Hay rumores sobre…
... que una banda pirata vegana, y otra de maestros pizzeros están enfrentados en el East Blue.
[Aventura] [A - Autonarrada T1] Buscando a Timsy: Llegada al East Blue
Umibozu
El Naufragio
1 de verano del año 724 a las 13:31
Mar abierto,
East Blue.

-Pues ya estoy aquí-lurk. ¿Estás aquí, Timsy-lurk?

Las aguas volvían a ser corrientes. Aunque a simple vista nada había cambiado, ya no podía sentir esa aplastante calma que caracterizaba al Calm Belt y por la cual tomaba el nombre. Apenas era un cambio imperceptible, como la densidad del aire al salir de una cueva profunda o el cambio al respirar tras abandonar un denso y tupido bosque y salías a un lugar descubierto de nuevo. Aunque tuvieras los ojos cerrados, podías sentir el cambio en el ambiente al respirar. Pues en esta ocasión era lo mismo. El cambio era mínimo al inicio, pero a medida que me iba internando en el East Blue y dejaba a mi espalda el cinturón de calma los cambios eran más notables. Miré al sustrato marino y ya podía ver como las algas comenzaban a moverse en mayor o menor medida, dependiendo de lo lejos que estuvieran de alguna corriente marina. Aquel era el hecho definitivo de que había superado, de nuevo, la zona más peligrosa del mundo y estaba en el último rincón por explorar. Asiduamente, me invadía la idea de que quizás, tan solo quizás, toda mi búsqueda fuera en vano porque a fuer de ser sinceros, ¿qué opciones tenía un pequeño gyojin de 3 años de sobrevivir en el vasto mar estando solo y desprotegido?. Sin embargo, sentía que aquella idea era errónea, que aquello no era más que otra prueba de la vida para desafiarme y tensar mi cordura, porque en lo más profundo de mi ser sentía que mi hermanito seguía con vida. No había ningún indicio de que así fuera, pero allí enterrada en lo más profundo de mi consciencia, la llamita de la esperanza peleaba por seguir con vida y era ella la que me decía que efectivamente el pequeño Timsy seguía sus andanzas en algún lugar del mundo. Ya había recorrido gran parte del mundo buscándolo, este era el cuarto y último blue y nada me indicaba que tuviera que estar allí, pues estando vivo podría haber partido rumbo al Grand Line o haber sido capturado como lo fui yo, sin embargo era esa misma esperanza la que me decía que seguía con vida y libre.

-Disculpa, ¿has visto a un gyojin pequeño de unos doce años y con aspecto de rana, u oído hablar de él, lurk?

No me fue fácil formular esa pregunta. A pesar de la oscuridad reinante en el fondo abisal, el movimiento de mi cuerpo desplazaba una gran cantidad de agua, por lo que rápidamente los seres de allí identificaban que una amenaza se acercaba y se apresuraban a huir o esconderse. Sin embargo, tuve la suerte de toparme con un pez linterna algo despistado, o quizás muy temerario o hambriento, al que finalmente pude preguntarle.

-N…. No. N… No, lo… lo siento.

El miedo a ser devorado fue instantáneo en cuanto encendió su pequeña lucecita para ver quién le había hablado. Supuse que lo último que esperaba ver era un ser cuyas escamas tenían un tamaño muy superior a todo su tamaño. La sinceridad de su respuesta estaba fuera de toda duda, pues el pánico solía ser un fiel aliado a la hora de conseguir las respuestas más sinceras y alejar cualquier intención de mentir. Tampoco mi tono educado, ni tono bajito había ayudado a impedir que aquel pobre pececillo pasara el peor rato sino de su vida, del día seguro.

-Esta bien-luk. Muchas gracias igualmente-lurk.

Continué la búsqueda en aguas menos profundas. El pequeño pez bruja si bien también era una especie que vivía en el sustrato marino excavando sus propias galerías, no era una especie abisal, por lo que de encontrar a mi hermano lo haría en zonas menos profundas. Allí la búsqueda se me complicaría por la imposibilidad de comunicarme con la mayoría de peces, la mayoría de animales huirían de mí creyéndome alguna especie de rey marino y, por tanto, un peligro, pero por otra parte tendría la facilidad de que podría ver con más facilidad y a mayor distancia. Todavía recordaba que su sueño era pescar algún Rey Marino, así que  el hecho de merodear por todo el blue también haría que se corriera la voz y, con suerte, sería él quién me encontrase a mí. Así pues, mi estrategia de búsqueda constaba de dos partes: por un lado toparme yo con él directamente, por otro intentar forzar que él viniera a mi encuentro, si es que continuaba estando en el East Blue después de tantos años. ¿Cuántos eran ya? ¿Nueve años? Parecía increíble que hubiera pasado ya la friolera de casi diez años y todavía tuviera aquel recuerdo clavado en la mente como si hubiera sido ayer. Sacudí la cabeza para alejar tales pensamientos. Tenía comprobado que dirigir los pensamientos en aquella dirección de melancolía no conducían a nada bueno.

Frente a mí, a lo lejos se dibujaba una gran masa de roca hundiéndose en el agua a una profundidad increíble. Aquello solo podía ser una cosa: una isla. Me acerqué a la corriente marina más cercana que me llevaría hasta ella para viajar más rápido y con menos esfuerzo. Esa era una práctica que me gustaba hacer sobre todo tras haber dejado hacía poco tiempo el Calm Belt. Sentir ese empuje marino acercándote a tu destino liberaba una gran cantidad de adrenalina, generándome una sensación de euforia difícil de igualar. Me resultaba un momento increíblemente metafórico y motivador. Apenas unas pocas horas más tarde llegué a mi destino. Decidí que todavía no me dejaría ver, prefería estar en las profundidades merodeando antes de salir a la superficie y generar el caos que solía despertar mi primer avistamiento. Era momento de descansar. Tomé un poco de algas con las que se hacía tabaco de algas y comencé a masticarlas. Por razones obvias debajo de la superficie no podía fumar, pero al menos sí podía masticar la hierba para tratar de simular un poco el momento.

-Que bien me vendría ahora un trago-lurk…

#1


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[A - Autonarrada T1] Buscando a Timsy: Llegada al East Blue - por Umibozu - 07-09-2024, 03:50 AM

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