Silver
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11-09-2024, 02:59 PM
El capitán dejó que el aire fresco despejara un poco la frustración que había sentido dentro de la tienda. Mientras avanzaban hacia el muelle, no podía evitar notar cómo el ambiente cambiaba ligeramente. El olor a salitre y el crujido de los barcos comenzaban a dominar los alrededores. En comparación con la tensión que emanaba la ciudad alta, el muelle era un lugar lleno de vida, pero con un aire más relajado, casi reconfortante.
—Bueno, busquemos nuestro objetivo —murmuró Silver, más para sí mismo que para su compañero.
Las palabras de Balagus sobre no atacar a la presa cuando está más alerta tenían sentido. Syxel lo entendía perfectamente; a veces la paciencia era la mejor herramienta, incluso más que la astucia. Sin embargo, no estaba de más adelantarse a los movimientos de los demás y recopilar toda la información posible antes de actuar. Y el muelle, por la afluencia de marineros y trabajadores, podía ser el mejor lugar para hacer exactamente eso.
Ambos se acercaron al muelle, pero encontraron que el barco que buscaban no estaba allí. Lo que sí estaba presente era el bullicio de los trabajadores, el ir y venir de hombres cargando mercancías, y las conversaciones que fluían libremente entre ellos.
—Parece que tenemos tiempo hasta que llegue el barco —comentó, deteniéndose un momento para observar a su alrededor—. Aprovechemos para conseguir algo de información. Veamos qué podemos descubrir antes de que caiga la noche.
Sabía bien cómo moverse entre la multitud, cómo hacer que su presencia no fuera percibida como una amenaza. Observó con detenimiento a los marineros que pasaban a su lado, buscando el momento adecuado para iniciar una conversación. Y en cuanto encontró la oportunidad, se acercó a un pequeño grupo de trabajadores que estaban descargando mercancías, adoptando una postura relajada, pero con ese toque de confianza que siempre abre puertas.
—Buenas —comenzó, alzando una mano en gesto amistoso—, parece que tienen una carga pesada entre manos. ¿Mucho trabajo por aquí últimamente?
Uno de los hombres, sudoroso y visiblemente cansado, lo miró de reojo antes de responder. Al principio, la conversación fue banal, pero el pirata sabía cómo guiar las palabras hacia donde le convenía. Después de algunos comentarios sobre el tiempo y el trabajo, mencionó de pasada el muelle que buscaban y el barco que debería llegar pronto.
El hombre se mostró más receptivo a hablar después de unos minutos, revelando que aquel muelle solía usarse para cargamentos importantes y que, efectivamente, estaba esperando un envío especial para la mañana del día siguiente.
—¿Algo fuera de lo habitual? —preguntó, fingiendo desinterés.
El marinero dudó por un segundo antes de encogerse de hombros.
—Nah, lo de siempre. Aunque he oído que este cargamento es un poco... más valioso. No sé mucho más. Pero si buscas algo de entretenimiento o más información, te recomendaría la posada del "Tritón Dormido". Es donde la mayoría de los trabajadores se reúnen al final del día para relajarse. Quizás escuches algo interesante ahí.
Syxel le agradeció la charla con un gesto y un par de monedas. Luego se alejó, volviendo hacia donde Balagus lo esperaba.
—Parece que tenemos algo —dijo mientras caminaban—. El barco no llegará hasta mañana, pero he oído que el cargamento es más valioso de lo habitual. Y parece que la mejor forma de obtener información es en una posada cercana, el Tritón Dormido.
Lanzó una mirada al gigante, que asentía lentamente. Sabía de sobra que Balagus prefería la acción directa, pero esperaba que entendiese que la paciencia a veces les llevaba más lejos.
—Pasaremos allí la noche. Mantendremos los oídos abiertos, y si hay alguna oportunidad, la aprovecharemos —decidió mientras ambos se dirigían hacia la posada.
—Bueno, busquemos nuestro objetivo —murmuró Silver, más para sí mismo que para su compañero.
Las palabras de Balagus sobre no atacar a la presa cuando está más alerta tenían sentido. Syxel lo entendía perfectamente; a veces la paciencia era la mejor herramienta, incluso más que la astucia. Sin embargo, no estaba de más adelantarse a los movimientos de los demás y recopilar toda la información posible antes de actuar. Y el muelle, por la afluencia de marineros y trabajadores, podía ser el mejor lugar para hacer exactamente eso.
Ambos se acercaron al muelle, pero encontraron que el barco que buscaban no estaba allí. Lo que sí estaba presente era el bullicio de los trabajadores, el ir y venir de hombres cargando mercancías, y las conversaciones que fluían libremente entre ellos.
—Parece que tenemos tiempo hasta que llegue el barco —comentó, deteniéndose un momento para observar a su alrededor—. Aprovechemos para conseguir algo de información. Veamos qué podemos descubrir antes de que caiga la noche.
Sabía bien cómo moverse entre la multitud, cómo hacer que su presencia no fuera percibida como una amenaza. Observó con detenimiento a los marineros que pasaban a su lado, buscando el momento adecuado para iniciar una conversación. Y en cuanto encontró la oportunidad, se acercó a un pequeño grupo de trabajadores que estaban descargando mercancías, adoptando una postura relajada, pero con ese toque de confianza que siempre abre puertas.
—Buenas —comenzó, alzando una mano en gesto amistoso—, parece que tienen una carga pesada entre manos. ¿Mucho trabajo por aquí últimamente?
Uno de los hombres, sudoroso y visiblemente cansado, lo miró de reojo antes de responder. Al principio, la conversación fue banal, pero el pirata sabía cómo guiar las palabras hacia donde le convenía. Después de algunos comentarios sobre el tiempo y el trabajo, mencionó de pasada el muelle que buscaban y el barco que debería llegar pronto.
El hombre se mostró más receptivo a hablar después de unos minutos, revelando que aquel muelle solía usarse para cargamentos importantes y que, efectivamente, estaba esperando un envío especial para la mañana del día siguiente.
—¿Algo fuera de lo habitual? —preguntó, fingiendo desinterés.
El marinero dudó por un segundo antes de encogerse de hombros.
—Nah, lo de siempre. Aunque he oído que este cargamento es un poco... más valioso. No sé mucho más. Pero si buscas algo de entretenimiento o más información, te recomendaría la posada del "Tritón Dormido". Es donde la mayoría de los trabajadores se reúnen al final del día para relajarse. Quizás escuches algo interesante ahí.
Syxel le agradeció la charla con un gesto y un par de monedas. Luego se alejó, volviendo hacia donde Balagus lo esperaba.
—Parece que tenemos algo —dijo mientras caminaban—. El barco no llegará hasta mañana, pero he oído que el cargamento es más valioso de lo habitual. Y parece que la mejor forma de obtener información es en una posada cercana, el Tritón Dormido.
Lanzó una mirada al gigante, que asentía lentamente. Sabía de sobra que Balagus prefería la acción directa, pero esperaba que entendiese que la paciencia a veces les llevaba más lejos.
—Pasaremos allí la noche. Mantendremos los oídos abiertos, y si hay alguna oportunidad, la aprovecharemos —decidió mientras ambos se dirigían hacia la posada.