Alguien dijo una vez...
Iro
Luego os escribo que ahora no os puedo escribir.
[Boda] Gertrudis Longbottom & Tofun Threepwood
Airgid Vanaidiam
Metalhead
Poco se habla de lo complicado que resulta comprarle un regalo a alguien a quién no conoces en persona, solo de oídas. Los únicos datos que Airgid tenía sobre Tofun era que se casaba; que medía unos treinta centímetros y que era amigo de Ragnheidr. Nada más. Bueno, y que había puesto como condición para asistir a la boda dos cosas: que le hicieran un regalo y que fueran vestidos de un alimento. ¿Qué? Airgid nunca había asistido a una boda, pero entendía que eso no era demasiado común. Aún así, le parecía divertido, prefería tener que vestirse de comida antes que comprarse un vestido caro y arreglado que no pegaba nada con ella. El caso es que se encontraba de tiendas buscando ese par de cosas que necesitaba. Pero no quiero romper la sorpresa, así que de momento no pienso revelar qué es lo que encontró y lo que compró.

Al llegar a su casa, lo que parecía ser ya un zulo invadido por todo tipo de alimañas, se reunió con Ragnheidr y con Asradi que estaban también preparándose para el evento. El gigante se había presentado allí con un perrete tan gracioso... de verdad, era un perro increíble. Y ya se había puesto su propio disfraz, vestido como una alita de pollo que dejaba gran parte de su enorme, musculado y peludo cuerpo al descubierto. Vaya vistas. Ragnheidr les pidió ayuda a las chicas para ponerle también un bonito disfraz a Pepito, Airgid no podía negarse a una oferta así. Faldita, cinta en el pelo, un lacito en el pecho... todo encajaba tan perfectamente con aquella expresión que ponía. Airgid nunca había tenido mascota, pero estaba empezando a querer a aquel perrillo. Ya era casi parte de la familia.

Se encontraba ya por fin arreglándose ella misma en el cuarto de baño, colocándose su disfraz y peinándose un poco el pelo cuando escuchó un sonido un poco raro. ¿Era un grifo? ¿Estaban trasteando con su cocina? Airgid abrió el baño a medio vestir, con curiosidad, solo para encontrarse con Ragnheidr y Pepe meándole al unísono en la esquina del sofá. — ¡¿Pero qué coño haces?! — Le lanzó al gigante un bote de champú que impactó contra la nalga desnuda. — ¡Cuando salgas tiras el sofá a la basura, no me vaya a dejá esa porquería ahí! — Dio un portazo para cerrar de nuevo la puerta del baño, frustrada. Vale, esa casa dentro de poco dejaría de ser suya, pero joder, es que le había perdido todo el respeto. Tsk. Se negaba a dormir allí esa noche, tendría que ser Ragnheidr el que tuviera que compensar el daño que le había hecho a su casa, invitándola a un hostal, quizás. Sí, eso haría.

Tanto Ragn como Asradi se habían ido ya, la sirena al parecer había quedado con Ubben para buscar un regalo y el gigante ya había puesto rumbo a la boda. Airgid terminó de ponerse los últimos detalles. Era un disfraz estúpido para una boda de alguien que no conocía, pero la verdad es que se había esforzado por estar... ¿guapa? Le gustaba disfrazarse, le recoraba a cuando era pequeña y jugaba con los demás. Así que se esmeró un poco más de lo normal por estar ideal. Al salir del baño se dio cuenta de que aquel burro también le había dejado la puerta de la casa medio descolgada. No tenía remedio. Resopló, tratando de ignorar el cabreo. Le esperaba por delante un día divertido, no iba a dejar que algo así arruinase su humor. Solo esperaba que no fuera igual de destructivo con el barco en el que iban a viajar... o acabarían nadando en el fondo del mar.

La rubia se hizo paso a través de las calles, llegando finalmente al recinto de la boda. Estaba cercado y vigilado por marines, aunque Tofun en su carta ya lo había avisado así que no fue una sorpresa. Tampoco algo agradable, de todas formas. Al pasar por la alfombra roja, Rizzo la presentó con enorme ímpetu para que todos se fijaran en ella. — ¡Ya ha llegado el postre. señoras y señores! ¡Hace su aparición la dulce Airgid Vanaidiam! — La joven iba vestida con un disfraz de piruleta que cubría todo su torso, dejando agujeritos para los brazos, la cabeza y su única pierna, la cual hacía de palito que soportaba el caramelo, incluso se había puesto una media blanca. Se había dejado el cabello suelto y se había peinado haciéndose ondulaciones en los mechones, en algunos de ellos se había colocado clips de colores pastel de estrellitas, corazones, chuches, pasteles... y por último, un eyeliner de color rosa claro. Una apariencia tremendamente pastelosa sino fuera porque sus musculosos brazos asomaban por fuera del traje. Parecía un caramelo bufado. Lanzó un beso a la audiencia y guiñó en dirección a Rizzo, que le respondió haciendo como si se derritiera en el sitio.

Tras su bonita entrada, siguió la alfombra roja hasta llegar al final de la misma. Su primer objetivo estaba claro, así que se acercó a la mesa de las bebidas y comenzó a hincarse una buena cola light. Había que mantener el tipo. En la mano izquierda llevaba su regalo bien envuelto. No sabía cuándo tenía que darle el regalo, ni si quiera había visto a Tofun aún... aunque la verdad es que no le conocía, así que podía ser cualquiera. Quizás uno de esos enanos vestidos de uva. No, no podía ser uno de esos, él como novio tendría que ir diferente a todos los demás. Dando la talla.

Off
#5


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RE: [Boda] Gertrudis Longbottom & Tofun Threepwood - por Airgid Vanaidiam - 12-09-2024, 10:47 PM

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