¿Sabías que…?
... Garp declaró que se había comido 842 donas sin dormir ni descansar porque estaba tratando de batir un récord mundial. ¿Podrás superarlo?
[Autonarrada] [Presente] ¿Antonio Recio?
Ragnheidr Grosdttir
Stormbreaker
Airgid tenía carácter, como el rubio. Eran un par de rubios a los que si les tocabas la moral más de lo necesario, saltaban sin mucho problema. Aquella energía canalizada podía servir de mucho, pero en general en conflictos como aquel parecía perder realmente la utilidad. Timsy respondió con ánimo a las palabras de valor de la chica sin pierna y Rag bufó cuál toro, afirmando su preparación. Para cuando aquellos estúpidos quisieran ver que la idea no era la mejor, el pequeño gyojin se abalanzó, produciendo algun tipo de baba extraña con la que atacar a uno de ellos. El Bucanner sonrió. — ¡Quitadme esta mierdaaaa! — Decía palpándose la cara con ansia. — ¡Me ha entrado en los ojos! — Los compañeros se quedaron pálidos, sin saber muy bien qué hacer. Pero eran hombres. La mayoría de varones funcionaban con mecánicas bastante sencillas de seguir, no para otros hombres, todo hay que decirlo, pero si parabas a observar te dabas cuenta rápido. La hombría era un peligroso aliado si no tenías con qué defenderla. Uno de ellos avanzó valiente, sacando lo que parecía la daga de un duende. La empuñó con la misma cantidad de energía que de valentía al avanzar. Pasó un metro y medio hasta que Rag le golpeó con Rompetormentas. Lo hizo con el dorso, para no matarlo en el acto. Su cuerpo despegó del suelo un par de metros, cayendo al suelo y por inercia de la colina, perdiéndose hacia abajo sin freno ninguno.

A duras penas y con ayuda, el líder del grupo, Xarles Xiviqui, se quitó los restos que le impedían hablar con claridad o poder ver bien. — ¡Esto es inaudito! — Levantó una mano en pos de dar el dramatismo que no merecía el momento. — Creo que no sabéis con quienes trabajamos ... Creo, que no sois conscientes del problema en el que os acabáis de meter. — Palabras cargadas de poder, les estaba dando fuerza, seguro de lo que decía. — Chetoni ... Os lo hará pagar. ¡La mafia mink os lo hará pagar! — ¿Era eso una despedida? parecía. Rag bajó a Rompetormentas, enfundando el arma (si es que se le podía llamar así) en su espalda para que la misma quedara completamente recta. — Serrr palabrrras de despedida. — Y tal cual, Xarles fue retrasando su paso, cada vez más y más, hasta que ya no pudo hacerlo. — Gracias por la confesión. — Se escuchó ahora justo detrás del tipo. Le pusieron rápidamente unas esposas en las muñecas, golpeándole en los muslos para que se arrodillara. — Quedáis detenidos. — La imagen del tipo representaba con creces a la marina. Un hombre decidido, de metro sesenta, con barriguita cervecera y un bigote prominente. Lo que podríamos decir con seguridad que representaba a la institución; Un funcionario.

Ragnheidr Grosdttir miró al nuevo hombre en escena. No le hizo falta reducir a los demás, se arrodillaron junto a su ridículo líder. En general, el gobierno no le representaba una fuente de poder fiable, nunca lo hizo. No ayudaban, trabajaban. Cuando uno hace algo de manera forzosa, porque te lo manda un contrato, tus formas de actuar distan mucho de las que deberían al afrontar un reto como lo es ayudar a las personas que lo necesitan. Por otro lado, era un marine. — Vosotros. ¿Tenéis algo que ver con esto? ¿con la mafia mink? — Grosdttir escupió en el suelo, pero no respondió. Recordó que Ubben, el hombre que les sacaría de la isla era un tipo buscado por la justicia. ¿Le podrían arrebatar su objetivo de salir de allí? ¿Justo ese día? Después de tanto esperara un salvador que le ayudase a escapar de Kilombo "la isla cárcel" como ya la conocía el vikingo. — ¡Responded a lo que digo! — No solo no respondió, sino que Rag tomó una decisión. Agarró con sus brazos a los respectivos aliados de la escena, con la diestra a Timsy y con la zurda a Airgid y comenzó a correr hacia el final de la colina. El marine sacó una pistola e inició una ráfaga de balazos dignos de Star Wars. Ninguno acertó ni de cerca.

Al llegar al borde del acantilado, saltó. — ¡Wohaaaaaa! — Liberó completamente emocionado. Les separaban bastante distancia del suelo, morirían aplastados, pero y lo divertido que podía ser eso. — ¡Jiajiajiajia! — de repente, de cintura para abajo el cuerpo de Ragnheidr se fue convirtiendo en un gasecillo morado que fue aminorando la velocidad de la caída. No cesó, pero sí comenzó a planear más que a caer. — Mujerrr. ¿Verrr tu hogarrr? — Le preguntó, con la chica rodeada por su gigantesco brazo. — ¿Dónde querrer que dejarrr? — Le preguntó ahora a Timsy, que igual quería ir a algún lugar concreto. No era mala idea ayudarlo a llegar donde buenamente quería, a fin de cuenta les había ayudado de buena gana. Aproximadamente habían pasado caso una hora en el faro. Por lo que el astro rey se iba marchitando. Con aquello se acercaba la noche. La odiosa noche. Todo lo malo que le sucedió en la isla Kilombo sucedía a esas malditas horas. No pudo evitar recordar durante un instante a su compañero muerto. Muerto por esas mafias de las que todo el mundo hablaba y que parecía que salían de las piedras. Incluso en la taberna aparecían, como si nada. Mientras los marines se tocaban los cojones. Grosdttir movió la cabeza con brusquedad, intentando olvidar la imagen de su compañero siendo asesinado frente a sus ojos. Qué imagen.
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Mensajes en este tema
RE: [Presente] ¿Antonio Recio? - por Timsy - 20-08-2024, 02:20 AM
RE: [Presente] ¿Antonio Recio? - por Timsy - 29-08-2024, 02:17 AM
RE: [Presente] ¿Antonio Recio? - por Timsy - 05-09-2024, 02:48 AM
RE: [Presente] ¿Antonio Recio? - por Ragnheidr Grosdttir - 05-09-2024, 09:45 AM
RE: [Presente] ¿Antonio Recio? - por Timsy - 14-09-2024, 03:36 AM

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