Qazan
Qazan
07-09-2024, 05:16 PM
Gretta caminaba por el muelle como si el mundo fuese suyo, si golpeaba, aplastaba o destrozaba cualquier cosa a su paso le importaba un pimiento. Nos dejábamos guiar por el olfato de la puerca, sin duda era nuestra mejor baza a la hora de conseguir la mejor comida de la isla. Podía ser toda una glotona nuestra cerda amiga, pero era innegable el talento innato que tenía para encontrar la comida más fresca del lugar. Más pronto que tarde llegamos al puerto con forma de herradura. Los puestos estaban colocados en la parte externa de la herradura, tanto los puestos de comida ambulante como los que vendían alimentos frescos para cocinar.
De pronto nuestra amiga eligió el lugar más interesante para "abastecernos" hoy. Ya habíamos hecho esta misma jugarreta hacía algunos días, solo esperaba que los mercaderes de los puestos adyacentes recordaran el altercado como un accidente, justo lo que estaba apunto de suceder ahora. Mi buena amiga cerda y yo habíamos desarrollado muchísima complicidad para el poco tiempo que nos conocíamos, a los dos nos gustaba mucho jugar con la legalidad de nuestros actos mientras que por contra parte el resto de la banda eran mucho más bonachones. Empieza el espectáculo. Pensé para mí mismo cuando Gretta me hizo nuestra señal secreta. De un modo para nada sutil, hizo ver que se tropezaba justo para aprovechar y lanzar por el muelle al agua al pobre mercader del puesto. Nada más mandarlo a volar, mi amiga se dejó caer encima del puesto para llenarse la boca y los bolsillos de pescado. De hecho las mejores comidas que Shiro nos preparaba era cuando le daba por entretenerse en hacer sushi de anguila de Rocstock.
Nada más hacer toda la escena, yo me metí en mi papel. Me acerqué a Grettta que estaba arrasando con todo lo que podía, la idea era muy sencilla, entre dos los bolsillos se llenaban mucho más rápido. -Pero bueno señorita! ¿Se encuentra usted bien?-. Le decía en voz alta aparentando que la ayudaba cuando en realidad aprovechaba el tamaño de la espalda de ambos para formar una pantalla perfecta, desde detrás nuestra era imposible ver absolutamente nada. —¡Hay que golpe más mialo! ¡Qué danio me hecho! ¡Que alguien ayude pobre hombre que de susto caído al agua! ¡Yo voy Ayuntamiento a poner denuncia! Este muelle no adaptado para gente grande como yio, ¡qué pioca vergüenza!-. Que bien se le daba a la maldita cerda hacerse la victima... Como si fuera eso posible en una persona de 5 metros, hacerse la desvalida.
Ya teníamos los bolsillos de nuestra fiel puerca hasta las trancas cuando el semblante de su cara cambió de golpe, se puso muy seria. -Dos hombres estiaban hablando tesoro aquí bajo, uno va allí y el otro allá-. Aquí ya no había teatro que valiese, la conocía de apenas unos días pero para mi era casi como una hermana mayor, sabía cuando estaba realizando su numerito particular y cuando estaba hablando en serio. -Voy a por el que va a la taberna, si algo sale mal me zambullo en el agua y nos vemos en la cabaña-. Mi plan era sencillo, la altura de Gretta sumando a Shiro subido a ella les podía facilitar el seguirle, además, después de ese numerito la puerca no podía seguir mucho más tiempo aquí, se había llevado toda la atención para si misma. Y por último, si algo salía mal siempre podía salir corriendo y saltar al agua para escapar, cosa que para mis compañeros sería aún más impedimento.
De pronto nuestra amiga eligió el lugar más interesante para "abastecernos" hoy. Ya habíamos hecho esta misma jugarreta hacía algunos días, solo esperaba que los mercaderes de los puestos adyacentes recordaran el altercado como un accidente, justo lo que estaba apunto de suceder ahora. Mi buena amiga cerda y yo habíamos desarrollado muchísima complicidad para el poco tiempo que nos conocíamos, a los dos nos gustaba mucho jugar con la legalidad de nuestros actos mientras que por contra parte el resto de la banda eran mucho más bonachones. Empieza el espectáculo. Pensé para mí mismo cuando Gretta me hizo nuestra señal secreta. De un modo para nada sutil, hizo ver que se tropezaba justo para aprovechar y lanzar por el muelle al agua al pobre mercader del puesto. Nada más mandarlo a volar, mi amiga se dejó caer encima del puesto para llenarse la boca y los bolsillos de pescado. De hecho las mejores comidas que Shiro nos preparaba era cuando le daba por entretenerse en hacer sushi de anguila de Rocstock.
Nada más hacer toda la escena, yo me metí en mi papel. Me acerqué a Grettta que estaba arrasando con todo lo que podía, la idea era muy sencilla, entre dos los bolsillos se llenaban mucho más rápido. -Pero bueno señorita! ¿Se encuentra usted bien?-. Le decía en voz alta aparentando que la ayudaba cuando en realidad aprovechaba el tamaño de la espalda de ambos para formar una pantalla perfecta, desde detrás nuestra era imposible ver absolutamente nada. —¡Hay que golpe más mialo! ¡Qué danio me hecho! ¡Que alguien ayude pobre hombre que de susto caído al agua! ¡Yo voy Ayuntamiento a poner denuncia! Este muelle no adaptado para gente grande como yio, ¡qué pioca vergüenza!-. Que bien se le daba a la maldita cerda hacerse la victima... Como si fuera eso posible en una persona de 5 metros, hacerse la desvalida.
Ya teníamos los bolsillos de nuestra fiel puerca hasta las trancas cuando el semblante de su cara cambió de golpe, se puso muy seria. -Dos hombres estiaban hablando tesoro aquí bajo, uno va allí y el otro allá-. Aquí ya no había teatro que valiese, la conocía de apenas unos días pero para mi era casi como una hermana mayor, sabía cuando estaba realizando su numerito particular y cuando estaba hablando en serio. -Voy a por el que va a la taberna, si algo sale mal me zambullo en el agua y nos vemos en la cabaña-. Mi plan era sencillo, la altura de Gretta sumando a Shiro subido a ella les podía facilitar el seguirle, además, después de ese numerito la puerca no podía seguir mucho más tiempo aquí, se había llevado toda la atención para si misma. Y por último, si algo salía mal siempre podía salir corriendo y saltar al agua para escapar, cosa que para mis compañeros sería aún más impedimento.