Humulus Rey, Bar de noche.

Con un segundo sorbo terminaba su primer pinta de cerveza oscura y, con un gesto bruto,  la apoyada boca abajo sobre la barra de madera, exigiéndole al barman otra pinta de la misma cerveza. Mientras divagaba en sus pensamientos y observaba el escenario, notó como a sus espaldas aparecía una humana, o al menos así lo pensaría el Lunarian. Se percató por un instante que era observado, aunque no hubo comentario respecto a sus alas, algo que lo ponía de buen animo. Aunque no era menor su sorpresa por la corta distancia a la que se encontraban, usualmente era esquivado o ignorado. En cuanto la joven se sentó hizo un sutil gesto de saludo inclinando su sombrero.

 Apagó su cigarrillo en el cenicero mientras recibía su nueva cerveza junto con la de la mujer, - Gracias - respondió al barman, acto seguido le dio un sorbo hasta medio vaciarlo. - ¡Claro que no! - no pudo evitar responder ante el comentario de la joven, animándola a que disfrute el trago, él era la prueba viviente de un "ebrio superviviente", a pesar de los años y su gran fanatismo por la cerveza, aun podía moverse con agilidad y destreza, sus dos espadas apoyadas sobre el suelo y la barra eran evidencia de ello.

 Mientras su vaso descansaba en la mesa se puso a armar un cigarro de tabaco, sacó una pequeña bolsita junto con unos papelillos de liar, a los pocos segundo se encendía su cigarro armado. Pudo notar como algunos hombres a su espalda cuchicheaban respecto a su apariencia, por el momento decidió ignorarlo, ya que no tenía muchas ganas de gastar energía con unos simples bastardos, solo voltearía levemente su cabeza para mirarlos con su único ojo bueno y fruncir el seño... - Malditos ignorantes - murmuró el viejo mientras tomaba una vez más de la pinta de cerveza negra.