La gente del puerto no se alborotó de más ante la situación y parecía que el teatro había colado entre los presentes, pero sobre todo lo más importante era que no había ningún guardia que hubiese dado la alarma, así que no tuvieron problemas a la hora de salir del puerto en busca de los dos tipos sospechosos. Alguien se encargaría de salvar al pobre pescador que había sido lanzado al agua; la verdad es que a Gretta no le importaba lo más mínimo.
Ahora seguía a Shiro que iba detrás del hombre que se fue por un callejón, a Gretta se le caían de vez en cuando algún pez de entre las ropas y bolsillos, parecía un camino de migas de pan para no perderse, cuando llegó al callejón y lo miró bien, vio que debido a su tamaño, tendría que tirar abajo dos o tres casa para poder pasar, asique miró a Shiro con ternura y preocupación, no quería perder a ese hombre, pero a la vez no creía que fuese a tener muchos contratiempos con el desconocido, era un andrajoso y no podría dar muchos problemas, entonces se acordó de lo que Shiro le dijo cuando emprendieron la persecución "Esperemos que ese hocico tuyo sea tan bueno para los tesoros como para los problemas, Si tu supieras lo que hago yo con el hocico Shiro, me metía contigo en ese callejón y tendrían que venir 1000 marines para separarme de ti, pero no, después de esta aventura tal vez te lo demuestre, porque tampoco quiero ir tan deprisa", el tiempo le había dicho tras muchas experiencias malas, que su velocidad con la búsqueda de relaciones siempre acababa de la misma manera, con el tipo huyendo y ella teniendo que perseguirlo, asique decidió no correr tanto esta vez y se limitó a animarlo.
-Shiro no quepo, encarga tu ah, usa puño en cara para tumbar problemo eh, tu fuerrte!- Le dijo Gretta, guiñándole un ojo a la vez que le mandaba un beso. "Es muy flaco, espero que pueda con ese tipo, no me gustaría tener que buscar a un nuevo cocinero, este cocina bien, es guapo y además va a casarse conmigo, no puede no ganar, nono, seguro que lo consigue, pero es que si comiera más…, en cuanto volvamos voy a tener una charla con él, no puede ir por ahí pesando lo que pesan dos gallinas, así nunca va a crecer y a ponerse fuerte como yo" divagó Gretta mientras ésta cambiaba el rumbo hacia la taberna, por donde Qazan había ido detrás del otro.
Cuando llegó, la taberna era bastante grande; aquí sí que podría entrar sin tener que tirar el techo. Miró a Qazan que se había quedado pensando en si entrar o no.
—¿Viamos dientro no? Yo agarro y tú sacas información, si pone tonto, ¿partimos hueso, ah?—Le dijo Gretta a Qazan y sin esperar su respuesta, entró a la taberna, buscando al tipo que se había metido aquí.
Ahora seguía a Shiro que iba detrás del hombre que se fue por un callejón, a Gretta se le caían de vez en cuando algún pez de entre las ropas y bolsillos, parecía un camino de migas de pan para no perderse, cuando llegó al callejón y lo miró bien, vio que debido a su tamaño, tendría que tirar abajo dos o tres casa para poder pasar, asique miró a Shiro con ternura y preocupación, no quería perder a ese hombre, pero a la vez no creía que fuese a tener muchos contratiempos con el desconocido, era un andrajoso y no podría dar muchos problemas, entonces se acordó de lo que Shiro le dijo cuando emprendieron la persecución "Esperemos que ese hocico tuyo sea tan bueno para los tesoros como para los problemas, Si tu supieras lo que hago yo con el hocico Shiro, me metía contigo en ese callejón y tendrían que venir 1000 marines para separarme de ti, pero no, después de esta aventura tal vez te lo demuestre, porque tampoco quiero ir tan deprisa", el tiempo le había dicho tras muchas experiencias malas, que su velocidad con la búsqueda de relaciones siempre acababa de la misma manera, con el tipo huyendo y ella teniendo que perseguirlo, asique decidió no correr tanto esta vez y se limitó a animarlo.
-Shiro no quepo, encarga tu ah, usa puño en cara para tumbar problemo eh, tu fuerrte!- Le dijo Gretta, guiñándole un ojo a la vez que le mandaba un beso. "Es muy flaco, espero que pueda con ese tipo, no me gustaría tener que buscar a un nuevo cocinero, este cocina bien, es guapo y además va a casarse conmigo, no puede no ganar, nono, seguro que lo consigue, pero es que si comiera más…, en cuanto volvamos voy a tener una charla con él, no puede ir por ahí pesando lo que pesan dos gallinas, así nunca va a crecer y a ponerse fuerte como yo" divagó Gretta mientras ésta cambiaba el rumbo hacia la taberna, por donde Qazan había ido detrás del otro.
Cuando llegó, la taberna era bastante grande; aquí sí que podría entrar sin tener que tirar el techo. Miró a Qazan que se había quedado pensando en si entrar o no.
—¿Viamos dientro no? Yo agarro y tú sacas información, si pone tonto, ¿partimos hueso, ah?—Le dijo Gretta a Qazan y sin esperar su respuesta, entró a la taberna, buscando al tipo que se había metido aquí.