Sowon
Luna Sangrienta
12-09-2024, 05:05 AM
Algo le interrumpió mientras bebía, al principio pensó que era un mosquito, pero los insectos no hablan solo producen un zumbido y este parecía hablar. Observó a su lado observando a un humano, no era uno de esos que brillaban como una bola de billar por lo que supuso que este no era uno de esos tontos que buscaban solo presumir. Tomó la empuñadura de su espadón, escuchaba los torpes intentos de provocación, una sonrisa salvaje decoró su rostro. Se levantó de un salto, el lugar pareció temblar de solo el impacto de sus pies, su sonrisa se amplificó al observar a la hormiga en tamaño, no le importaba mucho lo que decía, le había provocado y esto no se quedaría así.
—Y yo veo a un enano y huelo a mierda... hmm, si creo que has pisado algo enano hueles fatal. ¿Al menos te diste una ducha?—
Rugió antes de estallar a carcajadas, se volvió a sentar mientras observaba a los demás de una mirada fulminante para que rieran, alguien había llenado su jarra justo antes de desenvainar el destino a veces era caprichoso. Estaba aburrida pero el enano al menos era lo suficientemente valiente para hablarle, o era un tipo fuerte o simplemente era un loco que deseaba morir. Volvió a beber mientras terminaba de registrar al pequeño con sus ojos, yendo tan lejos como para medirlo a comparación con sus dedos, la diferencia en tamaños era incluso más evidente tras hacer aquello. Pero Sowon, no lo hizo por maldad, era mera curiosidad de que existiesen humanos tan pequeños.
—Soy una guerrera, pero no me dedico a torturar a niños, ya bastanre tuve cuando uno me pidió encargarme de su familia larga historia no como tú enano. ¡Bwahahaha! ¿Acaso te gustan las grandes? Se mira pero no se toca...—
Provocó llevando sus manos al escote de su kimono y abriendo este sin pudor alguno, antes de cerrarlo y seguir bebiendo. No era complicado hacerle cambiar de humor y con el alcohol que tenía encima las ganas de pelear se habían licuado, aunque continuaba discutiendo ya solamente por diversión. Golpeó con la jarra la barra, su sonrisa se notaba un poco más amigable, tanto como un león que ya ha comido pero te mira como un postre apetecible.
—Me caes bien pequeño, no muchos se acercan con un ego tan alto pese a ser tan enanos. Soy Sowon, ¿,Tienes un nombre? Espero que no sea algo tan cursi como algunos nombres, los humanos tienen nombres rídiculos a veces. Como si significasen algo...—
Volvió a rugir con una voz estruendosa, ahora le miraba fijamente, luciendo sus cuernos que sobresalían de su cabeza en un azabache casi místico. Entre su actitud ruda y su brutal honestidad, no era una persona fácil de digerir, pero en su simpleza tenía el carisma necesario como para no haber volado la taberna de un espadazo. Que lo había pensado, de no ser porque justo en ese momento su jarra se había llenado mágicamente, quizás dejarle vivir no sería tan malo.
—Y yo veo a un enano y huelo a mierda... hmm, si creo que has pisado algo enano hueles fatal. ¿Al menos te diste una ducha?—
Rugió antes de estallar a carcajadas, se volvió a sentar mientras observaba a los demás de una mirada fulminante para que rieran, alguien había llenado su jarra justo antes de desenvainar el destino a veces era caprichoso. Estaba aburrida pero el enano al menos era lo suficientemente valiente para hablarle, o era un tipo fuerte o simplemente era un loco que deseaba morir. Volvió a beber mientras terminaba de registrar al pequeño con sus ojos, yendo tan lejos como para medirlo a comparación con sus dedos, la diferencia en tamaños era incluso más evidente tras hacer aquello. Pero Sowon, no lo hizo por maldad, era mera curiosidad de que existiesen humanos tan pequeños.
—Soy una guerrera, pero no me dedico a torturar a niños, ya bastanre tuve cuando uno me pidió encargarme de su familia larga historia no como tú enano. ¡Bwahahaha! ¿Acaso te gustan las grandes? Se mira pero no se toca...—
Provocó llevando sus manos al escote de su kimono y abriendo este sin pudor alguno, antes de cerrarlo y seguir bebiendo. No era complicado hacerle cambiar de humor y con el alcohol que tenía encima las ganas de pelear se habían licuado, aunque continuaba discutiendo ya solamente por diversión. Golpeó con la jarra la barra, su sonrisa se notaba un poco más amigable, tanto como un león que ya ha comido pero te mira como un postre apetecible.
—Me caes bien pequeño, no muchos se acercan con un ego tan alto pese a ser tan enanos. Soy Sowon, ¿,Tienes un nombre? Espero que no sea algo tan cursi como algunos nombres, los humanos tienen nombres rídiculos a veces. Como si significasen algo...—
Volvió a rugir con una voz estruendosa, ahora le miraba fijamente, luciendo sus cuernos que sobresalían de su cabeza en un azabache casi místico. Entre su actitud ruda y su brutal honestidad, no era una persona fácil de digerir, pero en su simpleza tenía el carisma necesario como para no haber volado la taberna de un espadazo. Que lo había pensado, de no ser porque justo en ese momento su jarra se había llenado mágicamente, quizás dejarle vivir no sería tan malo.