado y me dispuse a asearme para quitarme el olor a cocina de encima. Por el sonido de las campanas ya sabía que no iba a darle tiempo a cambiarse por completo, por lo que decidió ir con su camiseta rosada de florecitas ajustada y aquel par de pantalones holgados y como no su rosario y la cruz de cristo al cuello, el pelo lo tenía recogido en un moño a la espalda, bien cuidado.
 
Al menos con la entrada del nuevo, su rol de “novato” llegaría a su fin, la verdad es que no le habían hecho ninguna travesura ni jodienda, la verdad es que el grupo, a pesar de no creer en las santas escrituras, era un grupo honrado y de buena fe. Buen Atlas tal vez fuera un poco holgazán, pero el resto de la brigada era más o menos profesional.
 
Aligerando el paso, se crucé con el sargento, el cual me lanzó un improperio mientras se marchaba dando voces a otros reclutas. Llegando al grupo que estaba rodeando a una figura que doblaba casi en tamaño al demonio, rápidamente reconoció a la figura de algo más de 4 metros.
 
Qué mala folla tiene el cipollo este mascullé al grupo imaginando que había tenido alguna disputa con algún sospechoso habitual Madre mía purísima, sin pecado concebido— exclamé al reconocer a la figura Si tú eres el pez con el que robé perico hace unos años, ¿Cómo que has acabado aquí? ¿También te han metido un reclutamiento forzoso? La verdad es que la paga es buena y ya no tengo problemas para paga el alquileh de los críos respondí poniendo los brazos en jarra Me llamó Masao, no recuerdo bien si nos llegamos a intercambiar nombres finalicé, cortando cualquier otra posible conversación o corte que me intentarán hacer Tomah, un regalo de bienvenida, una estampita de la virgen del Carmen, es la virgen de los pescadores y marineros agregué dándole la reliquia religiosa, había preguntado en la iglesia que si había una virgen específica para los hombres peces, pero la respuesta había sido en la misma línea que la que recibido días antes en referencia a santos para las personas con cuernos.

Suponía que Jesús no había tenido tiempo para dar instrucciones claras sobre el alma de estos seres. Tras lo cual saludo al resto del grupo y se quedó a la espera de instrucciones, no sabía quién iba a llevar la visita en esta ocasión.
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RE: [C-Presente] Éramos pocos y... apareció un tiburón - por Masao Toduro - 03-09-2024, 11:51 PM

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