Hay rumores sobre…
... un algún lugar del East Blue los Revolucionarios han establecido una base de operaciones, aunque nadie la ha encontrado aun.
[Común] [pasado] Bases para un negocio
Byron
Hizashi
Por fin, por fin había llegado a lo que para él era su tierra prometida, él inició real de su aventura comenzaba allí. Por desgracia, había puesto pie en ella antes de lo previsto, pues él, había acordado ese lugar de encuentro aproximadamente en unos cuarenta días, en la veintena de verano, con todos aquellos a los que había ofrecido un puesto en su recién formada tripulación, si es que ya podía considerarse una, pues el tema del barco seguía siendo complicado de abarcar. Aun así, sabiendo que llegaba pronto, no dudó en comprar el billete para aquel montarse en aquel barco de pasajeros, no todos los días se tenía una oportunidad así, así que sin pensárselo mucho decidió hacer tiempo en aquella isla. Quien le diría que, por los caprichos del destino, tendría que abandonar aquella isla, y volver llegando a duras penas a la fecha acordada, que gracioso podía llegar a ser el destino, por suerte para Byron, desconocía los hilos por donde sería guiado.

Allí se encontraba, postrado en una lujosa barra de madera pulida y barnizada, reluciente, elegante, disfrutando el momento al desconocer el futuro que le aguardaba. Las filas de bebidas alcohólicas, de las mejores marcar, de las mejores calidades, afiladas en las estanterías cristalinas que reposaban sobre la lujosa barra, un coctelero dedicado atendiendo con delicadeza y destreza a los caballeros que buscaban su atención, dando forma a los hielos con maestría con ayuda de un punzón metálico, que deslizaba por sus dedos con la perfección que solo podía ofrecer un maestro. Todo esto, solo para dar una mejor impresión y apariencia a las copas que eran servidas en el local.

Las luces ostentosas iluminaban con descaro aquel lugar, rebotando por los múltiples materiales cristalinos que había en las salas del recinto. Había conocido lo que algunos llamaban lujo en alguno de los lugares que había visitado, los trajes que vestían los presentes dejaban en evidencia la poca clase de los tipejos con los que se había topado, aquel lugar sí que se tomaba en serio el cuidado de su presencia. Aquí es donde realmente se reunían los poderosos, sin necesidad de esconderse, mostrando su posición sin la búsqueda da miradas y atención, pues allí, en su gran mayoría, todos compartían el privilegio que otorgaba el tener unos cuantos millones bajo su caro colchón de plumas.

Y allí estaba él, reflejado en el propio cristal de la mesa que se encontraba al lateral de su lujoso asiento, realmente el juego no iba con él, ese tipo de sitios solo eran un engaña amasa fortunas, o un lugar de encuentro protegido para aquellos que querían tratar temas privados. Byron desentonaba con el resto de los presentes, que lanzaban miradas incrédulas ante su mera existencia en aquel lugar, dejando en claro que no pertenecía a ese mundo, claramente el traje barato, negro pardo, que había comprado para la ocasión, no engañaba a los hábiles ojos de los ricachones.

Girando el hielo esférico de su cara consumición, whisky proveniente de Tequila Wolf, con su pequeño dedo meñique evidenciaba su falta de clase, aunque tampoco buscaba esconderla. Con las piernas cruzadas y copa en mano, sentado en su asiento de piel, observaba las miradas a las que poca importancia daba, después de todo, no estaba allí para exhibirse, sino para hacer contactos analizar los lugares que solían transitar aquellos que vivían en el bajo mundo, seguramente el Casino Missile sería una de las ubicaciones más frecuentadas por aquella calaña, por lo menos los que vivían en aquella ciudad.

Terminó su copa, y la soltó con indiferencia y pocos modales encima de la mesita de cristal, de haberlo hecho con un poco más de brusquedad, los cristales de ambos objetos habrían estallado. Sin importarle, desabrochó un poco la pajarita negra que también había comprado, dejándola más suelta, y colgando en su cuello sin sujetar el abrochado cuello de su camisa granate perfectamente ceñida a su figura corporal. Para finalmente levantarse del asiento y transitar lentamente la sala dirigiéndose a las principales mesas de juego que aglomeraban a los ricos ciudadanos en sus extremos.

Debía reconocerse que, los encargados de mesa sabían hacer bien su trabajo, pues continuamente le ofrecían al muchacho pararse para jugarse una partida distendida, viéndolo como una presa fácil al ver su inocente y bobalicón rostro que todavía se encontraba flipando en colores con los deslumbrantes juegos de luces que ofrecía el establecimiento. Siempre negó con un tímido gesto, al encontrarse fuera de lugar, se encontraba un poco aturdido, y no se mostraba con la confianza que solía reflejar en su simple mirada.

Sin casi prestar atención a donde miraba, pues todo de si estaba puesto en observar las jugadas que no entendía de las mesas de juego de los alrededores, y sobre todo, la gente que las hacía, intentando descifrar cuál de todos ellos era el que dirigía el cotarro, deambulaba tranquilo hasta terminar chocando con un extravagante ser. 

De unos cuantos palmos más bajo que el muchacho bendito por el sol, con un sombrero de copa que le tapaba la vista, una azul gabardina de buena apariencia y un elegante bastón... Un pato parlante, había chocado con un colosal pato, que se erguía sobre sus dos patas y lo miraba pareciendo exigir una disculpa con aquellos grandes ojos.

- Un jodido pato, un puto pato... Sí que es buena la mierda que sirven en este sitio, desde luego tiene ganada su fama a pulso, lástima que alaben las cosas equivocadas.- Murmuró para sí, aunque lo suficientemente alto para que el pato lo escuchase.- Espera... Que es real.- Prosiguió flipándolo aún más.

Tuvo el impulso, el fuerte impulso de acariciarle la cabeza, era demasiado mono a pesar de ser jodidamente raro. Era la primera vez que observaba un pato con capacidad de raciocinio, y siendo un pato, le generaba más admiración, pues los patos molan demasiado. Se puso de rodillas en señal de arrepentimiento, tocando el suelo cubierto por una elegante alfombra roja, suplicando perdón y mostrando el respeto que un ser así debía tener.

- ¡Lo siento mucho maestro! Culpa mía, espero no haberlo importunado, si quiere, puedo acompañarle en su velada de esta noche, seré el encargado de encenderle los cigarros, señor.- Dijo con entusiasmo, después de todo, si alguien había captado su atención era aquel monstruoso, pero lindo ser, quien no querría tener una bonita noche acompañado de un pato con esa clase. Aun que, los deseos que más se arremolinaban en su pecho, eran la posibilidad de haber encontrado a alguien del bajo mundo, solo porque la idea de un pato mafioso, le hacía gracia.
#2


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[pasado] Bases para un negocio - por MC duck - 02-09-2024, 10:55 PM
RE: [pasado] Bases para un negocio - por Byron - 04-09-2024, 12:41 AM
RE: [pasado] Bases para un negocio - por MC duck - 05-09-2024, 12:42 PM
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RE: [pasado] Bases para un negocio - por Byron - 09-09-2024, 03:15 AM
RE: [pasado] Bases para un negocio - por MC duck - 14-09-2024, 03:26 PM

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