Atlas
Nowhere
10-09-2024, 09:24 PM
Vas dándole vueltas a la cabeza mientras te diriges hacia la zona sur de la isla, tal y como has acordado con el capitán. La verdad es que hay muchas incógnitas que resolver. Es cierto que cuando no se sabe nada la abrumadora cantidad de posibilidades puede resultar desconcertante, pero, normalmente, a la hora de descubrir la verdad todo queda restringido a algo bastante simple. ¿Será éste uno de esos casos? Sólo el tiempo y tu desempeño podrán decirlo.
Sea como sea, cuando llegas por fin a tu destino puedes comprobar que los marines que marcharon antes que tú han sido bastante eficientes. No sabemos si habrán hecho las cosas lo mejor posible o si, por el contrario, habrá habido algún desliz. Lo que sí podemos tener claro es que el expediente lo han cubierto muy pero que muy bien. Se han llevado consigo a los familiares y allegados de los desaparecidos en esa zona, lo que incluye a los calamares. Los humanos, por supuesto, se encontraban en tierra firme y a una distancia prudencial del mar. En la zona que ocupaban los días de las desapariciones han colocado largas varillas de metal que han enterado en la arena, uniéndolas entre sí con largas cintas de plástico. Del mismo modo, han establecido un perímetro de seguridad con conos que delimitan un radio bastante amplio en el que nadie que no esté autorizado puede entrar.
Como no podía ser de otro modo, los únicos que se ubican en un terreno un poco diferente son los gyojin calamares. Ellos, al contrario que los demás, acompañan a una pareja de marines a una zona en la que las rocas no han sido erosionadas por el paso del tiempo y la subida y bajada de las mareas. Allí, una suerte de montículo de piedra sirve de antesala a una serie de rocas de superficie plana que, como grumos de chocolate en una taza humeante, se adentran varios metros en el mar. El semblante de agobio en el rostro de los uniformador, ambos humanos, es más que evidente. ¿Que por qué? Pues vamos a comprobarlo.
En caso de que optes por considerar que el resto de áreas el trabajo de los marines es aceptablemente bueno y te aproximes a los seres abisales, podrías distinguir de nuevo con rapidez esa expresión de alivio en sus rostros.
—Nagaki, ¿verdad? —te dirá uno de ellos al descubrir que te aproximas—. Han llegado órdenes del campamento diciendo que eres la encargada de dirigir la investigación en esta zona. Como puedes comprobar, hemos podido establecer perímetros en torno a todas las áreas teóricas en las que sucedieron las desapariciones. Todas menos ésta. Esta pareja decidió relajarse sobre estas rocas, justo junto al mar, para poder disfrutar de la marea y el la brisa marina. —Puedes ver cómo los calamares asienten, verificando una por una todas las palabras del marine que se dirige a ti—. El problema que nos encontramos es que aquí no tenemos posibilidad de establecer un perímetro como los demás porque no tenemos superficies en las que fijar las referencias. Lo que tenemos alrededor es agua y más agua, que, además, al moverse entre rocas arrastra cualquier cosa que pongamos. Tampoco podemos rastrear el fondo marino en esta zona por motivos obvios... Lo cierto es que estamos cogidos de pies y manos. Y tentáculos —finaliza, haciendo un gesto de reconocimiento en dirección a los calamares.
Parece que el elemento clave es el mar en este conflicto y, a juzgar por el transcurso de los acontecimientos, es también el medio que más problemas está dando al destacamento marine del que formas parte. Diría que por el momento se están apañando bastante bien en tierra firme, no sé qué impresión te dará a ti. En cualquier caso, al haberte colocado el capitán Olof a la cabeza del dispositivo sur, está en tu mano decidir qué hacer a continuación, dar las directrices que estimes oportunas —si es que quieres dar alguna— y decidir cómo afronta el grupo el reto que supone la desaparición de las huevas concretamente.
Sea como sea, cuando llegas por fin a tu destino puedes comprobar que los marines que marcharon antes que tú han sido bastante eficientes. No sabemos si habrán hecho las cosas lo mejor posible o si, por el contrario, habrá habido algún desliz. Lo que sí podemos tener claro es que el expediente lo han cubierto muy pero que muy bien. Se han llevado consigo a los familiares y allegados de los desaparecidos en esa zona, lo que incluye a los calamares. Los humanos, por supuesto, se encontraban en tierra firme y a una distancia prudencial del mar. En la zona que ocupaban los días de las desapariciones han colocado largas varillas de metal que han enterado en la arena, uniéndolas entre sí con largas cintas de plástico. Del mismo modo, han establecido un perímetro de seguridad con conos que delimitan un radio bastante amplio en el que nadie que no esté autorizado puede entrar.
Como no podía ser de otro modo, los únicos que se ubican en un terreno un poco diferente son los gyojin calamares. Ellos, al contrario que los demás, acompañan a una pareja de marines a una zona en la que las rocas no han sido erosionadas por el paso del tiempo y la subida y bajada de las mareas. Allí, una suerte de montículo de piedra sirve de antesala a una serie de rocas de superficie plana que, como grumos de chocolate en una taza humeante, se adentran varios metros en el mar. El semblante de agobio en el rostro de los uniformador, ambos humanos, es más que evidente. ¿Que por qué? Pues vamos a comprobarlo.
En caso de que optes por considerar que el resto de áreas el trabajo de los marines es aceptablemente bueno y te aproximes a los seres abisales, podrías distinguir de nuevo con rapidez esa expresión de alivio en sus rostros.
—Nagaki, ¿verdad? —te dirá uno de ellos al descubrir que te aproximas—. Han llegado órdenes del campamento diciendo que eres la encargada de dirigir la investigación en esta zona. Como puedes comprobar, hemos podido establecer perímetros en torno a todas las áreas teóricas en las que sucedieron las desapariciones. Todas menos ésta. Esta pareja decidió relajarse sobre estas rocas, justo junto al mar, para poder disfrutar de la marea y el la brisa marina. —Puedes ver cómo los calamares asienten, verificando una por una todas las palabras del marine que se dirige a ti—. El problema que nos encontramos es que aquí no tenemos posibilidad de establecer un perímetro como los demás porque no tenemos superficies en las que fijar las referencias. Lo que tenemos alrededor es agua y más agua, que, además, al moverse entre rocas arrastra cualquier cosa que pongamos. Tampoco podemos rastrear el fondo marino en esta zona por motivos obvios... Lo cierto es que estamos cogidos de pies y manos. Y tentáculos —finaliza, haciendo un gesto de reconocimiento en dirección a los calamares.
Parece que el elemento clave es el mar en este conflicto y, a juzgar por el transcurso de los acontecimientos, es también el medio que más problemas está dando al destacamento marine del que formas parte. Diría que por el momento se están apañando bastante bien en tierra firme, no sé qué impresión te dará a ti. En cualquier caso, al haberte colocado el capitán Olof a la cabeza del dispositivo sur, está en tu mano decidir qué hacer a continuación, dar las directrices que estimes oportunas —si es que quieres dar alguna— y decidir cómo afronta el grupo el reto que supone la desaparición de las huevas concretamente.