Unos días antes…
Tofun me había dado, o más bien, hecho llegar una carta. Extrañado la abrí. Al menos en esta ocasión había tenido en cuenta mi tamaño y le había personalizado. ¡Era un fastidio tener que coger cosas de humanos! ¡Ni que decir tiene si la hubiera hecho de su tamaño! Reí a carcajadas al pensar en cómo habría tenido que abrir una carta tamaño tontatta. Imaginarme con unas púas de erizo manipulando el objeto, ¡pues hasta mis escamas serían más grandes que eso! Por el contrario, imaginarme al diminuto ser escribiendo algo tan grande me resultó igual de gracioso, lo que aumentó el sonido de las carcajadas. ¿Se habría bañado en tinta y habría ido correteando por la carta? ¿Habría encargado a alguien escribirla? Preferí pensar en lo primero. Me resultaba más divertido.
Recordé vagamente nuestro encuentro y como algo tan hostil había terminado de una manera tan amigable. El Mar tenía su propio sentido del humor y sus mareas eran inescrutables. A pesar de su corta estatura, era un tipo grande. A poco que lo conocieses, era fácil entender porque lo llamaban El Largo. ¡En igual proporción era su cuerpo de pequeño, que de grande su leyenda! - ¡Púas de erizo-lurk! ¡Que se casa el nanoplancton-lurk! - continué leyendo la carta hasta el final, aunque ya de manera superficial y rápida a causa de la curiosidad que me había despertado el resto de la nota. ¡A saber qué más encontraría! ¿Se había rapado la barba? ¿Habría crecido dos centímetros más? ¡Seguro que además de casarse, iba a adoptar un pulpo!
18 de verano del año 724 a las 6 am,
Pueblo de Rostock,
East Blue.
Pueblo de Rostock,
East Blue.
Desperté aquella mañana con los mismos nervios que un alevín de pez linterna la mañana de Santa Shark. ¡Tofun se casaba! Por suerte había tenido la decencia de avisar varios días antes y había conseguido el disfraz perfecto para la ocasión. Me había costado encontrarlo de mi talla, pero con un poco de esfuerzo había dado con él. Debía admitir que me quedaba perfecto: temática, color… ¡Además era super cómodo! La boda sería a primera hora de la mañana, ¿qué tenía el nanoplancton en contra de las mañanas o las tardes? Por un momento pensé que sería debido a que se habría pasado la noche de borrachera como la primera vez que nos vimos, pero rápidamente desestimé aquella posibilidad. Ya tendría borrachera suficiente durante el día; aunque nunca era suficiente si hablábamos de alcohol para alguien que prácticamente es alcohol.
Me apresuré a terminar de prepararme. Con el atuendo ya puesto, tomé unas cuantas algas y me las froté. ¿Qué? Debajo del mar no había colonia, además que no había mejor aroma que unas algas recién arrancadas de la roca o del fondo marino. Miré el reloj. Era temprano, todavía quedaba algo de tiempo, pero todavía tenía muchas cosas que hacer. Nadé hasta el astillero dónde estaba el barco que se me había encargado remolcar - ¡Medusas urticantes-lurk! - ¿Y esto me lo tengo que llevar puesto-lurk? - pensé rascándome la parte superior de la cabeza. Yo era grande, ¡pero ese bicho lo era aún más! Agradecí que el lugar no estuviera demasiado lejos del acantilado dónde se iba a llevar a cabo la boda. Era el mismo en el que nos encontramos la primera vez. Sonreí burlón al recordar como una pelea a muerte podía acabar en amistad. Conseguí varias sogas y amarras que fui pasando por mi cuerpo para remolcar el barco. Difícilmente contaba con la fuerza necesaria para empujarlo o levantarlo, pero sí podría usar mi gran tamaño para remolcarlo. El avance fue mucho más lento de lo que creía al inicio - Me tenía que haber dado más prisa en decorarlo-lurk - me lamenté para no ser escuchado por nadie. Solo por desahogarme. No tardé en acusar cansancio; también era más pesado de lo que pensaba, pero el deseo de llegar a la boda del tontatta era mayor. Continué nadando. Ya veía el acantilado. A cierta distancia comencé a escuchar música y minutos más tarde estaba con los brazos apoyados en el acantilado, con la respiración agitada y jadeando. Tan solo se me veían los brazos cruzados entre sí y la cabeza apoyada en ellos - ¿He llegado tarde-lurk? ¡Necesito beber-lurk! - barrí el lugar con la mirada. ¡Había gente de todos los tamaños y razas! Pero frente a mí y de espaldas estaba el motivo último de mi presencia allí - ¡Mierda-lurk. Me lo he perdido-lurk!