Ray
Kuroi Ya
04-09-2024, 06:10 PM
Era una apacible mañana de verano en la ciudad de Loguetown, uno de los epicentros económicos, sociales y culturales del East Blue. Su posición estratégica, tan cercana a la Montaña Reversa, la convertía en una parada obligada para cualquier persona que pretendiese entrar o salir del East Blue a través de ella.
El puerto, uno de los más grandes y bulliciosos de todo aquel mar, hervía de actividad. Marineros, pescadores, comerciantes y toda clase de personas se afanaban en sus tareas e iban de acá para allá en un constante ajetreo.
Y entre todos ellos dos miembros del ejército revolucionario habían llegado a la ciudad. Por un lado estaba Lemon, un tipo alto y corpulento que, de no ser por la particular máscara que cubría su rostro, no habría llamado especialmente la atención. Por otro estaba Rocket, un diminuto híbrido entre mink mapache y tontatta que, salvo que uno se fijara muy bien, podría pasar por la mascota de su compañero.
Habían sido enviados por sus superiores a la isla por una misión. Sabían que el Cuartel General del G-31 de la Marina, localizado en esa isla, iba a recibir un importante cargamento de víveres que servirían para alimentar a sus soldados durante los próximos meses. Era seguro que, aunque se extraviase, esos marines no se morirían de hambre dados los recursos de los que disponía el Gobierno Mundial, pero aquella era una guerra de desgaste. Y todo lo que pudiesen hacer para ir haciendo que gastasen esos recursos sería bienvenido.
No tenían demasiada información al respecto. Su contacto en la isla tampoco había querido dar más de la estrictamente necesaria hasta que se encontraran con él personalmente. Los únicos datos que tenían eran que respondía al nombre en clave de "Wick", y que les esperaría donde los navegantes acuden y el agua no es salada. Qué querían decir esas palabras probablemente solo Wick lo sabía, pero los enviados a reunirse con él estaban obligados a deducirlo si pretendían encontrarle.
A su alrededor el bullicio del puerto resultaba casi ensordecedor. Multitud de embarcaciones se encontraban allí amarradas, entre ellas algunas de inmenso tamaño. Varias tabernas hacían las delicias de quienes podían permitirse parar su actividad un rato y descansar. Entre ellas destacaban dos: "El Trago del Marinero" y "El Trébol de Otoño". Más grandes que la mayoría y con un trasiego claramente mayor, eran dos lugares de reunión habituales para los ciudadanos de Loguetown. Por último se podían ver a lo lejos las calles del distrito comercial, donde se movían mercancías de todo tipo, desde las más baratas a las más exclusivas tanto dentro como fuera de la legalidad. ¿Hacia dónde se dirigirían nuestros protagonistas?
El puerto, uno de los más grandes y bulliciosos de todo aquel mar, hervía de actividad. Marineros, pescadores, comerciantes y toda clase de personas se afanaban en sus tareas e iban de acá para allá en un constante ajetreo.
Y entre todos ellos dos miembros del ejército revolucionario habían llegado a la ciudad. Por un lado estaba Lemon, un tipo alto y corpulento que, de no ser por la particular máscara que cubría su rostro, no habría llamado especialmente la atención. Por otro estaba Rocket, un diminuto híbrido entre mink mapache y tontatta que, salvo que uno se fijara muy bien, podría pasar por la mascota de su compañero.
Habían sido enviados por sus superiores a la isla por una misión. Sabían que el Cuartel General del G-31 de la Marina, localizado en esa isla, iba a recibir un importante cargamento de víveres que servirían para alimentar a sus soldados durante los próximos meses. Era seguro que, aunque se extraviase, esos marines no se morirían de hambre dados los recursos de los que disponía el Gobierno Mundial, pero aquella era una guerra de desgaste. Y todo lo que pudiesen hacer para ir haciendo que gastasen esos recursos sería bienvenido.
No tenían demasiada información al respecto. Su contacto en la isla tampoco había querido dar más de la estrictamente necesaria hasta que se encontraran con él personalmente. Los únicos datos que tenían eran que respondía al nombre en clave de "Wick", y que les esperaría donde los navegantes acuden y el agua no es salada. Qué querían decir esas palabras probablemente solo Wick lo sabía, pero los enviados a reunirse con él estaban obligados a deducirlo si pretendían encontrarle.
A su alrededor el bullicio del puerto resultaba casi ensordecedor. Multitud de embarcaciones se encontraban allí amarradas, entre ellas algunas de inmenso tamaño. Varias tabernas hacían las delicias de quienes podían permitirse parar su actividad un rato y descansar. Entre ellas destacaban dos: "El Trago del Marinero" y "El Trébol de Otoño". Más grandes que la mayoría y con un trasiego claramente mayor, eran dos lugares de reunión habituales para los ciudadanos de Loguetown. Por último se podían ver a lo lejos las calles del distrito comercial, donde se movían mercancías de todo tipo, desde las más baratas a las más exclusivas tanto dentro como fuera de la legalidad. ¿Hacia dónde se dirigirían nuestros protagonistas?