¿Sabías que…?
... Robin y Ussop son los encargados de cortarles el pelo a su tripulación, ya que después de todo, es algo que alguien debe hacer.
[Común] [C - Pasado] De mal en peor.
Drake Longspan
[...]
Drake observó cómo Bonez encendía su cigarrillo con un gesto casi teatral, usando aquel anillo en forma de calavera que parecía salido de una historia de terror. No podía negar que el tipo sabía cómo crear una atmósfera peculiar. Con su piel ceniza y esos ojos brillando con una mezcla de codicia y algo más oscuro, parecía sacado de las pesadillas de cualquier pobre diablo al que le debían dinero, como si fuera la misma parca. Drake intentaba comprender como podía ver cómo funcionaba su mente.

Mientras el camarero, aún nervioso, servía las bebidas, Drake le echó un vistazo rápido, empatizando en parte por su circunstancia. La hostelería era muy puñetera. El chico parecía aliviado de poder retirarse rápidamente, dejándolos a solas en su pequeña burbuja de humo de tabaco y planes siniestros mezclados con alcohol, como otros de esos relatos de mafiosos de otras islas. 

El carpintero tomó su vaso y lo levantó brevemente, mirándolo como si estuviera brindando en solitario. El líquido oscuro y espeso en el interior olía fuerte, y un trago rápido confirmó lo que ya esperaba: era de esas bebidas que hacían que el pecho te ardiera como si te hubieras tragado una hoguera. Perfecto para una charla como esta.

Drake Longspan sabía que no tenía sentido esperar palabras de aquel hombre, y por alguna razón, parte de su ser se encontraba más cómodo conforme bebía. Las palabras solían ser un problema para él; cada vez que hablaba, parecía que metía más la pata o conseguía más deudas. Era su cuerpo el que siempre hacía el trabajo sucio, no su lengua. Pero el alcohol y la comida gratis siempre ayudan.

Así que romper piernas, ¿eh?

Drake reflexionó la propuesta de Bonez mientras daba un trago de aquella bebida tan cara.

Nunca he pensado en hacer ese tipo de trabajos, pero a estas alturas... Supongo que uno tiene que hacer lo que tiene que hacer o algo así.

La idea de usar sus puños, esos que había endurecido en incontables peleas callejeras, no era algo que lo incomodara. De hecho, el mero hecho de imaginarse amenazando a algún imbécil que no quería pagar lo hacía sentir hasta cierto punto placer. Era una forma de usar su fuerza que al menos tenía sentido. No era solo violencia por violencia, como había sido en el pasado. Esto sería pragmatismo puro. Y considerando sus deudas, el pragmatismo era algo que le faltaba desde hace mucho tiempo.

Miró sus propias manos, grandes y recubiertas de vendas, llenas de cicatrices. Había algo oscuro en eso, en usar la misma fuerza que había sido su bendición y su maldición para un propósito más calculado. No era solo una pelea cualquiera en una taberna o en un callejón por unos miseros berries de ver quien pegaba más duro, era un plan. Y Bonez tenía razón en algo: Drake tenía las herramientas para el trabajo. Era lo único que sabía hacer bien.

Era capaz de construir y destruir a partes iguales.

Aunque algo no le cuadraba.

Pero no te voy a mentir, Bonez. — dijo, apoyando el vaso sobre la mesa con un golpe sordo — Una parte de mí que se siente como en un pozo sin fondo. Como si cada vez que tratara de salir, algo o alguien me arrastrara de vuelta al fondo. Tal vez sea la mala suerte, o tal vez soy yo. A lo mejor he hecho demasiados malos negocios, no lo sé. Pero si hay una forma de salir de esto, joder, por supuesto qué la tomaré.

Sus ojos se clavaron en los de Bonez, su tono era serio. Ya no había espacio para las bromas. La deuda era algo que lo había estado consumiendo lentamente, un peso que llevaba en los hombros y que sentía en cada movimiento, en cada respiración. Los 2 millones de berries no eran solo números, eran años de errores, de malas decisiones, de trabajos mal pagados, de personas que lo habían dejado tirado cuando más los necesitaba...

La muerte de sus padres.

Y ahora, aquí estaba, sentado frente a un tipo con el que no tenía más que un intento de acuerdo implícito, un entendimiento de que, a veces, las cosas no se resuelven hablando o pidiendo disculpas. Drake Longspan lo sabía bien, pero tenía ciertos límites.

He estado pensando en lo que dijiste antes, sobre esos morosos. Y sí, supongo que podría hacer ese trabajo, poner a la gente en su lugar. Pero no puedo dejar de pensar en algo... ¿Qué pasa si un día soy yo el que aparece en esa lista? ¿Qué pasa si el tipo al que me mandan a cobrar es como yo, alguien que tiene deudas que no puede pagar, que está jodido hasta el cuello?

Drake, sabiendo que estaba hablando de más, dejó unos segundos de silencio incómodo. Dejo ver sus puños sobre la mesa.

No quiero terminar siendo un hipócrita, eso es todo. Rorohaha.
 
La risa que soltó Drake fue amarga, un sonido áspero que apenas salió de sus labios.

Aunque tal vez ya lo sea. Aquí estoy, sentado, considerando la posibilidad de romperle las piernas a alguien por una deuda, cuando yo mismo podría estar del otro lado. Pero bueno... la vida nunca ha sido justa, ¿verdad?

Levantó el vaso de nuevo, pero esta vez no bebió. Lo dejó ahí, a medio camino, como si se arrepintiera a último momento.

De todos modos, si vamos a hacer esto, tienes mi palabra. Pero tú también tienes que darme algo a cambio. Yo no rompería piernas a unos imbéciles para llenarme los bolsillos con migajas, de hecho dudo que lo hiciera pudiendo intimidarles. Quiero más. Necesito más. Quiero que esto sea una oportunidad para salir de este agujero. Para cambiar las cosas. Si no, todo esto no tiene sentido. ¿O pensabas que ceno aquí todos los días?

Drake Longspan se inclinó hacia adelante, apoyando los codos sobre la mesa y acercándose más a aquel hombre, como si fuera a realizar una confesión de algo que nadie más debía escuchar.

He estado en esto el tiempo suficiente para saber que siempre hay alguien arriba, tirando de las cuerdas y sosteniendo el peso de la obra, moviendo las piezas.

La tensión entre ellos se sentía palpable, pero no incómoda. Había una especie de entendimiento silencioso, una complicidad que se había formado entre trago y trago, entre palabras calculadas y silencios más elocuentes que cualquier discurso. Drake sabía que había cruzado una línea con esa conversación. No había vuelta atrás. Bonez probablemente ya lo había medido, ya había tomado nota de cada palabra, de cada expresión.

La diferencia entre Bonez y Drake parecía encontrarse en saber cómo convertir esas deudas en poder, mientras que el carpintero solo había estado sobreviviendo. Pero eso estaba a punto de cambiar, o al menos, eso esperaba.

Así que, dime ¿Quién es tu jefe? ¿Para quien trabajas y como te paga tanto?
#6


Mensajes en este tema
[C - Pasado] De mal en peor. - por Baltazar Bonez - 27-08-2024, 06:26 PM
RE: [C - Pasado] De mal en peor. - por Drake Longspan - 07-09-2024, 07:03 AM

Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 2 invitado(s)