Hyun Yeon
Tsubaki no Ken
11-09-2024, 04:46 AM
Una vez en la Solemnidad Serena, navegando hacia Punta Verde, te diriges al camarote principal a examinar los documentos que te han entregado en mayor detalle. No hay mucha información sobre Punta Verde más allá de un croquis más bien vago que incluye la posición del navío encallado de Montazano y del campamento de Bryan en unas ruinas, así como una marcas que muestran aproximadamente las zonas que quedan inundadas durante la marea alta. Un informe sobre el islote te da datos más concretos sobre lo que puedes encontrarte: al parecer, las ruinas que Bryan ha usado para guarecerse contra los disparos de la tripulación pirata son los restos de un antiguo faro. En un pasado el suelo del islote era más estable, pero a medida el mar ganó terreno dañó los cimientos y finalmente fue abandonado cuando fue evidente que la estructura iba a venirse abajo. Además, aunque el mapa no lo detalla, el informe aclara que hay bastante vegetación halófila, es decir, resistente a la gran salinidad del suelo de la isla, principalmente hierbas altas como juncos.
Luego revisas los informes de tu compañía. Es una tarea larga y a ratos un poco pesada, pero tienes tiempo hasta la marea alta. Mientras estás en medio de tu trabajo te van llegando avisos a medida se producen novedades, como cuando llegáis a las inmediaciones de Punta Verde o cuando el oficial de comunicaciones te indica que los dos navíos de guerra de la Marina han indicado con las banderas de señales que mantendrán la posición. En cualquier caso, acabas encontrando a un soldado raso, Albert, que se ha destacado por su habilidad como tirador. Se le ha dado un permiso especial para recibir del arsenal un fusil de precisión en lugar de la carabina reglamentaria. Para el quinto miembro de tu unidad encuentras varios candidatos: no tienes mapas topográficos que alguien pueda aprovechar realmente, pero hay tres personas que podrían suplir la falta de datos con sus habilidades. Una es la recluta Jolly Jolie, que aunque tiene un historial de servicio corto, ha estudiado náutica y tiene experiencia como timonel. No necesitáis a alguien con grandes habilidades para llevar un bote hasta la isla, pero probablemente tenga el set de habilidades que buscabas. Otra opción es el soldado Samuil, un oni con el historial de servicio más largo de toda la compañía. Se le describe como un veterano hábil en distancias cortas y medias que prefiere un cuchillo de combate y una pistola a la carabina marine, rápido de pensamiento y de acción. El motivo por el que alguien así sigue siendo un soldado raso, por lo que lees, es por su falta de disciplina y temperamento explosivo. Su actitud ha rallado a menudo la insubordinación y consta en su historial que ha sido sancionado oficialmente media docena de veces. Por último, tienes al recluta Hugo. No hay mucho en su informe que llame la atención de primeras, de hecho hubieras descartado al momento su expediente si no fuera porque tiene instrucción médica y una de sus pocas acciones de servicio ha sido en un ambiente y condiciones similares, un rescate a un pequeño navío naufragado en una marisma.
Una vez has escogido a tus acompañantes y llega la siguiente marea alta, hacia la tarde, os preparáis para el desembarco. Desde cubierta puedes ver Punta Verde: en la marea alta parece poco más que un conjunto de islotes pequeños cubiertos de vegetación, con el navío pirata encallado en medio. Los restos del faro son apenas visibles en la distancia, aunque puedes ver una pequeña columna de humo salir de entre los muros derruidos. Si no fuese por lo que te han explicado y lo que has leído, casi hasta podrías haberte planteado aproximarte con la corbeta. Sin embargo, hasta con el bajo calado de vuestra corbeta sería peligroso aventurarse en aguas tan superficiales. Mientras ves el islote, te das cuenta de hasta qué punto ha sido irracional y dañina la acción del comandante Bryan. Punta Verde es tan pequeño que desde el momento en que los marines hicieron tierra, iniciar un bombardeo naval contra Montazano habría implicado poner en peligro a la compañía de Bryan. Si el comandante se hubiera limitado a iniciar un bombardeo, los piratas hubiesen sido aniquilados sin pérdidas de vidas. Se te antoja extraño que alguien de su rango no hubiera visto venir el resultado de sus acciones.
Tus soldados bajan el bote y ponéis rumbo a Punta Verde. La primera mitad del recorrido no muestra problemas, todo parece estar tranquilo en el islote. Cuando empezáis a ver ya los estrechos canales que se han formado y que dividen el lugar, escucháis un sonido de mal agüero: una detonación. A unos ocho metros a estribor y tres a popa de vuestro bote se levanta una columna de agua - ¡Fuego enemigo! - alerta Kovacs. Escucháis el disparo de dos cañones más y otros dos proyectiles impactan contra el mar a una distancia segura pero inquietante de vosotros. Estáis demasiado lejos y sois un objetivo demasiado pequeño como para que puedan hacer blanco fácilmente, pero no deja de ser una situación peligrosa. Un tiro afortunado os mandaría a pique y probablemente heriría de gravedad a alguno. ¿Qué harás?
Una vez has escogido a tus acompañantes y llega la siguiente marea alta, hacia la tarde, os preparáis para el desembarco. Desde cubierta puedes ver Punta Verde: en la marea alta parece poco más que un conjunto de islotes pequeños cubiertos de vegetación, con el navío pirata encallado en medio. Los restos del faro son apenas visibles en la distancia, aunque puedes ver una pequeña columna de humo salir de entre los muros derruidos. Si no fuese por lo que te han explicado y lo que has leído, casi hasta podrías haberte planteado aproximarte con la corbeta. Sin embargo, hasta con el bajo calado de vuestra corbeta sería peligroso aventurarse en aguas tan superficiales. Mientras ves el islote, te das cuenta de hasta qué punto ha sido irracional y dañina la acción del comandante Bryan. Punta Verde es tan pequeño que desde el momento en que los marines hicieron tierra, iniciar un bombardeo naval contra Montazano habría implicado poner en peligro a la compañía de Bryan. Si el comandante se hubiera limitado a iniciar un bombardeo, los piratas hubiesen sido aniquilados sin pérdidas de vidas. Se te antoja extraño que alguien de su rango no hubiera visto venir el resultado de sus acciones.
Tus soldados bajan el bote y ponéis rumbo a Punta Verde. La primera mitad del recorrido no muestra problemas, todo parece estar tranquilo en el islote. Cuando empezáis a ver ya los estrechos canales que se han formado y que dividen el lugar, escucháis un sonido de mal agüero: una detonación. A unos ocho metros a estribor y tres a popa de vuestro bote se levanta una columna de agua - ¡Fuego enemigo! - alerta Kovacs. Escucháis el disparo de dos cañones más y otros dos proyectiles impactan contra el mar a una distancia segura pero inquietante de vosotros. Estáis demasiado lejos y sois un objetivo demasiado pequeño como para que puedan hacer blanco fácilmente, pero no deja de ser una situación peligrosa. Un tiro afortunado os mandaría a pique y probablemente heriría de gravedad a alguno. ¿Qué harás?