Nagaki
Medusa
13-09-2024, 05:50 PM
Me tiré al agua y empecé a explorar la zona y enseguida miles de estímulos llamaban mi atención. -No te distraigas, estás de misión, no nadando por diversión - me repetí a mí misma. Mientras me sumergía en las tranquilas aguas, sentí cuánto echaba de menos el agua y poder nadar. La temperatura era perfecta. No tenía ninguna duda de que había mucho más por descubrir arriba en la superficie, pero quería llevar esta inspección lo más minuciosa posible. También tenía que estar alerta, si el secuestrador había estado por allí con suerte habría dejado alguna pista que descubrir.
Nadé buscando cualquier pista que pudiera ayudarme a resolver el caso. Los peces nadaban a mi lado, alegres y despreocupados, mientras que yo estaba tensa porque tenía el peso de la misión sobre mis hombros. A medida que me desplazaba, el paisaje submarino iba ganando cada vez más belleza, con los bancos de peces nadando de manera sincronizada. Me reí internamente, recordando cómo había sido advertida por mis compañeros de la Marina sobre los peligros de las agua al rededor de la isla y de cierta misión en la que se acercó varias criaturas marinas al puerto y que mi yo pequeña los espantó con torrentes de agua y burbujas.
No obstante, a pesar de la belleza que me rodeaba, la realidad de mi misión seguía pesando sobre mis hombros. Comencé un rastreo meticuloso en busca de cualquier pista. Mi mente, entrenada para detectar detalles donde otros veían lo cotidiano, se enfocaba en cada pequeño cambio en el entorno. Sin embargo, todo parecía tan perfecto, inalterado, casi como si la vida bajo el agua no se viera alterada aunque haya pasado un crimen en esta misma zona días atrás, como si no se preocupara por el conflicto que se desarrollaba en la superficie. Pero no podía rendirme. Había tomado una decisión y tenía que seguir adelante.
Cuando estaba a punto de darme la vuelta e irme un movimiento pilló el rabillo de mi ojo en un pequeño claro entre el coral anaranjado, allí distinguí algunas vibraciones en la arena. Eran muy sutiles, casi imperceptibles. ¿Eran imaginaciones mías o algo ahí se ha movido? No, juraría que esa parte no estaba así cuando miré antes. Tenía que acercarme a ver pero también habrían mil pistas que revisar en la playa, casi no me ha dado tiempo a revisar nada desde que llegué - Aiiish, en la superficie todavía me quedaba mucho que investigar... -pensé- pero no puedo dejar este tema al azar, prefiero gastar 1 minuto más investigando esto que luego arrepentirme- Si después no era nada mejor que mejor, subiría a la superficie en un momento y a seguir con la investigación.
Bajé al suelo y me acerqué con mucho cuidado, intentando estar en el mayor sigilo posible a la parte donde había notado la arena moverse sin llegar a tocar el suelo del todo. Sin embargo, mi instinto me decía que esto no era ordinario. Algo, o alguien, estaba oculto bajo la arena.
Nadé buscando cualquier pista que pudiera ayudarme a resolver el caso. Los peces nadaban a mi lado, alegres y despreocupados, mientras que yo estaba tensa porque tenía el peso de la misión sobre mis hombros. A medida que me desplazaba, el paisaje submarino iba ganando cada vez más belleza, con los bancos de peces nadando de manera sincronizada. Me reí internamente, recordando cómo había sido advertida por mis compañeros de la Marina sobre los peligros de las agua al rededor de la isla y de cierta misión en la que se acercó varias criaturas marinas al puerto y que mi yo pequeña los espantó con torrentes de agua y burbujas.
No obstante, a pesar de la belleza que me rodeaba, la realidad de mi misión seguía pesando sobre mis hombros. Comencé un rastreo meticuloso en busca de cualquier pista. Mi mente, entrenada para detectar detalles donde otros veían lo cotidiano, se enfocaba en cada pequeño cambio en el entorno. Sin embargo, todo parecía tan perfecto, inalterado, casi como si la vida bajo el agua no se viera alterada aunque haya pasado un crimen en esta misma zona días atrás, como si no se preocupara por el conflicto que se desarrollaba en la superficie. Pero no podía rendirme. Había tomado una decisión y tenía que seguir adelante.
Cuando estaba a punto de darme la vuelta e irme un movimiento pilló el rabillo de mi ojo en un pequeño claro entre el coral anaranjado, allí distinguí algunas vibraciones en la arena. Eran muy sutiles, casi imperceptibles. ¿Eran imaginaciones mías o algo ahí se ha movido? No, juraría que esa parte no estaba así cuando miré antes. Tenía que acercarme a ver pero también habrían mil pistas que revisar en la playa, casi no me ha dado tiempo a revisar nada desde que llegué - Aiiish, en la superficie todavía me quedaba mucho que investigar... -pensé- pero no puedo dejar este tema al azar, prefiero gastar 1 minuto más investigando esto que luego arrepentirme- Si después no era nada mejor que mejor, subiría a la superficie en un momento y a seguir con la investigación.
Bajé al suelo y me acerqué con mucho cuidado, intentando estar en el mayor sigilo posible a la parte donde había notado la arena moverse sin llegar a tocar el suelo del todo. Sin embargo, mi instinto me decía que esto no era ordinario. Algo, o alguien, estaba oculto bajo la arena.