Raiden2011
Raiden A.
28-07-2024, 05:04 AM
Una vez salí de mis pensamientos escuché al conejo hablando, efectivamente, mis ojos no me engañaban, eran mink’s, pero no podía confiarme y menos con el tono con el que hizo la pregunta; aunque supongo que era normal en esta era, en donde la traición, el engaño y la muerte abundaba por todos lados.
—¿Amigo o enemigo? Eso dependerá netamente de ustedes y sus intenciones en esta villa.
Me desagradaba reconocerlo, pero, a pesar de todo lo que me habían hecho, no era partidario de que destrozaran una aldea sin razones. Ellos eran 5, pero algunos se veían fuertes, así que no podría contra todos si esto se ponía serio. En ese momento habló uno de los humanos, a mi parecer, el que más aspecto de pirata tenía, lo observé detenidamente antes de…
—¿Eso es? —suspiré tratando de no entrar en pánico e intentando fijar mi mirada en su cara, para evitar notar que le faltaba un brazo— ¿Te falta un brazo?
Toda mi fachada de tipo rudo se debió arruinar en este momento, pero era indescriptible mi miedo o rechazo a personas con miembros faltantes…
—Aun… Aunque si tienen a este… A este tipo entre sus hombres, supongo que no serán más que otra banda desagradable… Soy un Mink lobo, ¿algún problema con eso?
Me apresuré a decir para pasar a ignorar su existencia. En ese momento, mientras trataba de distraerme del hecho, observé al otro Mink detenidamente hasta recordar de dónde conocía su cara…
—¡Alex! ¿Eres tú? No llega… llegué aquí con intenciones de invadir ni nada por el estilo, solo quería conocer el mundo por mi cuenta y acabé en esta asquerosa villa xenófoba llena de inútiles.
Me acerqué un poco a Alex, lentamente para no mostrar actitud hostil y siempre mostrando mis manos, estando algo más cerca de él extendí mi puño en forma de saludo, algo que solía hacer con él cuando nos cruzábamos casualmente en Zou, esperando que lo recordara.
—¿Así que te uniste a una tripulación pirata? —pregunté mientras seguía tratando de ignorar el “elefante en la habitación”— Yo hace poco me hice a la mar, oficialmente como un pirata, con la intención de encontrar o formar una buena tripulación y recorrer el mundo.
Todavía no conocía sus intenciones así que, mientras mostraba esta actitud gentil y amigable, me mantenía alerta de la posición y estado de todos los otros miembros de la tripulación, excepto uno por razones obvias. Mi semblante y rasgos faciales eran capaces de engañar a cualquiera, pero no podía evitar tener la cola firme y con los pelos erizados al estar en estado de alerta.