Galhard
Gal
06-09-2024, 03:04 PM
Galhard pidió otra taza de su bebida que fue servida rápidamente y tomó un sorbo de su té mientras escuchaba con atención las palabras de Alpha. Había algo en la forma en que se expresaba, en la crudeza de su pensamiento, que lo dejaba reflexionando. Entendía la complejidad de su compañero, su perspectiva sobre la caza y la vida, y esa misma reflexión le llevó a considerar su propia visión del mundo.
—Lo entiendo —respondió Galhard, manteniendo un tono calmado —No todos ven las cosas de la misma forma, y el hecho de que te tomes el tiempo de pensar en eso ya dice mucho. Matar, para algunos, es una simple acción… pero para otros, puede ser un proceso más profundo, más simbólico. Entiendo lo que dices sobre los animales y la justicia de consumirlos en respeto. Los seres humanos, sin embargo… es un terreno diferente. A veces no es cuestión de matar o no matar, sino de lo que representa cada acción.—
Galhard se detuvo un momento, observando cómo Alpha se sumía en sus pensamientos, casi dejando que la conversación lo devorase. El marine, acostumbrado a lidiar con decisiones difíciles, sabía que no había respuestas fáciles cuando se trataba de justicia, supervivencia y el peso de las decisiones. Lo había vivido en carne propia y había visto a otros caer bajo ese mismo dilema.
—Pero también hay algo en dejar que la fruta madure —añadió, haciendo un paralelismo con lo que Alpha parecía estar explorando en su mente —A veces, cuando encuentras a un enemigo, o a alguien con potencial, no siempre es necesario tomar la decisión de inmediato. Hay casos en los que es más interesante, incluso más satisfactorio, ver hasta dónde pueden llegar. Dejarles con vida, permitir que se desarrollen, que alcancen su máximo potencial… Y entonces, cuando la fruta esté madura, es cuando decides si vale la pena cosecharla o no.—
Su mirada se volvió más seria mientras daba otro sorbo al té.
—Es como lo que decías antes… no siempre se trata de llegar a la meta, sino de disfrutar el camino. A veces, dejar a alguien vivir es parte de ese camino. Te permite ver qué son capaces de hacer, cómo evolucionan. Y, llegado el momento, si el enfrentamiento ocurre de nuevo, será aún más intenso. No porque sea una cuestión de vida o muerte, sino porque has permitido que esa persona alcance su verdadero límite.—
Galhard sonrió ligeramente, pero no de manera alegre, sino con la calma de alguien que ha pensado mucho en esos dilemas.
—Y claro, también está la cuestión de si ellos logran llegar a tu nivel, si te desafían de la manera que esperas. Ahí es cuando, creo, se define si el enfrentamiento tiene sentido o no.—
—Lo entiendo —respondió Galhard, manteniendo un tono calmado —No todos ven las cosas de la misma forma, y el hecho de que te tomes el tiempo de pensar en eso ya dice mucho. Matar, para algunos, es una simple acción… pero para otros, puede ser un proceso más profundo, más simbólico. Entiendo lo que dices sobre los animales y la justicia de consumirlos en respeto. Los seres humanos, sin embargo… es un terreno diferente. A veces no es cuestión de matar o no matar, sino de lo que representa cada acción.—
Galhard se detuvo un momento, observando cómo Alpha se sumía en sus pensamientos, casi dejando que la conversación lo devorase. El marine, acostumbrado a lidiar con decisiones difíciles, sabía que no había respuestas fáciles cuando se trataba de justicia, supervivencia y el peso de las decisiones. Lo había vivido en carne propia y había visto a otros caer bajo ese mismo dilema.
—Pero también hay algo en dejar que la fruta madure —añadió, haciendo un paralelismo con lo que Alpha parecía estar explorando en su mente —A veces, cuando encuentras a un enemigo, o a alguien con potencial, no siempre es necesario tomar la decisión de inmediato. Hay casos en los que es más interesante, incluso más satisfactorio, ver hasta dónde pueden llegar. Dejarles con vida, permitir que se desarrollen, que alcancen su máximo potencial… Y entonces, cuando la fruta esté madura, es cuando decides si vale la pena cosecharla o no.—
Su mirada se volvió más seria mientras daba otro sorbo al té.
—Es como lo que decías antes… no siempre se trata de llegar a la meta, sino de disfrutar el camino. A veces, dejar a alguien vivir es parte de ese camino. Te permite ver qué son capaces de hacer, cómo evolucionan. Y, llegado el momento, si el enfrentamiento ocurre de nuevo, será aún más intenso. No porque sea una cuestión de vida o muerte, sino porque has permitido que esa persona alcance su verdadero límite.—
Galhard sonrió ligeramente, pero no de manera alegre, sino con la calma de alguien que ha pensado mucho en esos dilemas.
—Y claro, también está la cuestión de si ellos logran llegar a tu nivel, si te desafían de la manera que esperas. Ahí es cuando, creo, se define si el enfrentamiento tiene sentido o no.—