Lemon Stone
MVP
14-09-2024, 03:23 PM
Miró a Castor con confusión en los ojos, como si el comentario le hubiera extrañado. A Lemon no le importa el dinero de su padre, tampoco le interesan los barcos de lujo ni las mansiones en islas paradisiacas, mucho menos las enormes torres puestas estratégicamente en centros comerciales que dan utilidades anuales billonarias. ¿En resumen? A Lemon le da igual el dinero de su padre y los impuestos que paga todos los meses a los Dragones Celestiales, al puto Gobierno Mundial.
-Bueno, ¿estamos listos? Necesitamos conseguir alcohol, botellas y un paño. Montaremos unas molotov y le daremos un mensaje a los gobernantes de este lugar -susurró de manera sospechosa a su compañero peludo-. ¿Nos vamos al cuartel?
En todo momento de la vida, la responsabilidad toca la puerta y un hombre debe responder y hacerse cargo de su propia existencia, cumplir con los mínimos requerimientos de ser consciente de las necesidades individuales. En el caso de Lemon, las invaluables páginas del MANUAL lo hicieron. Desde entonces, ya no tiene criadas que lavan la ropa ni chefs personales que le cocinan a diario, incluso gana su propio dinero. Esto último en parte porque su padre, al ver que Lemon quería seguir con el juego de ser un rebelde, le quitó la mesada de cinco millones de berries semanales.
-Eso no me importa, el viejo tiene plata suficiente para vivir diez vidas sin volver a trabajar, y eso manteniendo a mis hermanos también. ¿Sabías que somos diez? Yo soy el menor -respondió Lemon, yéndose un poco del tema principal-. Como sea, puede que quemar una o dos banderas no marque la diferencia, pero el fuego es el símbolo de la revolución, de los cambios. Los primeros hombres, los primeros de todos, no podían rebelarse porque no tenían fuego. Estaba prohibido. Sin embargo, uno de estos monos más evolucionados consiguió hacer un par de llamas, incendiar uno o dos bosques, y de pronto la rebelión nació. Eso es porque había fuego.
Por supuesto, Lemon acababa de inventarse toda esa historia que, para él, tenía todo el sentido del mundo. Analizando un tanto más sus palabras, antiguamente el hombre debía luchar entre tribus o familias para subsistir, además de batallar contra otras especies. No obstante, con el descubrimiento del fuego comenzó a girar más deprisa la rueda de la evolución, del desarrollo y la tecnología. Pronto, el hombre comenzó a fabricar espadas y luego rifles, y entonces banderas. ¡Y todo gracias al fuego! Hubo un momento en la historia, posterior a la revelación de las llamas, en que el hombre comenzó a oprimir a otros hombres.