¿Sabías que…?
... Robin y Ussop son los encargados de cortarles el pelo a su tripulación, ya que después de todo, es algo que alguien debe hacer.
[C-Presente] Éramos pocos y... apareció un tiburón
Takahiro
La saeta verde
—Ya sabes Masao —comentó el peliverde con voz relajada, apoyando su mano con suavidad sobre la empuñadura de su espada—. El pan de cada día con nuestro colega. Pero esta vez… —en su cara se dibujó una sonrisa de satisfacción—, le he dado su propia medicina.

Estaban todos plantados en mitad del cuartel, cuando una joven de cabellos dorados vino preguntando por ellos. Era preciosa, de tez blanquecina con unos grandes ojos castaños. No muy llamativa a simple vista, pero con unos rasgos sacados de un cuento de hadas. El peliverde se quedó embobado mirándola, pero era consciente de que si interactuaba con ella de forma poco profesional, la maldita de la enchufada de la grandullona iba a soltar algún comentario que le jodería el intento de conseguir novia…, otra vez. Así que se calló, suspirando con cierta resignación.

—La cap…, la cap…, la capitana Montp…, Montpellier quiere veros en la caseta situ.., tu…, tuada al norte del campo de entrenamiento número cuatro en lugar de en su despacho —les dijo—. A to.., to…, a todos vosotros. El nuevo recluta, Octo…, Octo…, Octojin también.

La muchacha se fue de allí sonrojada de la vergüenza, pero no era por menos. La capitana no había tenido mucho tacto al enviarles un mensaje a una chica tartamuda, y más a un grupo como el suyo que era de broma fácil.

—Algún fallo tenía que tener… —musitó el peliverde, observando como aquella preciosa joven se iba alejando de ellos a paso ligero—. Era monísima, ¿no creéis? —preguntó en voz alta a sus compañeros—. Aunque no me esperaba que…, bueno, que fuera tartaja —añadió—. ¿Sabéis dónde está el campo de entrenamiento cuatro?

Tras esa pregunta, sus ojos se posaron sobre la oni, que se conocía aquel lugar como la palma de su mano. Si bien durante la guía que le hicieron días atrás había aprendido a situar bastantes zonas del cuartel y de la isla, aún le costaba diferenciar un campo de entrenamiento de otro. Todos eran iguales y no estaban numerados, algo que quiso solucionar Takahiro, quien había propuesto a los oficiales del cuartel enumerarlos. Fue una sugerencia escrita y firmada por él mismo, y esperaba de corazón que saliera a flote de cara a los nuevos reclutas que llegan al cuartel. Sin embargo, el comandante Buchanan le advirtió que era muy probable que la tiraran a la trituradora de papel.

Ya en la caseta del campo de entrenamiento se encontraron con la capitana, como era de esperar se encontraba de pie con los ojos cerrados, seguramente dormida. ¿Cómo era posible que pudiera descansar de aquella manera? Le desesperaba. Nadie todavía había hecho el intento de despertarla, sin embargo, apareció el comandante Buchanan junto al teniente comandante Shawn.

—Bien —dijo Shawn, sacando unos informes que entregó a cada uno—. Veo que estáis todos. Esta es vuestra próxima misión, y creo que a vuestro escuadrón le viene como anillo al dedo —comentó con un tono de voz que le hacía ver a Takahiro que no estaba conforme con lo que estaba diciendo.
#8


Mensajes en este tema
RE: [C-Presente] Éramos pocos y... apareció un tiburón - por Takahiro - 04-09-2024, 02:01 PM

Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 11 invitado(s)