Encuentro de lobos

El viejo cuervo caminaba lentamente hacia uno de los bancos, mientras hacía un gesto con su mano de " no se preocupen ", como saludando mientras se retiraba con la cola entre las patas. Sin duda alguna no se volvería a meter con ese sujeto. Rompió todas sus expectativas, inclusive, se sintió completamente humillado, aquel encuentro le había quitado un poco de su intrínseco orgullo. No supo como responder ante el joven maestro, ante ello sonrió como pudo y agradeció por su gesto.- ¡Te debo una cerveza..! Ha! ha!- respondió, aunque la invitación al dojo si que resultaba tentadora, - Olvídense de mí muchachos... los esperare aquí sentado. - Dijo, mientras hacía un esfuerzo por sentarse en aquel banco donde había estado anteriormente y se colocaba en modo espectador. 

 De un momento a otro había recibido la paliza de su vida, nada que no fuera necesario en cualquier entrenamiento, por lo que solo quedaría disfrutar y aprender del combate. Siempre se puede aprender de los demás y más aún en encuentros de tales características. Encendió un cigarro y tomo una postura relajada sobre el pequeño banco. Notó con gracia la aparición del pescador y atinó a animarlo pero parecía demasiado concentrado por lo que decidió callar, tenía fe en él. El segundo round comenzaba, y en el interior, Illyasbabel, guardaba cierta curiosidad, en tan solo un día de su estadía en la Isla, se había encontrado con sujetos muy hábiles y fuertes.

 Sonrió, mientras en sus pensamientos rondaba la idea de un buen trago de cerveza fresca para suplir el dolor de sus heridas. Observó los alrededores y se percató de algunos civiles merodeando por la zona, muy a la distancia y observando el encuentro. ¿Tendrán cerveza?, pensó, realmente no importaba, no se podía mover, por lo que decidió continuar su cigarro y observar el encuentro.