¿Sabías que…?
... el autor de One Piece, Eichiro Oda, hay semanas en las que apenas duerme 3 horas al día para poder alcanzar la entrega del capitulo a tiempo.
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[Común] [Común] ¿Nadando con un gyojin tiburón. ¿Qué puede salir mal?
Octojin
El terror blanco
El humano y el tiburón echaron a andar tan pronto como la capitana les dió el visto bueno. Con la adrenalina a tope por su primera misión fuera de los cubos de fregona y el retiro de basura, el gyojin apretó el puño. Tenía una gran presión creada por sí mismo de no fallar, pero estaba relativamente tranquilo al ir con Takahiro, su nuevo compañero de brigada.

El bullicio de la ciudad acompañaba a Octojin y Takahiro mientras se dirigían hacia la taberna que la capitana Montpellier les había asignado como su primera misión conjunta. A medida que se iban acercando, el bullicio iba aumentando. El gyojin caminaba a paso tranquilo, disfrutando de la fresca brisa que recorría las calles de Loguetown. A su lado, Takahiro se reía por el comentario del niño que había comparado a Octojin con Sharkman, un héroe de cómic de las profundidades marinas.

— Sharkman, ¿eh? — repitió Octojin con una sonrisa amplia, mostrando sus afilados colmillos en un gesto que podría parecer aterrador, pero que en realidad denotaba diversión. — Tal vez debería conseguirme una capa la próxima vez. — bromeó, guiñando un ojo a Takahiro.

Pero la risa pronto se disipó cuando llegaron a la entrada de la taberna. El ambiente cambió abruptamente, y la tensión se empezó a palpar en el aire. Las ventanas estaban rotas, las paredes manchadas de líquido, y se escuchaban gritos y el sonido de los objetos rompiéndose desde el interior. El habitante del mar frunció el ceño, dándose cuenta de que la situación era más grave de lo que les habían contado. No eran solo dos hombres borrachos peleando, parecía ser una pelea en toda regla, involucrando a más personas de lo esperado. Muy probablemente el inicio fue de dos personas, pero pronto se debió convertir en una batalla campal.

— Voy a entrar yo, — dijo Octojin con firmeza, mirando a Takahiro con una determinación que no dejaba lugar a dudas. — Es mi primera misión, y quiero hacerla bien. Además, creo que puedo manejar esto con rapidez.

Octojin, con su impresionante tamaño y fuerza, era más que capaz de resolver una pelea de borrachos. El gyojin tomó una profunda bocanada de aire, llenando sus pulmones mientras se preparaba mentalmente. Luego, con un movimiento decidido, abrió la puerta de la taberna de par en par. No sin antes mentalizarse de que los borrachos podían ir armados con algún tipo de arma blanca. Y no había mayor peligro que el que no se veía.

Para su sorpresa, nadie reparó en su entrada en la taberna. Todos estaban demasiado concentrados en la pelea que se desarrollaba en el centro del local. Había gritos e insultos constantes, y el sonido de botellas estrellándose contra las paredes que parecían no tener fin. Aquello desde luego sería una gran pérdida para el dueño de la taberna. ¿O acaso reclamaría a los borrachos el dinero de las botellas lanzadas? El tiburón observó rápidamente a los dos responsables principales del caos: un tipo calvo y fornido en un extremo de la taberna, y un hombre delgado con rasgos de brazilargo en el otro. Ambos parecían ser los que habían iniciado todo, mientras otros clientes se sumaban al jaleo o intentaban apartarse del camino de los golpes.

Octojin se acercó al centro de la pelea, con su gran sombra cubriendo a los hombres en conflicto. Con un tono firme, pero calmado, les instó a detenerse.

— Ya basta, es hora de parar esto, — les dijo con autoridad, pero ninguno de los dos pareció prestarle atención. Estaban visiblemente embriagados y sumamente enfurecidos como para escuchar razones. Sus puños seguían volando en todas direcciones. A penas se golpeaban, pero la velocidad de sus golpes era decente para el estado en el que estaban.

Pero si algo le molestaba al gyojin es que no le hiciesen caso. Así que ligeramente frustrado, decidió que las palabras no serían suficientes. Con un movimiento rápido, propinó un golpe al hombre fornido, lo suficientemente fuerte como para hacerlo caer. Luego, giró hacia el hombre delgado y, con la misma precisión, le dio otro golpe en el estómago. Una vez ambos cayeron al suelo como muñecos de trapo, incapaces de resistirse a la fuerza bruta del tiburón, éste suspiró y negó con la cabeza. Le habían dicho que no usase la fuerza y lo había hecho. Al menos solo había dos víctimas.

Sin perder tiempo, Octojin los agarró por la ropa a la altura de la espalda, levantándolos como si fueran maletas ligeras. Caminó hacia la puerta de la taberna, llevándolos a pulso, mientras los demás clientes lo observaban con asombro. El silencio reinó brevemente en el local por unos instantes.

Sin embargo, antes de que pudiera salir completamente, dos hombres sentados en la parte izquierda de la barra decidieron hacer una última provocación. Uno de ellos lanzó una botella hacia Octojin, que se rompió al impactar en su espalda. Aunque no le hizo daño, el gyojin sintió la ira hervir en su interior y se giró con una mirada aterradora hacia ellos. Ambos estaban gritando algo en otro idioma. El idioma del borracho seguramente.

Con un suspiro pesado, salió del local agarrando a los dos iniciadores de la pelea y los dejó en el suelo junto a Takahiro.

— Estos dos son los que empezaron todo— explicó mientras se sacudía los restos de vidrio de la botella que le habían lanzado. —. Pero hay dos tipos más dentro que me dieron un "regalo" antes de salir.— dijo, haciendo referencia al botellazo.— ¿Te importa encargarte de ellos? Están en la barra, sentados a la izquierda. Merecen ser arrestados también.

Octojin podría haber hecho todo solo, pero entendía que su compañero humano quería también parte del mérito en aquella misión. Además, no tenía muy claro que fuese a controlarse ante tal provocación.

Esperando a que Takahiro entrase de nuevo en la taberna para encargarse de los dos hombres restantes, Octojin permaneció afuera, cruzando los brazos mientras observaba a los dos responsables de la pelea todavía aturdidos en el suelo. Esperaba que parando la batalla la ciudad siguiese con su ritmo habitual a su alrededor, aunque los pocos transeúntes que pasaban por allí no podían evitar mirar con curiosidad la escena de un tiburón gigante supervisando a dos borrachos en el suelo.

El habitante del mar sonrió para sí mismo. A pesar de lo caótico de la situación, había logrado controlar su primera misión como marine sin demasiadas complicaciones. Al menos por el momento. Sabía que con el tiempo, habría desafíos mayores, pero por ahora, estaba satisfecho con su actuación.
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RE: [Común] ¿Nadando con un gyojin tiburón. ¿Qué puede salir mal? - por Octojin - 05-09-2024, 07:14 PM

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