Qazan
Qazan
14-09-2024, 08:30 AM
-Parece que me he pasado-. Dije luego de ver la que se había montado por un puñetazo de nada. Nada mas llevarme al hombre fuera, la tabernera sacó un den den mushi alertando a los marines más cercanos. Por suerte para nosotros un solo puñetazo sirvió para obtener la información que andábamos buscando. Esta información era la mar de jugosa, tras el arresto de una banda pirata que surcaba el East Blue, la Marina incautó todos los tesoros que habian encontrado en el navío pirata y los estaban llevando camino a LogueTown. Definitivamente aquella información valía oro.
Nuevamente escuché algo de revuelo dentro de la taberna, las autoridades no iban a tardar mucho en llegar y Gretta y yo destacábamos demasiado, era el momento de salir corriendo de allí. Para colmo, del susto o bien del dolor, el hombre se habia meado encima, tenia toda la zona de los genitales empapada, hasta tal punto que se escuchaba el goteo contra el suelo. -!Que asco buag!-. Dije sin poder evitar esconder la arcada que me había venido. El tiempo empezaba a apremiar e iba siendo hora de juntarnos con Shiro y reunir información para ponerla en común, dudo mucho que este nos hubiese engañado, no es tan sencillo orinarse encima, pero quien sabe si el otro hombre, el que perseguía nuestro peliblanco tenía algo más de información.
-Va siendo hora de marchar Gretta. Perdón, la siguiente lo haremos a tu manera-. Le dije arrepentido de que ahora por mi culpa nos estuvieran dando por saco las autoridades. -Deberiamos ir a por Shiro, igual tiene algo más de información que nos sea útil-. Le dije dandole a entender que se nos empezaba a agotar el tiempo antes de que se nos presentase allí mismo la Marina. [b]- ¿No crees que deberíamos aligerar esa carga tan pesada a la Marina?-[/b] Le dije a mi querida cerda mientras ponía rumbo a encontrarnos con nuestro cocinero. Quien sabe la de tesoros que podrían haber amasado durante todo ese tiempo pirateando por este mar, oro, plata, berries, reliquias antiguas, enormes cofres hasta las trancas de rubíes y esmeraldas. Solo de pensarlo se me erizaba la piel.
Nuevamente escuché algo de revuelo dentro de la taberna, las autoridades no iban a tardar mucho en llegar y Gretta y yo destacábamos demasiado, era el momento de salir corriendo de allí. Para colmo, del susto o bien del dolor, el hombre se habia meado encima, tenia toda la zona de los genitales empapada, hasta tal punto que se escuchaba el goteo contra el suelo. -!Que asco buag!-. Dije sin poder evitar esconder la arcada que me había venido. El tiempo empezaba a apremiar e iba siendo hora de juntarnos con Shiro y reunir información para ponerla en común, dudo mucho que este nos hubiese engañado, no es tan sencillo orinarse encima, pero quien sabe si el otro hombre, el que perseguía nuestro peliblanco tenía algo más de información.
-Va siendo hora de marchar Gretta. Perdón, la siguiente lo haremos a tu manera-. Le dije arrepentido de que ahora por mi culpa nos estuvieran dando por saco las autoridades. -Deberiamos ir a por Shiro, igual tiene algo más de información que nos sea útil-. Le dije dandole a entender que se nos empezaba a agotar el tiempo antes de que se nos presentase allí mismo la Marina. [b]- ¿No crees que deberíamos aligerar esa carga tan pesada a la Marina?-[/b] Le dije a mi querida cerda mientras ponía rumbo a encontrarnos con nuestro cocinero. Quien sabe la de tesoros que podrían haber amasado durante todo ese tiempo pirateando por este mar, oro, plata, berries, reliquias antiguas, enormes cofres hasta las trancas de rubíes y esmeraldas. Solo de pensarlo se me erizaba la piel.