Marvolath
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05-09-2024, 10:56 PM
(Última modificación: 05-09-2024, 11:08 PM por Marvolath.
Razón: Añadir el resumen
)
"En pie... piltrafa." - pensó con molestia - "Ya estaba de pie, maldito 'TIPO GRANDE'" - añadió para sí mismo, imitando la voz grave de Balagus con burla.
Pero no todos tenían la suerte de contar con educación, y dado que entre sus prioridades no estaba comprobar si era rival para aquel dúo, prefirió dejarlo pasar. Cogió su bastón y corrió para situarse al lado del capitán que se alejaba, dejándolo en medio de la formación. Aprovechando la distancia que les separaba de los marineros dio unos tironcitos de la chaqueta para atraer su atención y susurrarle con el mismo tono de neutralidad y la misma mirada totalmente seria, directa a los ojos.
- Sería extraño que alguien de tu tripulación no supiera al menos sus nombres, y quizá algún detalle que pueda ser relevante. Probablemente médico. ¿Tienes alguna enfermedad diagnosticada o síntomas que pudiesen?
Más adelante...
La bienvenida del capitán no pudo impresionarle menos. No sería la primera tripulación con sentido del humor a la que se unía, y sabía que era una pequeña molestia que debía soportar temporalmente. Y mucho menos sería lo peor que había hecho ni el peor barco en que había estado. Incluso tenía cierto encanto, como una de esas "Casas del terror" que disfrutaban los nobles pomposos.
-Nombre y oficio… de uno en uno, por favor.
- Marvolath, médico.
- ¿Medico? meh... no creo en la medicina, ya tenemos un homeópata en la tripulación, además te trajeron para reparar el barco... personas barcos, supongo que es lo mismo ¡A la bodega! a reparar el casco.
- ¿Un... homeópata? - realizó un rápido análisis superficial al capitán, deteniéndose lo necesario en la cicatriz - Entiendo. Me gustaría compartir opiniones con mi colega, cuando la ocasión lo disponga.
Hizo una ligera inclinación de cabeza con un saludo con el sombrero, dando a entender que se dispondría a realizar la tarea encomendada. Recorrió la cubierta y la bodega, tratando de aplicar su experiencia en análisis y diagnosis médica para estudiar los daños del navío y cómo podría repararse. Por supuesto, resultó una tarea sumamente inútil, pero al menos parecía que hacía algo y podía estudiar a la tripulación real. Y el mal estado que presentaba sólo podía ser resultado de una gran habilidad, fuera para amargar la existencia o para equivocarse.
Finalmente, cuando ya no le quedó esquina que revisar y no queriendo llamar la atención más de lo necesario, se acercó a uno de los marineros que ya estaba trabajando en el barco y le imitó lo mejor que pudo.
Pero no todos tenían la suerte de contar con educación, y dado que entre sus prioridades no estaba comprobar si era rival para aquel dúo, prefirió dejarlo pasar. Cogió su bastón y corrió para situarse al lado del capitán que se alejaba, dejándolo en medio de la formación. Aprovechando la distancia que les separaba de los marineros dio unos tironcitos de la chaqueta para atraer su atención y susurrarle con el mismo tono de neutralidad y la misma mirada totalmente seria, directa a los ojos.
- Sería extraño que alguien de tu tripulación no supiera al menos sus nombres, y quizá algún detalle que pueda ser relevante. Probablemente médico. ¿Tienes alguna enfermedad diagnosticada o síntomas que pudiesen?
Más adelante...
La bienvenida del capitán no pudo impresionarle menos. No sería la primera tripulación con sentido del humor a la que se unía, y sabía que era una pequeña molestia que debía soportar temporalmente. Y mucho menos sería lo peor que había hecho ni el peor barco en que había estado. Incluso tenía cierto encanto, como una de esas "Casas del terror" que disfrutaban los nobles pomposos.
-Nombre y oficio… de uno en uno, por favor.
- Marvolath, médico.
- ¿Medico? meh... no creo en la medicina, ya tenemos un homeópata en la tripulación, además te trajeron para reparar el barco... personas barcos, supongo que es lo mismo ¡A la bodega! a reparar el casco.
- ¿Un... homeópata? - realizó un rápido análisis superficial al capitán, deteniéndose lo necesario en la cicatriz - Entiendo. Me gustaría compartir opiniones con mi colega, cuando la ocasión lo disponga.
Hizo una ligera inclinación de cabeza con un saludo con el sombrero, dando a entender que se dispondría a realizar la tarea encomendada. Recorrió la cubierta y la bodega, tratando de aplicar su experiencia en análisis y diagnosis médica para estudiar los daños del navío y cómo podría repararse. Por supuesto, resultó una tarea sumamente inútil, pero al menos parecía que hacía algo y podía estudiar a la tripulación real. Y el mal estado que presentaba sólo podía ser resultado de una gran habilidad, fuera para amargar la existencia o para equivocarse.
Finalmente, cuando ya no le quedó esquina que revisar y no queriendo llamar la atención más de lo necesario, se acercó a uno de los marineros que ya estaba trabajando en el barco y le imitó lo mejor que pudo.