Juri Han
Vega
29-07-2024, 11:22 AM
Base G-23
00:00AM
La luna llena iluminaba la Isla Kilombo con una luz plateada, perfecta para la misión que Juri y Jun habían planeado. Desde la sombra de una palmera alta, Juri observaba la imponente Base G-23 de la Marina. Conocía bien los rincones de la isla despues de tanto vivir alli, sobretodo considerando que tuvo que sobrevivir incluso en las calles, y aquella noche, su objetivo era dejar una marca inolvidable antes de partir en busca del One Piece. Vestida con ropa oscura y su característica sonrisa audaz en el rostro, Juri evaluaba las patrullas de los marines. Era importante calcular sus movimientos para evitar ser vista. Con la agilidad de una felina, se deslizó por el borde del bosque, acercándose cada vez más a la base. Cada paso que daba, su corazón latía con más fuerza, pero no eran nervios sino entusiasmo.
Llegó a la cerca perimetral de la base y se escondió detrás de un barril. Desde allí, pudo ver las casetas de vigilancia y los almacenes donde guardaban las provisiones. "Perfecto", pensó. Su plan requería pintura, brochas, cuerdas, y una buena dosis de locura, ambas jovenes cumplian con esta ultima con creces. Ya había investigado y sabía que dentro del almacén había todo lo necesario para su cometido, pues este plan lo habia pensado incluso antes de haber abandonado la isla. Juri se aseguró de que no hubiera marines cerca antes de saltar la cerca con una gracia increíble. Se pegó a las sombras y avanzó en dirección al almacén. Al llegar a la puerta trasera, utilizó un pequeño gancho que había aprendido a manejar en el circo para abrir la cerradura. En el interior, el lugar estaba oscuro y silencioso. Utilizó una pequeña linterna para encontrar lo que necesitaba: varias latas de pintura, pinceles de distintos tamaños, y un par de bolsas para llevar todo.
Cargada con su botín, salió del almacén y volvió a escabullirse hasta la cerca. Antes de saltar de vuelta, observó la base una última vez, memorizando la disposición de los edificios y las rutas de patrulla. Sabía que necesitaría esa información para la siguiente fase del plan. Con una sonrisa de satisfacción, regresó al punto de encuentro donde Jun la esperaría. Depositó las bolsas en el suelo como quien vuelve de hacer las compras y aún con la adrenalina en su sistema le dijo: — Tenemos todo lo que necesitamos. Esta noche, la Base G-23 se va a acordar de nosotras para siempre. — La emoción que cargaba era palpable en el aire, incluso se le escapaba algunas risillas entre medio que tenia que aguantarse.