[Aventura] [A - Presente] Los susurros de las ratas

-Eso es verdad. Pues como quieras.- dije alzando los hombros, restandole importancia al asunto, y mas cuando Anissa ya no quería hablar del tema.
- Aunque estoy seguro que mas de uno batea para el otro lado. Sin ir mas lejos, mira a Raiden. Nos trajo a un lugar donde hay mas hombres que mujer y que la mayoría lucha sin camisa. No lo sé, es dudoso - dije divertido.

Al parecer las “negociaciones” salieron mejores de lo que pensábamos, asique de un momento a otro, yo tenia que pelear vaya a saber con quien para adquirir algo de información.
-Pero eso lo haré gracias a mi, no a ti. Asique mas te vale ir pensando en que me vas a dar a cambio. Soy un hombre de gustos simples. Tal vez algunos millones de berris me vendrían bien o tal vez algún ron de buena cosecha. En fin te dejo que lo pienses, mientras tanto sostenme a Bella Dama. - le dije a Raiden, mientras me sacaba la espada y se la entregaba.
-Llegas a perder esa espada y te aseguro que no te alcanzaras ni 10 vidas para pagarme o huir de mi. - exclamé con seriedad y con una aura intimidante, para luego sonreír.
-Asique procura cuidarla. Es un tesoro para mi.-

Tras hacer aquello iría hacia el ring, donde me subiría y comenzaría a desvestirme un poco. No tenia intenciones de que mi chaqueta y mi blanca camisa se ensuciaran con sangre de otra persona.
Bajo toda aquella ropa notarían a una persona delgada, sin músculos mascados, con la piel seca y llena de heridas. Realmente no era un físico privilegiado ni nada de eso, sino mas bien parecía ser una persona mas que común. Mientras tanto el muñón de su brazo, el cual se encontraba a pocos centímetros de su hombro, se encontraba tapados con vendas.

Una vez arriba en el ring, no esperé mucho tiempo para ver a mi contrincante, el cual se trataba de un tipo bastante ancho de vientre, pero no lo suficiente, y con una especie de pata de algún animal en su mano.
El mismo se subió al ring con gran destreza. Al parecer no era la primera vez que se subía al ring, lo cual me daba entender que era una especie de experimentado en el asunto.
Tan pronto aquel hombre se subió al ring, pude notar como desde arriba una jaula bajaba y se posicionaba sobre el ring, encerrándonos a los dos.
“Tch, esto parece incomodo” pensé, antes de notar como el hombre que tenia frente a mi movía lo que tenia en sus manos e intentaba golpearme con ello, por lo que rápidamente me hice hacia atrás chocando contra la jaula del ring.

-Oye Raiden, esto no es lo que acordamos. Yo no quería luchar contra alguien así. Cancela la pelea- exclamé luego de girarme y tomar las rejas con mi única mano, mientras le sonreía de manera sarcástica al peliblanco.
“Espero que mi actuación no sea tan mala” pensé, antes de girarme hacia el hombre y esperar su próximo movimiento.