Hay rumores sobre…
...un hombre con las alas arrancadas que una vez intentó seducir a un elegante gigante y fue rechazado... ¡Pobrecito!
[Común] [Pasado] El guardián de Kano
Drake Longspan
[...]
El chico del País de Kano observaba en dirección al "Skypiean" con esa misma mezcla de escepticismo y diversión que había mantenido durante toda la conversación.

Cada palabra que el joven decía, cada promesa, cada expresión de determinación, resonaba en el aire, como si Byron realmente creyera en el destino glorioso que estaba describiendo. Y, ¿por qué no? Quizás lo que más fascinaba a Drake era esa energía inquebrantable, esa confianza desmedida que parecía hacer de aquel pirata una especie de imán para las ideas grandiosas, poco viables y posiblemente suicidas, pero grandiosas.

Con una sonrisa que apenas levantaba una comisura de sus labios, Drake escuchó mientras aquel joven hablaba de sus planes de convertirse en una especie de héroe del futuro, un salvador de civilizaciones. Esa teatralidad desbordante, ese aire de grandeza que envolvía cada palabra del joven, era tan ajena y, a la vez, tan fascinante para alguien como Drake, quien prefería mantener los pies firmemente anclados en la realidad. Claro que había ambición en su interior también, pero la suya era más sutil, más centrada en lo tangible, en lo que sus manos podían moldear, construir o destruir. Las ideas de Byron Nikkei, en cambio, eran como castillos en el aire, grandes, brillantes, pero sin cimientos aún.

Drake Longspan respondió a su posible nuevo capitán con una sonrisa sarcástica, con sorna, no podía dejar un insulto sin responder.

Cuando llegue ese día, Byron, cuando guíes a la civilización hacia un futuro mejor, prometo que lo segundo que escucharás será mi felicitación... Pero antes escucharás al Den Den Mushi despertándote para que coloques los pies en la tierra, enano. Rohahaha.

Drake podía sentir el entusiasmo desbordante del joven mientras este seguía empujando, o al menos intentándolo. La diferencia de tamaño y peso entre ambos era tan abismal que el esfuerzo de Byron Nikkei resultaba casi cómico, aunque podía reconocer su fuerza, era distinta, como un aura. El boxeador no se burlaba del esfuerzo, no del todo al menos. En el fondo, respetaba esa tenacidad. Había algo admirable en la forma en que Byron seguía intentándolo, aunque era evidente que no estaba consiguiendo mover a Drake Longspan ni un centímetro.

Cuando la conversación giró hacia aquella Hafugyo de la que ambos habían hablado antes, por mucho que intentó esconderlo, una sombra de nostalgia cruzó por sus ojos. Era cierto, aún tenía una deuda con ella, y no sabía como iba a poder pagársela. Había tenido ese algo que no muchos poseían, una mezcla de valentía, sinceridad y voluntad que, en su momento, lo había descolocado un poco. Pero ahora, pensando en ella, no pudo evitar sentir que tal vez había perdido algo importante al dejarla ir...

Drake Longspan miro al horizonte como evocando al pasado.

Lo admito, ella tenía algo especial. Pero algunas personas no están hechas para seguir a otros. A veces, simplemente tienen su propio camino que recorrer. Aunque no me podrás decir que no la querrías a tu lado... ¿Ehh? ¿Emperador de los desplumados?

No pudo evitar reírse entre dientes para disimular que verdaderamente estaba sonrojado. Por suerte Byron cambió de tema con ese comentario sobre su peso. Las palabras del joven eran tan directas y sin malicia que resultaban refrescantes. En un mundo lleno de dobleces y mentiras, la honestidad despreocupada de Byron era como un soplo de aire fresco. Estaba cansado de engañar a la gente, el solo quería ir hacia delante, de una maldita vez.

¿Pesado? Bueno, la próxima vez intentaré no aplastarte cuando no mire por donde piso — dijo Drake con una sonrisa burlona mientras daba una palmada en la espalda de Byron, lo suficientemente suave como para que no se desmoronara, pero con la fuerza suficiente para que sintiera el peso real que cargaba.

A medida que la conversación avanzaba hacia temas más prácticos, como la fabricación de un barco, la cual hizo que el carpintero se lo tomase de forma más seria. 

Sabía que no sería fácil. Los materiales eran caros, y la mano de obra... bueno, eso lo tendría que hacer él mismo, pero tardaría un tiempo. No era imposible, claro. Drake Longspan había reparado pequeños barcos pesqueros antes, o al menos había participado en su construcción de manera secundaria, pero nunca había tenido acceso a mejores recursos. La situación en la Isla Kilombo era diferente. Las herramientas eran escasas, y si querían algo que pudiera surcar los mares más peligrosos, tendrían que ingeniárselas para conseguir los mejores materiales disponibles dentro de su realidad.

Los materiales no son baratos, eso es seguro. Pero talar árboles y trabajar la madera... no es imposible. No será el barco más elegante, pero podría resistir. Al menos para empezar. Después de todo, un barco solo es tan bueno como el navegante que lo maneja. ¿Por qué tienes un navegante, verdad?

Se hizo el silencio.

[...] Busca un navegante, y yo te prometo buscarte otro tripulante, puede qué dos.

 Aquel muchacho estaba dispuesto a hacer lo que fuera para conseguir ese barco. El carpintero pensó, que tal vez, esa determinación era algo que merecía una oportunidad.

Aunque no todavía.

La oferta de aquel truhan de ganar dinero y pagar las deudas del joven luchador sorprendió al hombre de brazos largos. Por un momento, sus ojos rubíes se entrecerraron, observando al joven con una nueva apreciación. Su desplumado amigo estaba dispuesto a hacer sacrificios reales por algo en lo que creía. Tal vez el joven no solo hablaba de grandezas para sonar impresionante, tal vez realmente estaba dispuesto a luchar por ese futuro.

El humano del West Blue exhaló profundamente y se detuvo, observando a Byron Nikkei con una expresión más seria. Clavando sus rubíes en él.

Escucha, Byron, no tienes que hacer esto por mí. Si de verdad quieres zarpar y enfrentarte al mar, lo harás con o sin mi ayuda. Y no necesitas pagar mis deudas para conseguirlo. Pero si realmente estás decidido a construir ese barco, y si realmente crees en lo que dices, entonces... tal vez podamos trabajar juntos. No soy el tipo de persona que acepta favores a la ligera, ni gratis pero si tanto quieres poner patas arriba al mundo...

Por un momento, el silencio se instaló entre ambos mientras las palabras de Drake colgaban en el aire. Luego, suavemente, colocó una mano en el hombro de Byron, una señal de camaradería, de una más que posible hermandad.

Pero no te equivoques. No soy tu "mano derecha" ni nada por el estilo. Si vamos a hacer esto, será como iguales. Y si algún día este barco se convierte en un hogar, será tanto tuyo como mío. Pero hasta entonces, hay mucho trabajo por hacer. Así que no te confíes, chico. El camino es largo, y los mares no tienen piedad de los que sueñan sin trabajar.

Con esas palabras, Drake se giró y comenzó a caminar de nuevo, dejando atrás a Byron por unos pasos antes de detenerse y girar la cabeza, con una sonrisa divertida en los labios.

Vamos, Byron. Si vamos a construir un barco, lo primero es llenar el estómago. Y además... quiero ver cómo te sacas de encima a la dueña de la taberna. A ver si es verdad que tienes de lo que presumes.

Y así, con una sonrisa, Drake Longspan continuó caminando, sabiendo que, de una manera u otra, su destino ahora estaba entrelazado con el de ese joven soñador.
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[Pasado] El guardián de Kano - por Drake Longspan - 29-08-2024, 06:48 PM
RE: [Pasado] El guardián de Kano - por Byron - 30-08-2024, 03:31 AM
RE: [Pasado] El guardián de Kano - por Byron - 30-08-2024, 09:50 PM
RE: [Pasado] El guardián de Kano - por Byron - 02-09-2024, 06:50 PM
RE: [Pasado] El guardián de Kano - por Byron - 09-09-2024, 01:46 AM
RE: [Pasado] El guardián de Kano - por Drake Longspan - 09-09-2024, 03:57 AM

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