Rengetsu D. Tenji
Príncipe Ciego
29-07-2024, 10:39 AM
Que la gente con dinero carecía de la virtud de la paciencia y el respeto era un hecho, saltaba a la vista de todos los escoltas contratados que en mayor o menor medida estaban molestos con esa actitud tan prepotente. Y en lo que el director del resort se perdía de nuevo en el interior de sus instalaciones, los guardias emprendieron el camino hacia su labor situándose con los hombres que debían proteger. Aunque eso molestara a más de uno en el fondo de su ser o incluso fuera contra sus principios y código personal, pero claro son los problemas de aceptar trabajos sin leer bien la letra pequeña de los contratos, ahora les tocaba a todos apechugar con las clausulas del encargo.
El primero que entro en ele carruaje fue Terence el cual se posicionaba como un claro ejemplo del pasotismo y desinterés que nobles de pacotilla como esos despertaban en alguien de poca monta. No obstante eso molestaba a los clientes los cuales veían al primer guardia acomodarse como si fuera un ricachón más en el carro relajándose durante el viaje - ¡Oye tu, estas aquí para traba...! - Tan solo fue una mirada, no hubo mediación de palabra alguna, pero solo basto con la figura de aquel viejo para que los dos nombres se les cerrara la boca de golpe al mismo tiempo que podríamos decir que por poco les tocaba tener pantalones marrones. Ambos se cayeron en seco y se pusieron hacia atrás de todo del carro un poquito refunfuñando por lo bajo entre ellos al mismo tiempo que se alejaba de aquel siniestro anciano de la marina, con un poco de inquietud en sus corazones hasta el punto que la ofensa del pequeño suricato llamándolos gordos no termino de poder calar en sus mentes por el shock; también influía que para decir algo a la alimaña era necesario plantarse frente al anciano y no querían.
- Por favor no sean irrespetuosos con los clientes, que han dejado mucho dinero en esto - Teddy desde las riendas se pondría un poco nervioso al ver la escena y pediría con la voz baja un poco de calma. Mientras, comenzaba a dar un poco de ritmo a los caballos para que comenzaran a avanzar al paso moviendo el carro pero lentamente permitiendo ver el paisaje. Los otros dos miembros del grupo al parecer habían hecho un poco de buenas migas, siendo los dos que parecían preocuparse más del trabajo y su objetivo, en especial Hyun que se cuestionaba seriamente en que circo se había metido.
Entonces los dos rastreadores expertos, el suricato Jim y el medio pez Yoshi, se lanzaron al suelo aprovechando el ritmo lento del carruaje para rastrear con insistencia el terreno en busca de algún aroma que los pudiera conducir hacia alguna presa, sin duda estábamos ante dos cazadores consumados. Mientras estos rastreaban en el carruaje Hyun aprovecharía para hablar con Teddy un poco - Bueno lo cierto es que no creo que mucha cosa, muchos animales desde que empezaron la caza se fueron al otro lado del rio, aun quedan algunas manadas y de vez en cuando vuelven ha este lado, pero por ejemplo elefantes como el que quiere uno hace meses que no veo ninguno, pero podemos esperar antílopes, cebras, con suerte algún león, armadillos y alguna hiena - Comentaba por lo bajo para no desilusionar a los clientes.
El hombre llevaba el carro recto hacia el este en un camino recto y tranquilo aunque no parecía divisarse nada en el horizonte a simple vista. Pero por su parte ambos rastreadores podrían captar dos rastros, uno seria el de unos pequeños animales que a Jimbo le tendrían que resultar familiares en olor moviéndose hacia el sur, mientras que hacia el norte se captaría un olor más intenso de algún tipo de manada de animales con un cierto tamaño, la gestión de esa información quedaba en sus manos.
Por su parte en el carruaje los dos nobles tras hablar un poco y comenzar comerse un poco la tostada entre ellos, estaban recuperándose de la impresión inicial que causo el anciano, aunque aun no del todo, y volvían a tomar con firmeza sus armas dispuestos a entrar en acción, avanzando hacia la parte frontal del carro para disparar a lo primero que divisaran, intentando evitar otro cruce de miradas con Lovecraft - ¿Veamos donde están las presas?
El primero que entro en ele carruaje fue Terence el cual se posicionaba como un claro ejemplo del pasotismo y desinterés que nobles de pacotilla como esos despertaban en alguien de poca monta. No obstante eso molestaba a los clientes los cuales veían al primer guardia acomodarse como si fuera un ricachón más en el carro relajándose durante el viaje - ¡Oye tu, estas aquí para traba...! - Tan solo fue una mirada, no hubo mediación de palabra alguna, pero solo basto con la figura de aquel viejo para que los dos nombres se les cerrara la boca de golpe al mismo tiempo que podríamos decir que por poco les tocaba tener pantalones marrones. Ambos se cayeron en seco y se pusieron hacia atrás de todo del carro un poquito refunfuñando por lo bajo entre ellos al mismo tiempo que se alejaba de aquel siniestro anciano de la marina, con un poco de inquietud en sus corazones hasta el punto que la ofensa del pequeño suricato llamándolos gordos no termino de poder calar en sus mentes por el shock; también influía que para decir algo a la alimaña era necesario plantarse frente al anciano y no querían.
- Por favor no sean irrespetuosos con los clientes, que han dejado mucho dinero en esto - Teddy desde las riendas se pondría un poco nervioso al ver la escena y pediría con la voz baja un poco de calma. Mientras, comenzaba a dar un poco de ritmo a los caballos para que comenzaran a avanzar al paso moviendo el carro pero lentamente permitiendo ver el paisaje. Los otros dos miembros del grupo al parecer habían hecho un poco de buenas migas, siendo los dos que parecían preocuparse más del trabajo y su objetivo, en especial Hyun que se cuestionaba seriamente en que circo se había metido.
Entonces los dos rastreadores expertos, el suricato Jim y el medio pez Yoshi, se lanzaron al suelo aprovechando el ritmo lento del carruaje para rastrear con insistencia el terreno en busca de algún aroma que los pudiera conducir hacia alguna presa, sin duda estábamos ante dos cazadores consumados. Mientras estos rastreaban en el carruaje Hyun aprovecharía para hablar con Teddy un poco - Bueno lo cierto es que no creo que mucha cosa, muchos animales desde que empezaron la caza se fueron al otro lado del rio, aun quedan algunas manadas y de vez en cuando vuelven ha este lado, pero por ejemplo elefantes como el que quiere uno hace meses que no veo ninguno, pero podemos esperar antílopes, cebras, con suerte algún león, armadillos y alguna hiena - Comentaba por lo bajo para no desilusionar a los clientes.
El hombre llevaba el carro recto hacia el este en un camino recto y tranquilo aunque no parecía divisarse nada en el horizonte a simple vista. Pero por su parte ambos rastreadores podrían captar dos rastros, uno seria el de unos pequeños animales que a Jimbo le tendrían que resultar familiares en olor moviéndose hacia el sur, mientras que hacia el norte se captaría un olor más intenso de algún tipo de manada de animales con un cierto tamaño, la gestión de esa información quedaba en sus manos.
Por su parte en el carruaje los dos nobles tras hablar un poco y comenzar comerse un poco la tostada entre ellos, estaban recuperándose de la impresión inicial que causo el anciano, aunque aun no del todo, y volvían a tomar con firmeza sus armas dispuestos a entrar en acción, avanzando hacia la parte frontal del carro para disparar a lo primero que divisaran, intentando evitar otro cruce de miradas con Lovecraft - ¿Veamos donde están las presas?