MC duck
Pato
06-09-2024, 11:28 PM
Silver D. Syxel
En un primer instante, el capitán Scarface parecía querer escupirle en la cara a Silver, pero algo en sus palabras lo fue relajando, tal vez era la forma en la que Silver usaba las palabras, o tal vez fuera por que el trato le beneficiaba, pero en cualquier caso, eso evitaría un arranque de ira por oponerse a sus ordenes pero, no lo haría cambiar de parecer, no por que fuera un cabezota y un orgulloso, que seguramente tambien, sino por que lamentablemente esto era un ballenero, y no un barco de carga de pasajeros. Pero algo en la extraña determinación de Silver les hizo recordar al capitán ese joven que una vez fue con sueños y un futuro por el que luchar, se relamió el labio deseando ser testigo del momento en que la realidad acabara con aquél joven, rompiendo sus sueños y espíritu.
-Un trato muy justo Señor Silver, tienen mi aprobación, yo tampoco me quedaría aquí si tuviera mejores opciones.- Mascullo el capitán del barco- Pero dudo mucho que su hombre o usted puedan derrotar a "Adversidad", hombres mas fuertes y valientes lo han intentado, pero adelante... no se corte. No le diré como debe morir. ¡ESO SI!-de repente alzo el tono dejando en clara que no daría su brazo a torcer- Esto es un ballenero, no un crucero de placer, Mientras este en mi barco, soy su capitán y seguirá mis ordenes- Hecho un vistazo por la cubierta sucia y llena de salitre del barco antes de sonreírle a Silver, pidiéndoselo mas amablemente y con consideracion que casi se sentia en si mismo una burla- ¿Podría ser tan amable de limpiar la cubierta? ¿O acaso un cazador como vos no sabe limpiar una cubierta? jajajajaja.
Dicho eso el capitán lo dejo en paz, ni siquiera puso a nadie a vigilarlo o a asegurarse de que hiciera su trabajo, dejando a Silver decidir lo que quisiera hacer, si limpiar o no la cubierta, era su decisión, aun así habían muchas cosas que podía hacer como... ¿Qué es eso de "adversidad"? tal vez podría sacar información a alguno de los tripulantes, sobre el capitán, sobre ¿la maldición? o bueno, puede que nada de eso le interesara a Silver, pero al parecer había gente que si estaba interesada en él.
-¡HE! chico nuevo- Dijo una voz por la cubierta- No le hagas mucho caso a "cara-rajada", el tipo siempre anda estreñido. Por eso siempre ando recetándole cosas. Pero no hay nada que apacigüe ese carácter de mierda.
El individuo tenia una complexión desgarbada, de lo que alguna vez fue un cuerpo atlético que se abandono, su piel maltratada por el sol y la salitre tenia imperfecciones alli donde se fijaba la vista, y lo que sin duda fue una hermosa melena ahora solo era pelo con aspecto abandonado del cual flecos blancos, seguramente de la edad habían empezado a aparecer, aunque intentaba ocultarlos penosamente debajo de un gorro tan sucio y harapiento como el resto de sus ropas, cuyo olor a sudor estaba mezclado con otro bien distinto.
-Soy Bronz, homeopata del barco, tranquilo... si te mareas, si te duele algo, o te cabreas... ¡Todo tiene solución! - el tipo alzo una botella de alcohol por encima de su cabeza y incluso podía verse como algo de este caía por su piel y manchaba las ropas, explicando el fuerte olor a alcohol- ¿Ves?... solucionado... panacea para todo, lo receta un profesional.
Si quería preguntar algo, había encontrado posiblemente al hombre mas sincero de toda la tripulación. Un borracho.
-Un trato muy justo Señor Silver, tienen mi aprobación, yo tampoco me quedaría aquí si tuviera mejores opciones.- Mascullo el capitán del barco- Pero dudo mucho que su hombre o usted puedan derrotar a "Adversidad", hombres mas fuertes y valientes lo han intentado, pero adelante... no se corte. No le diré como debe morir. ¡ESO SI!-de repente alzo el tono dejando en clara que no daría su brazo a torcer- Esto es un ballenero, no un crucero de placer, Mientras este en mi barco, soy su capitán y seguirá mis ordenes- Hecho un vistazo por la cubierta sucia y llena de salitre del barco antes de sonreírle a Silver, pidiéndoselo mas amablemente y con consideracion que casi se sentia en si mismo una burla- ¿Podría ser tan amable de limpiar la cubierta? ¿O acaso un cazador como vos no sabe limpiar una cubierta? jajajajaja.
Dicho eso el capitán lo dejo en paz, ni siquiera puso a nadie a vigilarlo o a asegurarse de que hiciera su trabajo, dejando a Silver decidir lo que quisiera hacer, si limpiar o no la cubierta, era su decisión, aun así habían muchas cosas que podía hacer como... ¿Qué es eso de "adversidad"? tal vez podría sacar información a alguno de los tripulantes, sobre el capitán, sobre ¿la maldición? o bueno, puede que nada de eso le interesara a Silver, pero al parecer había gente que si estaba interesada en él.
-¡HE! chico nuevo- Dijo una voz por la cubierta- No le hagas mucho caso a "cara-rajada", el tipo siempre anda estreñido. Por eso siempre ando recetándole cosas. Pero no hay nada que apacigüe ese carácter de mierda.
El individuo tenia una complexión desgarbada, de lo que alguna vez fue un cuerpo atlético que se abandono, su piel maltratada por el sol y la salitre tenia imperfecciones alli donde se fijaba la vista, y lo que sin duda fue una hermosa melena ahora solo era pelo con aspecto abandonado del cual flecos blancos, seguramente de la edad habían empezado a aparecer, aunque intentaba ocultarlos penosamente debajo de un gorro tan sucio y harapiento como el resto de sus ropas, cuyo olor a sudor estaba mezclado con otro bien distinto.
-Soy Bronz, homeopata del barco, tranquilo... si te mareas, si te duele algo, o te cabreas... ¡Todo tiene solución! - el tipo alzo una botella de alcohol por encima de su cabeza y incluso podía verse como algo de este caía por su piel y manchaba las ropas, explicando el fuerte olor a alcohol- ¿Ves?... solucionado... panacea para todo, lo receta un profesional.
Si quería preguntar algo, había encontrado posiblemente al hombre mas sincero de toda la tripulación. Un borracho.
Balagus
Los marineros no tuvieron problemas en enseñarle la localización de la cocina, intimidados y temerosos si, pero amables con el gigante que les podía partir la cara si no cooperaban. La cocina del Death of Hopes era mucho mas decente de lo que se podría esperar, pero estaba claro que la habían usado mal durante años, seguramente por manos poco capacitadas y por supuesto, poca higiene, los fogones casi estaban asfixiados de no limpiarse el carboncillo residual que se había amontonado en costras alrededor de los fuegos, la grasa podía sacarse de la pared con la mano, y no era raro ver algún insecto correteando por la alacena, bueno, mas nutrientes, supongo. En cuanto al plato principal Era sorprendente como de rollizas podían ser las ratas de este barco, con la mierda de comida que había en la despensa, a lo mejor les daban de comer algo más que aquello, por que si no Balagus no se lo podía explicar.
No eran jabalíes, cierto, pero con el tamaño de dichas ratas, al menos se podían hacer raciones decentes, más de lo que Balagus habría sospechado.
-¿Eres el nuevo?-pregunto un marinero humano, el cual se sobresalto por la mirada de Balagus- Perdón, te... te me parecías al otro piojin... solo vengo por la piel de rata.
Aquí no se desaprovechaba nada, incluso los restos de las ratas eran usados para diferentes materiales, seguramente usarían la piel de rata para... ¿parches? Mas humanos vendrían, algunos huirían por lo intimidante que era, seguramente solo vinieron a robar comida, pero otros pedían también cosas, dientes de las ratas, para usarlos como espátula para quitar percebes del casco y cosas similares.
Por eso Balagus no se sorprendería cuando una voz diría algo como:
-Vengo por los huesos de rata- El tipo iba cargado con papeles, así que inicialmente no se le veía la cara, aunque ya podía verse cosas extrañas, como sus manos, aparentemente sin músculos, pero con claras cicatrices de lo que sin duda fue alguna vez un guerrero, podían incluso verse los cayos de alguna vez haber portado armas, aunque estaba claro que ya eran demasiado viejos, frágiles he inútiles para tal labor, una extraña tonalidad grisácea casi verdosa de piel, como de alguien moreno que se encierra en un lugar oscuro y deja de tomar la luz del sol, casi enfermo.-Necesito pinceles nue... HU?!- Casi todos los humanos que habiua visto hoy habían sido intimidados por la mirada de Balagus, pero esta vez fue diferente, no le dio tiempo a Intimidarlo, cuando el tipo aparto los papeles de su cara y vio a Balagus, no se vio intimidado, entro en pánico- ¿ha!... vol... yo... mandare a alguien... mas tarde... adiós!
Era cuanto menos extraña esa reacción, aunque Balagus también pudo verlo a él, y seguramente no quedaría indiferente, hasta ahora todos los de este estúpido barco lo habían llamado Piojin, pero no se le había ocurrido pensar por que cuando lo miraban lo pensaban, ahora podía tener una idea de el responsable de adjudicar ese nombre a su forma fisiológica.
Por que el hombre que abandono corriendo la cocina tenia una fisionomía cuanto menos, particular.
¿Abandonarías la cocina detrás de el? Puede que la comida se te queme si lo haces, siempre puedes sacar tiempo y esperar a terminar dichas tareas. De momento tienes todo el tiempo del mundo ¿verdad?
No eran jabalíes, cierto, pero con el tamaño de dichas ratas, al menos se podían hacer raciones decentes, más de lo que Balagus habría sospechado.
-¿Eres el nuevo?-pregunto un marinero humano, el cual se sobresalto por la mirada de Balagus- Perdón, te... te me parecías al otro piojin... solo vengo por la piel de rata.
Aquí no se desaprovechaba nada, incluso los restos de las ratas eran usados para diferentes materiales, seguramente usarían la piel de rata para... ¿parches? Mas humanos vendrían, algunos huirían por lo intimidante que era, seguramente solo vinieron a robar comida, pero otros pedían también cosas, dientes de las ratas, para usarlos como espátula para quitar percebes del casco y cosas similares.
Por eso Balagus no se sorprendería cuando una voz diría algo como:
-Vengo por los huesos de rata- El tipo iba cargado con papeles, así que inicialmente no se le veía la cara, aunque ya podía verse cosas extrañas, como sus manos, aparentemente sin músculos, pero con claras cicatrices de lo que sin duda fue alguna vez un guerrero, podían incluso verse los cayos de alguna vez haber portado armas, aunque estaba claro que ya eran demasiado viejos, frágiles he inútiles para tal labor, una extraña tonalidad grisácea casi verdosa de piel, como de alguien moreno que se encierra en un lugar oscuro y deja de tomar la luz del sol, casi enfermo.-Necesito pinceles nue... HU?!- Casi todos los humanos que habiua visto hoy habían sido intimidados por la mirada de Balagus, pero esta vez fue diferente, no le dio tiempo a Intimidarlo, cuando el tipo aparto los papeles de su cara y vio a Balagus, no se vio intimidado, entro en pánico- ¿ha!... vol... yo... mandare a alguien... mas tarde... adiós!
Era cuanto menos extraña esa reacción, aunque Balagus también pudo verlo a él, y seguramente no quedaría indiferente, hasta ahora todos los de este estúpido barco lo habían llamado Piojin, pero no se le había ocurrido pensar por que cuando lo miraban lo pensaban, ahora podía tener una idea de el responsable de adjudicar ese nombre a su forma fisiológica.
Por que el hombre que abandono corriendo la cocina tenia una fisionomía cuanto menos, particular.
¿Abandonarías la cocina detrás de el? Puede que la comida se te queme si lo haces, siempre puedes sacar tiempo y esperar a terminar dichas tareas. De momento tienes todo el tiempo del mundo ¿verdad?
Marvolath
Es cierto, que sin duda los conocimientos médicos usualmente no dan mucha información sobre los daños del barco, y es que mezclar carpintería con medicina, era casi una estupidez, había que ser un erudito para tener tales conocimientos de ramas distintas. Y no le faltaba razón, los daños del barco no le decían gran cosa a Marvolath, y de la tripulación, aparte de síntomas de una desnutrición leve, desconocimiento de medidas de aseo y falta de vitamina C, poco podía determinar sin un examen a fondo, pero ya hablaba de las condiciones en las que estaba.
Pero a medida que examinaba el barco, si noto algo, peculiar, conocido, inicialmente no lo notaria, por que no lo relacionaría de forma inmediata, pero a medida que "simulaba" que trabajaba, si noto algunas reparaciones antiguas del barco, las que en teoría hizo el anterior carpintero, mas que el trabajo de un carpintero, parecía ... ¿una sutura? era extraño, pero era como si un medico, con madera y clavos hubiera hecho un símil del estilo de sutura de una herida en las zonas a reparar. ¿Acaso los barcos se reparaban igual que las personas o...?
-¡HE! CARPINTERO! te necesitamos aquí- se acabo el tiempo de esconderse- para esto es para lo que te necesitamos.
Unos marineros humanos empezaron a amarrar una cuerda alrededor de la cintura de Marvolath, mientras el pequeño podía ver un cuadrado perfectamente cortado de la pared del barco, que revelaba el doble fondo de madera que tienen los barcos, al parecer la ruptura que tenia el barco varado estaba en el interior de ese doble fondo, pero solo gente pequeña cabía ahí dentro.
-Asegúrate de que la cuerda esta bien atada esta vez, no queremos perder a otro carpintero.-Marvolath tenia que entrar en ese apretado doble-fondo, solo armado, con una vela, por que ahí abajo no se veía un carajo, un martillo de madera y clavos. Tras comprobar que la cuerda estaba correctamente atada y que no se iba a deshacer el nudo- venga adentro, solo tienes que terminar de sellar, y cuando tires te sacamos.
Sonaría muy bien si Marvolath confiara en alguno de esos tipos que hasta ahora mismo ni sabia quienes eran, la única razón para confiarles su vida, es que ellos necesitaban que terminara esa reparación, si se caía a un vacío oscuro y reducido sin posibilidad de escapar. Ellos seguirán atrapados en tierra. En cierta forma ¿no convierte a Marvolath en el protagonista de esta historia? bueno, siempre lo fue, pero ahora era como ¿mas importante?
Los Marineros poco a poco ayudarían a el enano a entrar en el reducido hueco, y luego irían aflojando la cuerda para que Marvolath se deslizara en el estrecha cavidad, mientras, todo se volvía oscuro, con aire húmedo y denso, asfixiante, por suerte la pequeña luz de la vela era buena guía y pudo encontrar la zona a reparar. Al igual que las otras, se habían pegado trozos de madera con clavos, siguiendo un patrón de sutura alrededor de la grieta del casco para sellarla lo máximo posible, aun quedaba un poco a reparar, seguramente cuando el anterior carpintero... ¿Qué le pasaría exactamente? a saber.
No era carpintero, pero hizo lo que pudo, y poniendo el ultimo clavo... Una mano se aferro a su pierna. Sin duda un susto horrible, ya que en esa situación uno no espera esa clase de sobresaltos... la vela se apago.
-Ayuda...
Ya tenia la respuesta, el carpintero nunca abandono su trabajo, se había quedado ahí, abandonado por sus compañeros. ¿desde cuando a saber? Pero ahora quedaba una pregunta mas interesante ¿le ayudaría? estoy seguro de que siempre es bueno ayudar, pero... ¿esa cuerda aguantaría el peso de los dos? podrían quedar atrapados ahí, los dos por intentarlo... Por otro lado, sin luz, ya no veáis exactamente a quien o que estabas sacando de la oscuridad... ¿Valia la pena? Queda a tu elección.
Pero a medida que examinaba el barco, si noto algo, peculiar, conocido, inicialmente no lo notaria, por que no lo relacionaría de forma inmediata, pero a medida que "simulaba" que trabajaba, si noto algunas reparaciones antiguas del barco, las que en teoría hizo el anterior carpintero, mas que el trabajo de un carpintero, parecía ... ¿una sutura? era extraño, pero era como si un medico, con madera y clavos hubiera hecho un símil del estilo de sutura de una herida en las zonas a reparar. ¿Acaso los barcos se reparaban igual que las personas o...?
-¡HE! CARPINTERO! te necesitamos aquí- se acabo el tiempo de esconderse- para esto es para lo que te necesitamos.
Unos marineros humanos empezaron a amarrar una cuerda alrededor de la cintura de Marvolath, mientras el pequeño podía ver un cuadrado perfectamente cortado de la pared del barco, que revelaba el doble fondo de madera que tienen los barcos, al parecer la ruptura que tenia el barco varado estaba en el interior de ese doble fondo, pero solo gente pequeña cabía ahí dentro.
-Asegúrate de que la cuerda esta bien atada esta vez, no queremos perder a otro carpintero.-Marvolath tenia que entrar en ese apretado doble-fondo, solo armado, con una vela, por que ahí abajo no se veía un carajo, un martillo de madera y clavos. Tras comprobar que la cuerda estaba correctamente atada y que no se iba a deshacer el nudo- venga adentro, solo tienes que terminar de sellar, y cuando tires te sacamos.
Sonaría muy bien si Marvolath confiara en alguno de esos tipos que hasta ahora mismo ni sabia quienes eran, la única razón para confiarles su vida, es que ellos necesitaban que terminara esa reparación, si se caía a un vacío oscuro y reducido sin posibilidad de escapar. Ellos seguirán atrapados en tierra. En cierta forma ¿no convierte a Marvolath en el protagonista de esta historia? bueno, siempre lo fue, pero ahora era como ¿mas importante?
Los Marineros poco a poco ayudarían a el enano a entrar en el reducido hueco, y luego irían aflojando la cuerda para que Marvolath se deslizara en el estrecha cavidad, mientras, todo se volvía oscuro, con aire húmedo y denso, asfixiante, por suerte la pequeña luz de la vela era buena guía y pudo encontrar la zona a reparar. Al igual que las otras, se habían pegado trozos de madera con clavos, siguiendo un patrón de sutura alrededor de la grieta del casco para sellarla lo máximo posible, aun quedaba un poco a reparar, seguramente cuando el anterior carpintero... ¿Qué le pasaría exactamente? a saber.
No era carpintero, pero hizo lo que pudo, y poniendo el ultimo clavo... Una mano se aferro a su pierna. Sin duda un susto horrible, ya que en esa situación uno no espera esa clase de sobresaltos... la vela se apago.
-Ayuda...
Ya tenia la respuesta, el carpintero nunca abandono su trabajo, se había quedado ahí, abandonado por sus compañeros. ¿desde cuando a saber? Pero ahora quedaba una pregunta mas interesante ¿le ayudaría? estoy seguro de que siempre es bueno ayudar, pero... ¿esa cuerda aguantaría el peso de los dos? podrían quedar atrapados ahí, los dos por intentarlo... Por otro lado, sin luz, ya no veáis exactamente a quien o que estabas sacando de la oscuridad... ¿Valia la pena? Queda a tu elección.