Lemon Stone
MVP
09-09-2024, 04:38 AM
CAPÍTULO V
El aire en el pueblo parecía más pesado, como si le hubieran echado aserrín al aire acondicionado, o tal vez lo era solo para Lemon, que seguía sentado bajo la sombra de un árbol torcido, observando a los aldeanos mientras iban y venían, preparando la "gran" fiesta en su honor. Su cigarrillo se consumía lentamente entre sus dedos, soltando espirales de humo que se mezclaban con el polvo que flotaba en el ambiente.
"Esto no puede ser la vida de un héroe", pensaba Lemon, ajustándose el cuello de su camisa, sintiendo el sudor empezar a acumularse bajo su ropa. "Si me hubieran dicho que ser un revolucionario implicaba tanto calor, ya habría quemado este pueblo solo para ventilarme". Sin embargo, lo que más le irritaba no era el clima, ni siquiera el trabajo físico que trataba de evitar a toda costa, sino las miradas. Las miradas constantes de admiración, esas mismas miradas que antes disfrutaba, pero que ahora comenzaban a sentirse como un peso insoportable. Sabía lo que todos estaban pensando, lo veía en sus ojos: "¿Qué va a hacer ahora el gran héroe?".
Ronny, como siempre, estaba al acecho, y Lemon lo sentía. No solo por el crujir del suelo bajo sus botas pesadas, sino por esa permanente expresión de desaprobación que parecía acompañarlo a todas partes. Era como si cada cosa que hiciera fuera una basura para su supervisor, nada lo ponía contento. Lemon no tenía que mirarlo para saber que Ronny estaba cerca, con su pose erguida y esa mirada que perforaba todo a su alrededor, como si fuera un juez esperando a dictar sentencia.
-Bea me dijo que te veríamos por aquí -dijo Ronny con esa voz grave, que para Lemon era más molesta que el chirrido de una puerta oxidada.
Lemon soltó una última bocanada de humo antes de aplastar el cigarrillo en el suelo con la bota.
-Sí, ya sabes, el héroe del pueblo debe estar presente para… supervisar. Un pueblo sin su líder es como una carreta sin ruedas, ¿verdad?
Ronny soltó una risa seca, sin pizca de diversión.
-Si crees que supervisar es sentarse a fumar mientras todos los demás trabajan, entonces sí, claro, eres un gran líder.
Lemon torció la boca, tratando de no caer en la provocación. Sabía que Ronny lo consideraba un estorbo, y si algo era seguro en este mundo, era que Lemon no iba a dejar pasar una ofensa sin responder. Así que, con un suspiro exagerado, se levantó del suelo, sacudiéndose la ropa como si de repente se diera cuenta de que estaba rodeado de polvo y miseria.
-Ronny, querido -dijo con ese tono condescendiente que sabía irritaba a su compañero-, te olvidas de algo fundamental: el carisma. Liderar no es solo dar órdenes o levantar escombros. Es inspirar, motivar. Cualquiera puede cargar cajas, pero ¿con cuántos líderes natos te has topado que puedan hacer lo que yo hago? -Y señalándose a sí mismo con ambas manos, añadió-: Yo soy la inspiración de este pueblo.
Ronny lo miró en silencio por un segundo, como si sopesara si valía la pena continuar la conversación. Finalmente, decidió no hacerlo. Simplemente sacudió la cabeza y se dio la vuelta para regresar al trabajo.
-Como quieras -murmuró mientras se alejaba-. Pero algún día, vas a tener que demostrar que puedes hacer más que solo hablar.
Lemon lo observó alejarse, sintiendo esa familiar mezcla de irritación y orgullo. Claro, Ronny nunca lo entendería. Era una cuestión de perspectiva. "No todos están hechos para la grandeza", pensó, encendiendo otro cigarrillo mientras miraba hacia el horizonte.
-¿Todo bien? -La voz de Bea lo sacó de sus pensamientos.
Ella apareció con esa sonrisa cálida que solía desarmarlo, su cabello rubio aún alborotado por el trabajo de la mañana, pero sin perder ese brillo que hacía que todo lo que dijera sonara… ¿demasiado sincero? Bea siempre parecía tan genuina, tan auténtica, que a veces era difícil para Lemon mantener su fachada. Al menos por un momento.
-Oh, ya sabes, lo de siempre. Solo un revolucionario más luchando contra las fuerzas opresivas de la mediocridad -respondió Lemon, exhalando el humo en una nube mientras levantaba la vista al cielo, fingiendo una profunda reflexión tras haber encendido otro cigarrillo.
Bea se acercó un poco más, su mirada escudriñadora. No parecía convencida, y esa chispa de curiosidad en sus ojos hizo que Lemon sintiera una incomodidad latente. No era como los demás aldeanos que lo miraban con una mezcla de adoración y distancia; Bea lo miraba de una manera diferente, como si viera algo más allá de la fachada.
-Siempre me pregunto si realmente crees todo lo que dices -comentó Bea, inclinando un poco la cabeza, sus ojos buscando una respuesta más honesta de la que él solía dar.
Lemon levantó una ceja y se cruzó de brazos, sin dejar de sostener su cigarrillo con elegancia.
-Por supuesto que lo creo. Soy un hombre de principios, Bea. Lo único que hago es por "La Causa", por la libertad, la justicia… y porque queda bien en los discursos.
Bea se rio, pero su sonrisa fue más corta esta vez.
-¿Y eso es todo? ¿Discursos?
Lemon se sintió sorprendido, aunque rápidamente cubrió su desconcierto con una sonrisa de suficiencia.
-Por supuesto. ¿Qué más se necesita en este mundo de caos y opresión? Un buen discurso puede cambiar la mente de las masas.
Bea lo observó en silencio durante unos segundos más de lo que a Lemon le hubiera gustado. Esa sensación incómoda volvía a surgir, esa sensación de que tal vez ella estaba viendo algo que ni siquiera él quería admitir.
-Creo que eres más que solo palabras, Lemon -dijo finalmente, con una dulzura que lo desarmó momentáneamente.
Lemon, acostumbrado a que su sarcasmo y arrogancia fueran su escudo, no supo cómo reaccionar ante esa sinceridad. A veces sentía que Bea lo veía como una especie de enigma, como si intentara resolver el rompecabezas que él mismo había creado a su alrededor. Y aunque lo irritaba, también lo intrigaba.
-¿Más que palabras? -repitió él, intentando recuperar su tono sarcástico-. No te hagas ilusiones, Bea. Soy solo un chico guapo con talento para hablar y fumar cigarrillos de lujo.
Ella sonrió, aunque su mirada seguía siendo penetrante.
-Vamos, te ayudo a prepararte para la fiesta de esta noche. Estoy segura de que tienes algo más en mente.