[Común] [C-Pasado] Entre alcohol, dinero y problemas.

Lo que tenía que ser un simple disturbio para provocar una pelea y llamar la atención de cierta pelirroja pero las cosas habían escalado más de lo esperado ya que pudo ver como el chico que le estaba prestando una mano, lograba manejar de una manera muy extraña y curiosa las cartas demostrando que era un As prácticamente con ellas algo que descuidado el costo un puñetazo en la mejilla al albino que no demoro en regresar el golpe en el estómago de su rival haciendo que escupiera hasta lo que había almorzado acompañado de un par de patadas que fueron suficiente para poder dejarlo inconsciente en su totalidad. El combate estaba quedando evidente que ellos dos podrían con todo lo que viniera de frente hasta que llegaron los espadachines sujetos armados con armas blancas, algo que sería un problema probablemente para los dos ya que dudaba que aquellas cartas fueran unas capaces de soportar el filo de las espadas, suspiro levemente sonriendo levemente por lo divertido que estaba aquello cuando escucho los gritos de su socio este se apresuraría a lanzar el resto de una mesa hacia el cielo y luego patearla con una precisión que le permitió derribar a dos de los tres pistoleros que se preparaban para atacar y giro sobre su eje golpeando la mesa donde habían estado ambos jugando hacía unos minutos y la puso de escudo entre ellos y el tercer tirador dejando que las balas golpearan la madera por los pocos haciendo que suspirara levemente.

-Esto se pone divertido, a ver si tus cartas llegan hasta arriba yo me encargo de los idiotas aquí abajo, porque me está dando un leve dolor de cabeza ya estos sujetos arriba.

-Suficiente!!

Se escucho una voz proveniente de una mujer lo que hizo que los disparos y los intentos hostiles contra ellos se detuvieran incluso el avance del sujeto del bastón ya que alguien con suficiente autoridad había hablado, provocando que el albino se colocara de pie sonriendo levemente viendo delante suyo una elegante mujer que llevaba un sexy vestido negro que dejaba pocos de sus atributos a la imaginación y una roja cabellera como la misma sangre que ellos habían derramado, esta estaba acompañada de dos sujetos bastante más grande que el resto y demostraban tener marcas en todo el cuerpo eran unos sujetos bien entrenados según la experiencia que tenía el albino que alzo sus manos.

-Natasha Natasha, si hubieras aceptado verme o al menos enviado a estos gorilas tuyos a resolver las cosas de manera pacífica no hubiera pasado nada de esto, el chico me acompaña para que no lo quieras lanzar al lago con los cocodrilos, no creo que su carne le guste a Fiona y Foro.

Ella sonrió únicamente cruzada de brazos por debajo de sus generosos senos y negó con la cabeza haciendo el gesto con su mano y el abanico que la acompañara que le siguieran en ese momento y no preciso decir más nada para que los guardias se pusieran a limpiar el lugar y ordenar todo habían generado un lio claro que sí y ella sacaría provecho de ello diciendo que unos piratas habían saqueado su local, eso estaba más que claro por lo tanto la cabeza de ambos piratas estaba en juego aunque tuvieran un trato con ella. Muzen caminaría detrás de ella sacándose el polvo de su ropa y haciéndole una seña al chico para que lo siguiera después de todo se merecía ganarse algo del mérito, provocando una leve sonrisa en sus labios para entrar por una de las puertas, se encaminaron por una escalera al segundo piso la zona VIP donde había algunas personas asustadas, pero a la vez confiadas que la seguridad local sería capaz de contener ella solo miraría a uno de sus empleados.

-Esta todo en orden, dile a Sasha que venga a mi despacho por favor...

A su orden se empezaron a mover todos de nuevo, meseros y como no las chicas volvieron a bailar y lanzarse encima de los hombres que estaban con ellas, un casino tenia de todo en estas islas y en la que estaban era regentada por una mujer llamativa e importante en el mundo de la ludo topia, ambos entrarían a una oficina lujosa marcada por el color rojo en su mayoría y la madera el olor era embriagante contaba no solo con un escritorio sino varios sofás a la derecha e incluso una barra para bailar si alguno de los dos se quedaba mirando aquello ella sonreiría y diría.

-Una también tiene que darse sus lujos no creen caballeros, ahora dime Raiden por que maldición del destino estas en mi Casino y por qué armas todo ese jaleo sabes cuánto cuesta tener a la marina lejos.

Tomando asiento tranquilamente en su silla se cruzaría de piernas elegantemente dejando ver sus muslos y viendo a los dos esperando que le hablaran señalaría las sillas delante de su oficina esperando ser informado, mientras que eso pasaba una mujer algo más joven entraba por la puerta con un cuaderno en su mano y se sorprendía al ver a ambos piratas pero no diría nada esperaría que hablaran, quien tenía que llevar la iniciativa era Muzen ya que el resto no conocía mucho sobre lo que estaba pasando allí.

- Es sencillo Natasha, hay un sujeto en esta isla que tiene algo que precisamos sabes que me muevo con información y a ti te gusta vender cosas exóticas, conozco a un fulano que tiene lo que ambos queremos entre sus pertenencias tiene algunas cosas que tú vas a querer sin duda comprar, mientras que yo quiero una de sus tantas pertenencias y mover información es lo mío lo sabes muy bien.

-Para eso has armado todo ese show??

Pregunto ella con una mirada de pocos amigos, elevando su ceja derecha haciendo que el albino simplemente sonriera por lo que estaba pasando lo que provocaría en ella una sonrisa juguetona ya que el no había revelado hasta el momento quien era esa persona que el había sugerido podría tener información que ella quisiera.

- Quien es esa persona y quizás pueda darte lo que necesitas, has logrado captar mi atención, aunque espero que tenga algo que valga toda mi sala de juegos dañada.

Cuando dijo eso ultimo su mirada se puso en el moreno que estaba junto con el albino, ya que ambos eran responsables que eso ocurriera.

-Kalbazan así le conocen en el bajo mundo, colecciona cosas... jejeje

Ella por un momento se quedó mirándolo fijamente y la chica que estaba en la sala abriría la boca sorprendida por esa palabra.